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Las protestas de los camioneros antivacunas canadienses se están propagando ya por el resto del mundo. En Francia, el movimiento contra las restricciones COVID se ha organizado en el ‘convoi de la liberté’, que surgió de forma espontánea el pasado miércoles.

Las concentraciones se han producido en ciudades como Niza, Perpiñán, Lyon o Estrasburgo, desde donde han empezado a hacer el camino con la intención de llegar a París el viernes por la noche para protestar a gran escala el sábado. La mayoría de los participantes tienen en común su insatisfacción con el gobierno de Macron; antiguos ‘chalecos amarillos’, ciudadanos contra la “tiranía médica” y otros sectores sociales que se sienten agraviados por razones laborales.

En París ya se les ha prohibido la entrada desde este viernes hasta el próximo lunes. Su intención es confluir en la capital francesa tras llegar desde distintas partes del país para marchar juntos a Bruselas. Allí buscan unirse a otros convoyes europeos en una macroprotesta contra el gobierno comunitario y sus mandatos respecto a la pandemia. A pesar de las prohibiciones, están dispuestos a desafiar a las autoridades.

Desde el 15 de enero, los franceses que no están inmunizados no pueden acceder a los interiores de espacios públicos. Un test negativo ya no vale como alternativa a la vacuna para entrar en restaurantes y otros lugares de ocio, lo que explica su descontento.

Desde que estalló la crisis en Ucrania, la política de comunicación de Estados Unidos ha seguido una estrategia clara: anunciar cualquier movimiento de tropas o los posibles planes de invasión rusos. Estados Unidos ha dado a conocer inquietantes cálculos de Inteligencia: que Rusia ha desplegado el 70% de las tropas que necesita para una invasión a gran escala y que 50.000 civiles pueden acabar muertos o heridos.

El secretario de Estado de Estados Unidos defiende que no están siendo alarmistas y que el antídoto contra la desinformación rusa es la información. Según los expertos, dar a conocer al público toda esta información complica el trabajo para Moscú.

FOTO: EFE/EPA/OLEKSANDER YESMANCHUK

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden,  ha asegurado este jueves que los ciudadanos estadounidenses que residen en Ucrania "deberían marcharse ahora" antes de que la tensión generada por la acumulación de efectivos rusos cerca de la frontera degenere en un conflicto abierto.

"Estamos lidiando con uno de los ejércitos más grandes del mundo. Es una situación muy diferente y las cosas podrían complicarse rápidamente", ha advertido Biden en una entrevista con en la cadena estadounidense NBC.

No obstante, Biden ha descartado desplegar tropas estadounidenses a suelo ucraniano. "Sería una guerra mundial en el momento en el que los estadounidenses y Rusia empezaran a dispararse los unos a los otros, sería un mundo muy diferente a este en el que hemos vivido", ha añadido.

Ni siquiera prevé el envío de tropas para una operación de evacuación de sus nacionales, como ocurrió en Afganistán. "¿Cómo lo haríamos? ¿Cómo los encontraríamos?", ha justificado. "Espero que si Putin es tan tonto como para entrar, sea lo suficientemente listo como para no hacer nada que impacte negativamente en ciudadanos estadounidenses", ha añadido.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden,  ha aconsejado este jueves a los ciudadanos estadounidenses que residen en Ucrania que se vayan "ahora" en el marco de las tensiones generadas por la acumulación de efectivos rusos cerca de la frontera ucraniana.

"No es como si estuviéramos tratando con una organización terrorista. Estamos lidiando con uno de los ejércitos más grandes del mundo. Es una situación muy diferente y las cosas podrían volverse locas rápidamente", ha dicho Biden en una entrevista con el presentador de la cadena estadounidense NBC, Lester Holt.

Por su parte, el secretario de Estado, Antony Blinken, ha insistido en este discurso pre-bélico y ha advertido este viernes de que Rusia podría invadir Ucrania "en cualquier momento, incluso durante los Juegos Olímpicos", que se celebran hasta el próximo día 20 en Pekín.

Por eso ha insistido en la recomendación del presidente de que todos los ciudadanos estadounidenses que se encuentren en suelo ucraniano "deberían irse ahora".

Según datos del Departamento de Estado, en octubre había 6.500 ciudadanos estadounidenses en Ucrania. Biden ha asegurado que no enviará tropas para rescatarles.

