En su primer día como mandatario, Donald Trump tuvo que llegar agotado a la Casa Blanca después de tantas emociones. Primeras decisiones, bailes y anuncios por doquier durante su toma de posesión, como su deseo de cambiar el nombre del Golfo de México, que le sacó una carcajada a Hillary Clinton. Sin embargo, el público del nuevo presidente le llevó en volandas tanto a él como a su hijo, a quien le dedicaron un largo aplauso cuando su padre contó que le había ayudado a conectar con el voto de los jóvenes. Compartió protagonismo con uno de sus grandes apoyos, Elon Musk, que parecía un niño, el más feliz del planeta.
Foto: Reuters/Carlos Barria