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El primer ministro François Bayrou ha presentado a su nuevo equipo: un gobierno continuista con pesos pesados de la derecha y del presidente Macron. Como novedades: el regreso de Élisabeth Borne, como titular de Educación, y el español Manuel Valls -ex primer ministro francés- con la cartera de Ultramar. Bayrou forma un equipo de socialistas y derecha moderada, pero no consigue integrar a figuras de los ecologistas ni de los comunistas. Las negociaciones han durado diez días para establecer un nuevo gobierno. Aún así, defiende su elección 'orgulloso' de su equipo. Informa Celia Vidal.

Los partidarios del partido ultraderechista AFD, Alternativa por Alemania, han marchado por las calles de Magdeburgo a raíz del atentado de la semana pasada en un mercadillo navideño. Su líder ha condenado el ataque y se ha reafirmado en su discurso antiinmigración en un mitin, muy criticado por otras formaciones políticas. "No tenemos soluciones rápidas", ha dicho el líder de los democristianos de la CDU, Tobías Blunt, que acusa a la AfD de utilizar a las víctimas para potenciar su agenda xenófoba.

A dos meses de las elecciones previstas en Alemania, el primer sondeo tras el atentado ha hecho subir en las encuestas a la ultraderecha. Pero la conservadora CDU sigue siendo el partido con mayor intención de voto. Mientras tanto, la Policía continúa con las pesquisas sobre el autor del atropello múltiple, Taleb Al-Abdulmohsen, un médico psiquiatra que llevaba 18 años en Alemania y que en sus redes sociales se mostraba como simpatizante de la extrema derecha. Había abdicado públicamente del islam, pero su forma de proceder desconcierta a investigadores y expertos.

El mercadillo navideño de la ciudad alemana de Magdeburgo fue escenario de un atentado que dejó cinco fallecidos, uno de ellos un niño de 9 años, y 200 heridos. Los vecinos están de luto mientras se continúa con la investigación para esclarecer las incógnitas que rodean el ataque. El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha dicho en un discurso que hay avances en las negociaciones en curso con Hamás sobre los rehenes en Gaza. Estaremos en Estados Unidos donde el actual presidente Joe Biden ha conmutado la pena de muerte por cadena perpetua a una treintena de reos. Además el próximo presidente Donald Trump ya ha empezado a hacer una lista de deseos entre los que está, de nuevo, Groenlandia. Conoceremos a las personas que forman el nuevo gobierno francés, también estaremos en Mozambique porque el Consejo Constitucional ha avalado el triunfo del candidato oficialista Daniel Chapo en las polémicas elecciones presidenciales del pasado mes de octubre. Además tendremos una entrevista con un miembro de Médicos sin Fronteras que se encuentra en Sudán para saber cómo se está gestionando la epidemia de cólera en el país.

En los últimos meses ha aumentado el número de deserciones en Ucrania, entre los militares y entre los hombres civiles en edad de luchar que no quieren ser llamados a filas y que han optado por huir del país. En mayo el gobierno de Zelenski promulgó una nueva Ley de Movilización que rebaja la edad de reclutamiento a los 25 años y que obliga a todos los hombres entre 25 y 60 a registrarse en una base de datos para que puedan ser llamados cuando se les necesite. El número de alistamientos voluntarios no es suficiente y además Ucrania está perdiendo terreno en la línea de batallas desde hace meses, por lo que hay muchas bajas. Esto ha llevado al ejército a mandar escuadrones por las calles de las ciudades para reclutar por la fuerza a los hombres que encuentren para enviarlos a un centro de formación durante un mes y medio y de allí al frente. Hablamos con Viktor, profesor, que vive en Ucrania y que apenas sale de casa para evitar ser reclutado como le ha pasado a algunos amigos y vecinos. Y recogemos los testimonios de Nikolai, traductor, que huyó del país en mayo por la frontera con Eslovaquia y con Maksim, informático, que atravesó los Cárpatos hasta Rumanía junto a dos compañeros.

