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La Comunidad de Estados de África Occidental y la Unión Africana han enviado una misión de alto nivel a Costa de Marfil, con últimátum para Laurent Gbagbo: si no abandona el poder, intervendrán militarmente. Naciones Unidas prepara ya campamentos de refugiados en Liberia, a donde miles de marfileños han huido ya.

La situación en Costa de Marfil continúa bloqueada. El presidente saliente, Laurent Gbagbo, asegura que no va a ceder a las presiones de la comunidad internacional y de su rival Alassane Ouattara, para que abandone el cargo. En su discurso de año nuevo, transmitido por la televisión oficial, Gbagbo ha denunciado la que considera una tentativa de golpe de estado bajo la bandera de la comunidad internacional y ha prometido no ceder ante las presiones de su rival Ouattara, que le había dado de plazo hasta la medianoche para abandonar la presidencia. Sin embargo, Gbagbo ha tendido de nuevo la mano a Ouattara, reconocido presidente por la ONU y un buen número de países, asegurando que el tiempo de la guerra ha pasado y ahora es el tiempo del diálogo. La Unión Europea decidió el viernes ampliar la lista de sanciones a los colaboradores de Gbagbo, acordando prohibir la entrada en territorio comunitario a otras 59 personas. Por su parte, la ONU ha advertido al presidente saliente de que podría ser acusado de violación de los derechos humanos.

Los transportes y las tiendas de la capital marfileña, Abiyán, han echado el cierre ante la huelga general indefinida convocada por el candidato ganador. Los alimentos empiezan a escasear y algunos como la carne, la leche y el azúcar han duplicado sus precios. El caos y la violencia se adueña de las calles y un convoy de la ONU ha sido atacado cuando patrullaba uno de los barrios más populares de la ciudad.

Aumenta la preocupación de que el país camine hacia la guerra civil. La mediación de la Unión Africana para que el presidente Gbagbó reconozca su derrota en las elecciones del mes pasado ha fracasado y eso podría abrir la puerta a una intervención militar internacional.

La violencia y la tensión se recrudece en Costa de Marfil, donde Laurent Gbagbo sigue negándose a entregar la presidenta a Alassane Ouattara, ganador de los comicios del pasado 28 de noviembre. Un ataque de una turba contra un convoy de la Operación de Naciones Unidas en Costa de Marfil (ONUCI), en un barrio periférico de Abiyán, y el ataque a uno de los "cascos azules", que resultó herido con un machete, ha aumentado la tensión en el país, al borde de la guerra civil. Ya son 200 los muertos desde que se desató el conflicto.