Santa Marta, Colombia, acoge la cuarta cumbre entre los 60 líderes europeos y latinoamericanos. Pero esta foto, la de la última cita en Bruselas, hace dos años, no podrá repetirse. Ahora, la lista de ausentes es larga y sobrevuela la figura de Donald Trump.
Solo asisten 12 mandatarios. Las bajas del bloque latino van desde los progresistas de México y Chile, al ultra Javier Milei. Por el lado europeo, ni la presidenta de la Comisión, ni los líderes de Alemania, Italia y Francia. En el trasfondo: nadie quiere chocar con Trump.
En El Caribe, Estados Unidos mantiene un despliegue militar sin precedentes, en su cruzada contra supuestas narcolanchas de Venezuela. Y Gustavo Petro es blanco de sanciones por Washington por supuestos vínculos con el narcotráfico. "Fuerzas ajenas a la paz han querido que la cumbre fracase", escribía el colombiano en sus redes, y lanzaba otro dardo contra Trump: "Si el águila dorada ataca al cóndor, despiertan el jaguar, que son los pueblos americanos".
A última hora, el brasileño Lula confirmó su asistencia, dejando claro que "se discutirá sobre los buques de guerra estadounidenses en los mares de América Latina". En la agenda de la cumbre está la defensa del multilateralismo y la transición energética, digital y ambiental. Mientras, China expande su presencia en América Latina y varios de sus gobiernos han girado hacia una sintonía más cercana a Trump.
Foto: LUIS ACOSTA / AFP