La policía ha levantado el precinto al mercado navideño de Magdeburgo y volvemos a ver gente caminando por la misma calle donde ocurrió el atentado. Hay cierta tensión en el ambiente y recogimiento. La ciudad sigue de luto y casi todos comparten la misma reflexión.

"Viéndolo a posteriori, igual se podría haber hecho algo más", Lo piensan los ciudadanos y, con mucho más pesar, la policía y la inteligencia alemana. Recibieron avisos del servicio secreto saudí de que el atacante se había radicalizado, con amenazas explícitas en redes sobre asesinar alemanes. También había sido condenado por amenazar con cometer delitos en 2013. Ya entonces habló de acciones con repercusión internacional y mencionó los atentados de Boston. La policía registró incluso su apartamento.

"Había publicado mensajes, también insultos y amenazas contra autoridades, pero no se le conocían actos violentos, que es siempre una señal de alarma", se defiende el jefe federal de la policía criminal.

El detenido se alojó varias noches en un hotel, se cree que para preparar el ataque, que está solo a diez minutos del mercadillo. Este domingo la policía ha registrado algunas estancias y visto las cámaras de videovigilancia. Él ya está en prisión y mientras, la ciudad de Magdeburgo sigue asimilando el dolor de cinco víctimas mortales, una herida que tardará tiempo en cicatrizar.

Foto: EFE/EPA/FILIP SINGER

La guerra no para en Navidad. Rusia está intensificando sus bombardeos sobre Ucrania, incluida Kiev, la capital, donde las sirenas antiaéreas vuelven a sonar. Los drones ucranianos también se adentran más en Rusia, con ataques como el de Kazán. El ejército ruso sigue ganando terreno. Ha anunciado la toma de dos nuevas localidades. Una en Járkov y otra en Donetsk. Cunde la idea de que las líneas del frente podrían congelarse cuando el presidente electo de EE.UU., Donald Trump, llegue a la Casa Blanca, y el presidente ruso, Vladímir Putin, aprieta para conquistar aún más territorios. En estos momentos, tiene invadido cerca del 20% de Ucrania.

Foto: La ciudad ucraniana de Toretsk, en la región de Donetsk (Ukrainian Patrol Police Department/Handout via REUTERS)

Es el momento del atentado en la ciudad alemana de Magdeburgo: un coche negro irrumpe a toda velocidad en el mercadillo de Navidad, repleto de gente, y arremete contra la multitud, intentando causar el mayor daño posible.

A punta de pistola, la policía detiene al conductor poco después. Es Taleb Abdulmohsen: psiquiatra, de 50 años, nacido en Arabia Saudí y asilado en Alemania desde 2016. Era conocido por sus posturas radicales contra el islam, religión de la que había renegado. Ya han registrado su casa y la clínica donde trabajaba.

Según el fiscal, el motivo podría ser su descontento por el trato a los refugiados saudíes en Alemania, a los que él ayudaba. Los investigadores creen que actuó solo. Su perfil en redes sociales da más pistas sobre su odio a los musulmanes y su extremismo. Llega a pedir la pena de muerte para Angela Merkel, a la que acusa de ayudar a islamizar Europa.

Alemania está conmocionada por este ataque a las puertas de la Navidad y de las elecciones anticipadas de febrero, en las que la inmigración es uno de los temas más candentes.

"Incomprensible", es la palabra que más repiten los testigos y los que han visitado el lugar del atentado. Entre ellos, el canciller Olaf Scholz, que califica el atropello de "demencial".

No es la primera vez que Alemania sufre una tragedia como esta. Hace justo ocho años, otro atropello masivo causó una masacre muy similar en un mercadillo navideño de Berlín. Entonces el autor fue un yihadista. Esta vez, al parecer, un islamófobo. Distintas motivaciones para un crimen igualmente brutal e injustificable.

Foto: EFE/EPA/FILIP SINGER