La crisis del coronavirus ha provocado una caída de la confianza del consumidor europeo. Cae un 30% solo en este mes de abril España sufre la caída más fuerte solo por detrás de los Países Bajos. La confianza cae sobre todo en Servicios y comercio minorista. Tampoco existe confianza en la creación de empleo.
Tras cuatro horas y media de reunión, el Consejo Europeo volvió a no llegar a un acuerdo sobre cómo paliar los efectos económicos de la pandemia de COVID-19. Ahora le toca a la Comisión Europea presentar en los próximos días una propuesta concreta que explique cómo será el fondo que utilizarán los países. Ursula von der Leyen ha avanzado que irá vinculado al presupuesto comunitario, que los Estados deberán aumentar sus aportaciones a casi el doble y habla debillones de euros "entre préstamos y subvenciones". Esto último es lo que separa a los miembros: los países del sur quieren dinero a fondo perdido, mientras que los del norte defienden que se deberían dar préstamos que posteriormente serían devueltos. Charles Michel, presidente del Consejo, manifestó su "sensación real de que estamos ante un asunto urgente", mientras que Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, ha advertido a los países que se tomen el asunto en serio, pues la recesión será profunda y teme que lo que se haga sea poco y tarde. Asimismo, el BCE ha anunciado que comprará deuda de baja calidad para aliviar las cuentas de los países más afectados.
Hoy se celebra una reunión de los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 para tratar de decidir cómo financiar la salida de la recesión provocada por el coronavirus. España ha propuesto la creación de un fondo de reconstrucción dotado con un billón y medio de euros, que se distribuiría en función del impacto del coronavirus en cada país, y que serviría para relanzar la economía en los sectores más afectados, como el turismo o el transporte. No sería un rescate sino transferencias a fondo perdido vía presupuestos europeo y financiado con deuda perpetua, sin fecha de devolución. Es una vía intermedia que busca contentar a los extremos, es decir, a Italia y Países Bajos. El objetivo es que el dinero recibido no castigue las deudas de los estados más afectados. La propuesta ha sido bien acogida en Bruselas, pero algunos países siguen siendo reticentes a emitir deuda sin fecha de vencimiento y prefieren dar créditos y no transferencias a fondo perdido. Informan Sandra Gallardo y María Carou.
El eurodiputado del Grupo Socialista ve en la construcción, el turismo y la industria algunos de los sectores que tendrán que reconstruirse cuando la pandemia del coronavirus quede atrás.
Más de la mitad de los 189 países miembros del Fondo Monetario Internacional ya han solicitado asistencia financiera al organismo ante la emergencia por la pandemia del coronavirus. Analizamos el papel del Fondo y la situación económica mundial con el profesor de Economía de la Universidad Europea de Madrid César Lajud. Hablamos además de la evolución de la pandemia en Estados Unidos, en el Reino Unido y en Italia, donde nuestra corresponsal ha entrevistado al ministro de asuntos exteriores Luigi di Maio. Detallamos también el informe anual de Amnistía Internacional, y nos interesamos por Suecia, donde aumentan las críticas contra el gobierno por su respuesta a la COVID-19.
En declaraciones a Radio Nacional, el ministro de Exteriores italiano Luigi Di Maio ha explicado que "España juega un papel importantísimo en el futuro económico de Europa" y que la unión de ambos pueblos será fundamental para la negociación de los bonos de deuda compartida, algo que dice que no es para que otros países le paguen su factura, sino para poder establecer las condiciones de mercado que permitan a los países más castigados por el coronavirus gastar el dinero que requieran sus pueblos. "La solidaridad es la palabra clave para vencer", ha sentenciado Di Maio, que ha aceptado las disculpas de la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen, a las que ha calificado como "un acto de verdad que hace bien a todos".
La presidenta de la Comisión Europea ha pedido perdón a Italia por no reaccionar a tiempo ante el coronavirus. Dice Úrsula Von Der Leyen que no tuvieron en cuenta la voz de alarma de Roma, Ahora explica hay que poner en marcha un plan económico para poder salir de la recesión. Un plan que cuenta con una amplia mayoría.
"Solo podemos empezar el desconfinamiento poco a poco y paso a paso con las escuela" y, siempre, "a partir del cuatro de mayo", ha explicado Angela Merkel. Por su parte, el organismo dirigido por Ursula von der Leyen pide prudencia a la hora de levantar el confinamiento y que se amplien los test.
La Comisión Europea pide prudencia a la hora de levantar el confinamiento. Tambien que se amplien los test. La contención deberá mantenerse hasta que haya una vacuna.
El Eurogrupo ha llegado a un acuerdo sobre las condiciones de los préstamos que se van a dar a través del fondo de rescate: se concederán el dinero sin exigencias, siempre y cuando se destine para financiar gastos sanitarios de prevención y lucha contra el coronavirus y con el compromiso de los países de volver a la estabilidad financiera. De la línea de crédito, cada país podrá pedir como máximo lo equivalente al 2 por ciento de su producto interior bruto. Es un paquete de ayudas por valor de medio billón de euros con varias opciones para solicitar créditos. En primer lugar, 240 mil millones que saldrían del fondo de rescate para los Estados, 200 mil millones de euros de Banco de Inversiones para ayudar a las empresas y 100 mil millones de la Comisión para ayudar a los trabajadores. Todos los ministros de finanzas parecen estar conformes, aunque España e Italia han asegurado que seguirán exigiendo un mecanismo de deuda conjunta, a lo que no se hace mención en el texto del acuerdo. Informa Maria Carou.
Los ministros de Finanzas de los 27 no han sido capaces de ponerse de acuerdo sobre la respuesta económica a la crisis del coronavirus. Después de 16 horas de reunión, el atasco era evidente y el presidente del Eurogrupo, Mario Centeno, ha decidido aplazar el encuentro a mañana jueves. El principal escollo para el acuerdo son las condiciones de los préstamos que se ofrecen a los países más afectados. Los países del sur piden que la única condición para recibir el dinero sea la de que se destina a la lucha contra el coronavirus, pero Países Bajos quiere que esa ayuda esté condicionada a la aprobación de reformas estructurales. Además, España, Francia y, sobre todo, Italia reclaman un plan ambicioso a medio plazo con emisiones de deuda conjunta, algo que a lo que se niegan Alemania y Países Bajos alegando que sus contribuyentes no pueden acabar pagando lo que deben otros. Informa María Carou.