Ha caído el 'Narco de la Wikipedia', conocido por explicar sus operaciones en internet. Era el cerebro de una de las mayores redes de narcotráfico en España. Tenía un patrimonio de 10 millones de euros y más de una tonelada de cocaína escondida en un velero.
Foto: POLICÍA NACIONAL
El cannabis es la sustancia ilegal más consumida en España. Una droga en torno a la que circulan muchas creencias y mitos erróneos, que reducen la percepción del riesgo.
Hace solo unas semanas, Alemania aprobaba la tenencia de cantidades reducidas de cannabis para consumo propio y la plantación también a pequeña escala, una forma, aseguran, de combatir el tráfico de esta droga en el mercado negro y de reducir los riesgos sanitarios.
En este contexto, Alfonso Herreros nos acerca a las distintas visiones del cannabis en nuestro país: desde las consecuencias de la adicción hasta su uso controlado medicinal.
La palabra esteroide porta una carga negativa que se intensifica cuando aparece acompañada del apellido anabolizante. Este binomio evoca una situación lóbrega que tiene que ver con el consumo de sustancias para modificar el volumen de los músculos. Sin embargo, sus rasgos dañinos no disuaden de su uso a muchos jóvenes, que desoyen las recomendaciones sanitarias y consumen estos potenciadores de la testosterona, ajenos al riesgo que conlleva. Sobre los esteroides y sobre cómo consiguió salir él de su tiranía ha charlado Alberto Garrido, exadicto, con Chema García Langa.
Nuestra compañera Alba Urrutia ha hablado con mujeres que fueron maltratadas y que todavía hoy arrastran las consecuencias de ello, incluso muchas sufren adicciones después de ese tipo de experiencias. Una palabra que usan todas es "evasión". “El consumo me hace evadirme del maltrato. Olvido lo que me está pasando”, explica Carmen, que lleva 14 años consumiendo cocaína. Es la vía de escape que encontró a 24 años de maltrato. 1 de cada 3 mujeres maltratadas por su pareja ha consumido alguna sustancia. La mayoría toman medicamentos pero muchas también alcohol u otros tóxicos ilegales: "No tienen un consumo recreativo de sustancias, hacen un consumo totalmente analgésico, anestésico, para quitarse todo ese dolor emocional", explica Miguel Martín, director de la Fundación Noesso.
Además, las mujeres maltratadas más propensas a caer en este tipo de adicciones son las que han sufrido violencia sexual o física, y sobre ellas cae un doble estigma: "Nadie nos entiende", relata Carmen, que quiere dejar el consumo de drogas atrás. "Tapan esta problemática o tiene esa presión familiar como la carga de los hijos y de los padres. Cuando piden ayuda, la piden en un momento muy extremo y con mucho deterioro psicológico”, explica la psicóloga Beatriz García.
El Purple Drank es una combinación que parece nueva, pero lo único que ha hecho es reaparecer entre los consumidores, prioritariamente entre personas jóvenes y vinculadas a determinado estilo de música. Esta es su historia y su realidad presente.
