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Ephemera, dentro del Departamento de Bellas Artes y Cartografía de la Biblioteca Nacional, custodia más de 80.000 documentos que, en principio, no estaban pensados para perdurar: colecciones de calendarios murales, almanaques de bolsillo, felicitaciones de Navidad o envoltorios de caramelo. Es la sección más joven de la Institución y su contenido tiene igual o mayor valor documental que las obras de arte o los incunables.

La Biblioteca Nacional custodia un amplio fondo fotográfico encuadrado en el departamento de Bellas Artes y Fotografía. Las primeras fotos llegaron de la biblioteca real y hoy, entre positivos y negativos, el fondo contiene dos millones de piezas.

Dentro de la sección de Música Antigua, en su departamento de música y audiovisuales, la Biblioteca Nacional guarda mucho más que libros.

Para consultar los fondos de la Biblioteca Nacional, algunos de sus fondos al menos, ya no es imprescindible trasladarse hasta el imponente edificio en el Paseo de Recoletos de Madrid. Su biblioteca digital cuenta con 200.000 títulos muy representativos. Y son mucho más que libros.

Fue Mozart el que lanzó a la fama a Idomeneo, pero la historia de este personaje de la mitología griega viene de bastante más lejos. La Biblioteca Nacional ahonda en este personaje a través de una exposición.

Son muchas las personas jóvenes e innovadoras que trabajan en la Institución, renovándola, adaptándola a los cambios. Y esos cambios pasan por la tecnología, y, fundamental, la digitalización de sus archivos. Son ya más de 200 000 títulos a disposición de todos en la Biblioteca Digital Hispánica y la Hemeroteca Digital

Una de las más importantes colecciones de música rock en España se alberga entre los muros de la Biblioteca Nacional. Su origen está en una ley de 1957, la ley de Depósito legal, por la que se debe entregar al estado una copia de todos los materiales que se editen en España. Y entre estos materiales están, por supuesto, los vinilos.

Los amantes del cómic,  de cualquier época, también encontrarán su espacio en la Biblioteca Nacional. Algunos, ni siquiera podían imaginarse que lo fueran. La mirada de Enrique Bordes,  nos ayuda a descubrirlos a través de la Exposición Beatos, Mecachis y Percebes, celebrada en la Biblioteca Nacional en diciembre de 2018.

A principios de año, un número importante de autores entran en dominio público, es decir, quedan liberados de derechos de autor. La Biblioteca Nacional digitaliza sus obras, los estudia, selecciona los más destacados y los pone a disposición de todos para su consulta a través de la Biblioteca Nacional Hispánica.

Mucho han cambiado las costumbres que envuelven la Navidad, la forma, por ejemplo, en que enviamos felicitaciones o aquellas maneras de pedir el aguinaldo. De esos cambios podemos encontrar constancia en una de las colecciones de laBiblioteca Nacional, la más joven, la colección Ephemera, con 80.000 documentos impresos que solo el interés de algunos coleccionistas ha salvado de desaparecer.

En la Biblioteca Nacional podemos encontrar los dos primeros reglamentos de ajedrez que se conocerán en el mundo y que se elaboraron en la Península Ibérica. Nos lo cuenta el ajedrecista Eduardo Scala, comisario de la Exposición Ajedrez: arte de silencio, que se celebró en la Biblioteca Nacional en octubre de 2018

Nos vamos a la Biblioteca Nacional para conocer los Códices I y II de Leonardo da Vinci con los que la BNE conmemora el quinto centenario de la muerte del genio italiano. Nos detalla su contenido y su historia Elisa Ruiz, catedrática emérita de Paleografía y comisaria de la exposición que se puede ver en la sede de Recoletos.

Con ella repasamos también las otras 32 obras de la colección de la BNE que acompañan a los manuscritos y contextualizan la vida y las obras de Leonardo da Vinci; así como reconstrucciones de máquinas dibujadas en los códices por el maestro y de uno de los mayores proyectos que acometió: el enorme caballo diseñado para Ludovico Sforza.

Rollos de pianola, discos de pizarra, vinilos, vídeos, CDs están en el departamento de audiovisuales de la Biblioteca Nacional en su monumental archivo sonoro. En él hasta las películas pornográficas tienen su lugar.

Ephemera son los papeles de cada día, desde los envoltorios de los caramelos hasta los marcadores de libros. Materiales humildes que conviven con reconocidas obras de arte. En el caso de Ephemera las donaciones de los ciudadanos son fundamentales.

La Biblioteca Nacional es un auténtica caja de sorpresas. No sólo por lo que contienen sus libros. Entre sus muros se custodian los valiosos incunables de hace siglos, pero se rastrean también otras páginas: las efímeras páginas web.

La Biblioteca Nacional es una auténtica caja de sorpresas. No solo por lo que contienen sus libros. Entre sus muros se conservan otros muchos materiales que delatan las historias del pasado y el presente: desde manuscritos iluminados hasta las páginas web, pasando por fotografías, grabados, periódicos. Todo un mundo por descubrir