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Emmanuel Carrère es uno de los escritores franceses con mayor éxito. En su último libro, Yoga, hace, de nuevo, un viaje interior. Empieza en un centro para meditar yacaba en un psiquiátrico donde ingresa por depresión. Su idea inicial era hacer un libro amable sobre el yoga y la meditación -que lleva practicando tres décadas-, pero cogió otro rumbo a raíz de una serie de acontecimientos que marcaron de pronto su vida. Momentos como el atentado contra Charlie Hebdo, en el quemurieron varios amigos.

Tubo también una crisis personal, conyugal, que desembocó en una depresión profunda y le llevó varios meses a un hospital psiquiátrico. El libro, que iba a ser sobre el yoga, se convirtió en la narración de su dolorosa experiencia vital. Un viaje autobiográfico en el que encadena otros episodios como el tiempo que pasó ayudando a refugiados en la isla griega de Leros.

Apenas un 30% del pesonal médico y un 42% de los cuidadores franceses se ha vacunado. El ministro de Sanidad les ha pedido por carta que lo hagan, por ellos y los enfermos, pero si no siguen el consejo podría obligarles a hacerlo. El Gobierno francés centra sus esfuerzos en un mayor y más rápido despliegue de la vacunación, que es lo que permitirá salir del túnel, ha dicho el primer ministro. A mediados de mayo se prevé que haya 20 millones de franceses inmunizados, todos los mayores de 50 años. Y en la estretegia entran los farmacéuticos, que comenzarán a vacunar en las farmacias en un par de semanas. Francia mantiene la vigilancia, porque los contagios han aumentado en las últimas dos semanas y seis de cada diez nuevos casos son de la variante británica. [Última hora del coronavirus]

Foto: Un doctor en una unidad de cuidados intensivos del hospital Melun-Senart, cerca de París (REUTERS/Benoit Tessier/File Photo)

Lisa, la ganadora del concurso organizado por el Festival de Cine de Gotemburgo, cuyo premio consistía en viajar a una pequeña y remota isla sueca para, durante una semana y totalmente aislada, ver películas y vivir en la naturaleza, cuenta ahora su experiencia. Una propuesta de Íñigo Picabea.

Una cabina hermetica en la que gritar o cantar es lo último en detección de coronavirus, una alternativa más ludica para evitar los contagios. Se trata de un método más rápido y menos desagradable que las PCR pero que de momento está en pruebas. Su inventor, el holandés Peter van Wees, ha instalado la cabina junto a un centro oficial a las afueras de Ámsterdam para probarlo con voluntarios a los que pide elevar al maximo el tono de la voz segun les plazca, cantando o chillando. Un purificador de aire industrial recoge las partículas que se secan y se miden mediante un dispositivo de tamaño nanométrico, un proceso que dura tres minutos. El inventor explica que aspira a una precisión superior al 80 %, comparable a las pruebas PCR y apunta que de conseguirlo estarán "por encima de los estándares establecidos por la Organización Mundial de la Salud". Si el test es aprobado seria una alternativa rápida y fácil para detectar infecciones por coronavirus en el público antes de entrar en un concierto, en la universidad o en el aeropuerto. [Última hora coronavirus]

Foto: REUTERS/Eva Plevier

Por la mañana asisten a clase y por la tarde guardan cola para recibir comida de los bancos de alimentos. Es la situación que están viviendo miles de estudiantes internacionales en el Reino Unido. Se trata de veinteañeros, la mayoría procedentes de India, que estudian másteres universitarios de relaciones internacionales o comercio internacional yal no poder trabajar porque los establecimientos están cerrados por la pandemia se han quedado sin ingresos. “He pagado 14.000 libras por la matrícula y pago 400 libras de alquiler a la semana”, dice Angyca que hace cola cada semana para coger alimentos en el barrio de Southwark. El coordinador de este banco de alimentos asegura que atienden a cerca de 2.000 jóvenes a la semana. “Tenemos problemas para pagar la renta. Le he pedido al casero tiempo, pero nos ha dicho que no”, dice Monica en la cola.

Informa Sara Alonso, corresponsal de RNE en Londres

Un equipo de ‘En Portada’ ha estado en Nápoles para abordar a fondo ese reemplazo generacional al frente de la mafia napolitana, que ha derivado en una lucha sin cuartel por el control de los barrios de la ciudad. Y entrevista a varios integrantes de las llamadas babygangs, las bandas juveniles que ejercen el poder a base de armas, extorsión y venta de drogas y buscan nuevas líneas de negocio en tiempos de pandemia.