Foto: REUTERS/LEAH MILLIS

Los muros del antiguo hospital psiquiátrico de Semenivka, en las cercanías de Sloviansk, muestran la crudeza de los combates de 2014 cuando las milicias prorrusas se las arrebataron al gobierno ucraniano... Oleg, veterano del ejército soviético, nos cuenta que los separatistas lo vaciaron de pacientes para instalar en él un puesto de observación con ametralladoras... "Cualquier persona quiere ayudar a su país", nos dice Oleg que junto con otros compañeros localizó varias posiciones rusas en un mapa y consiguieron hacérselo llegar al ejército ucranianiano, lo que facilitó su reconquista...

...Esta zona de Sloviansk y Kramatorsk fue una de las más castigadas durante los enfrentamientos de 2014, al comienzo de la llamada guerra del Donbás, que dura ya 8 años. Pero en esta región muchos añoran el tiempo en el que estaban unidos a Rusia..."Con otro gobierno estaríamos mejor en Ucrania pero con este sería mejor pertenecer a Rusia", nos dice este hombre, que desaprueba la gestión del presidente Zelenski...Muchos aquí miran con recelo a la Unión Europea y prefieren reforzar sus tradicionales lazos con Moscú...

Empezamos con el anuncio de Emmanuel Macron de que Francia podría construir hasta catorce nuevas centrales nucleares de aquí al año 2050. Nos fijamos en las maniobras militares que ha iniciado Rusia en Bielorrusia y también en el Mar Negro, en la reunión entre Alemania y las tres repúblicas bálticas en torno a la crisis de Ucrania y también en las polémicas declaraciones del presidente de México con respecto a España y sus empresas. Entrevistamos a Yolanda Vega, portavoz de Amnistía Internacional, sobre un informe que ha desarrollado con el Foro Penal y el Centro para los Defensores y la Justicia de Venezuela sobre la política de represión aplicada por el Gobierno de Nicolás Maduro.

Losjefes del Estado Mayor de Estados Unidos y Bielorrusia, han hablado este jueves en plena crisis entre Rusia y Occidente para tratar la situación de seguridad y evitar malentendidos ante los despliegues militares rusos. LasFuerzas Armadas rusas han iniciado los ejercicios militares conjuntos en terreno bielorruso que se van a llevar a cabo hasta el 20 de febrero. Moscú insiste en la legitimidad de la operación, dice que respeta la legalidad internacional al ser maniobras en su propio territorio o en el de sus socios. La OTAN asegura que es el mayor envío de tropas al país desde la Guerra Fría y calcula que hay 100.000 soldados alrededor de las fronteras ucranianas.

Informa Víctor Paredes.

La caravana de vehículos contra las restricciones anti-COVID lleva casi dos semanas activa en Canadá y bloquea varias de las principales arterias de comunicación con los Estados Unidos. En Francia, los antivacunas tratan de imitar esta modalidad de protesta. Unos cientos de vehículos han salido de varias ciudades en dirección a París para después avanzar hasta la frontera con Bélgica. También se han producido fuertes protestas contra la vacunación frente al parlamento de Nueva Zelanda, con enfrentamientos con la policía que se han saldado con 120 heridos. En la mesa de corresponsales del informativo 24 horas, Sandra Urdín y Carlos Núñez profundizan en esta nueva ola de movilizaciones y bloqueos con los corresponsales de RNE en Washington (Fran Sevilla) y París (Antonio Delgado).

La alianza militar entre Moscú y Minsk, está más fortalecida que nunca. Desde hoy, Rusia y Bielorrusia empiezan unas maniobras militares conjuntas, las mayores de su historia, que se extenderán hasta el 20 de febrero. No solo sirven como exhibición de la fuerza de los dos países, sino que no hacen más que aumentar el temor de Kiev a una invasión rusa, en plena escalada de tensión con la Unión Europea y Estados Unidos.

El número exacto de tropas es una incógnita: Moscú no da cifras, solo dice que no superan lo permitido por el Tratado de Viena y asegura que Estados Unidos exagera diciendo que hay más de 100.000 soldados rusos a las puertas de Ucrania. Bielorrusia es el aliado más fiel con el que cuenta Rusia, un país que forma parte de la alianza militar de Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC). Habrá otros 20 simulacros conjuntos de este tipo a lo largo de 2022. El gran temor es que puedan utilizarlos como tapadera para atacar o invadir Ucrania en algún momento.

Rusia defiende que puede mover sus tropas dentro de su territorio como mejor le parezca y en el de sus aliados con su aprobación y que los ejercicios llevados a cabo son de naturaleza defensiva. Ucrania, por su parte, está desarrollando sus propios despliegues, que incluyen el uso de drones y misiles antitanques entregados por varios de sus socios extranjeros.