La reforma financiera obliga al sector bancario a aprovisionarse por 50.000 millones de euros para cubrir el riesgo inmobiliario. Hoy las tres mayores entidades financieras han anunciado que les corresponden algo más de 13.000 millones de euros. Santander, BBVA y Caixabank aseguran que cumplirán los requisitos.
El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha cifrado la caída del crédito registrada en España en la actualidad en torno al 10% y ha asegurado que esta contracción es una de las principales razones del deterioro de la economía. Según afirmó, la contracción del crédito explica que la intensidad de la caída de la actividad del Producto Interior Bruto (PIB) de España sea superior a la de otros países, donde esto no ocurre. Esa es una de las razones que "hacía ineludible actuar" a través de la reforma del sector financiero, ha defendido De Guindos en su primera comparecencia ante la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados. Sobre ella ha vuelto a señalar que la reforma persigue recuperar la confianza en las entidades para facilitar su financiación en los mercados y la canalización del crédito a familias y empresas.
El presidente de una entidad financiera controlada por el Estado no podrá cobrar más de 300.000 euros y 600.000 si sólo ha recibido ayudas públicas. La medida forma parte de la reforma del sistema financiero que ha aprobado el consejo de ministros.
El presidente de Bankia, Rodrigo Rato, que había cobrado 2.340.000 euros en 2011, se verá reducido a un máximo de 600.000 con la nueva normativa que limita las retribuciones a los directivos de la banca que hayan recibido ayudas públicas o que directamente hayan sido intervenidas. También se verá limitado a la misma cuantía la retribución de los coporesidentes de banca Cívica, el de CatalunyaCaixa, el de NovaGalicia y el de Unnim.
El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha detallado que en el caso de las entidades intervenidas, la alta dirección cobrará un máximo de 300.000 euros anuales, una cantidad que en el caso de los consejeros se reducirá hasta 50.000 euros. Esto significa un recorte salarial del 76% y del 66%, respectivamente, de acuerdo con la media del sector y afecta a los directivos de Banco de Valencia, Catalunya Caixa, Unnim y Novagalicia. Además no tendrán derecho a recibir retribuciones variables. En el caso de las cajas o bancos que hayan recibido ayudas públicas, los límites se fijan en 600.000 euros para presidentes, consejeros delegados y directores generales y 100.000 para los consejeros no ejecutivos, con independencia del número de consejos en los que participen. El tijeretazo oscila entre el 67% y el 65% de la media retributiva de estos directivos bancarios.
El Consejo de ministros aprobará hoy una reforma del sector financiero El Consejo de ministros aprobará hoy una reforma del sector financiero pensada para fortalecer la banca mediante un nuevo proceso de fusiones, poner en el mercado sus activos inmobiliarios y acabar con la actual sequía del crédito para familias y empresas.
Juan Fernando Robles, director del Instituto Superior de Técnicas y Prácticas Bancarias. Juan Fernando Robles, director del Instituto Superior de Técnicas y Prácticas Bancarias.
"Es posible que los pisos sigan abaratándose, el problema está en si existe una demanda real para esos pisos y si se van a vender en un plazo relativamente corto".
Los precios , explica, deberían ajustarse a las tasaciones que los bancos están obligados a realizar aunque el mercado suele ir por otro lado.
De cualquier manera, añade, el mercado va a tardar en absorber la cantidad de pisos que hay.
"Las entidades van a tener que hacer un gran esfuerzo para conseguir los 50.000 millones que el gobierno ahora les exige. El problema es de una magnitud enorme y la solución va a requerir varios años".
Aunque considera que esta reforma pueda tener una buena intención se muestra pesimista. El crédito esta cerrado por razones estructurales, dice, y va a ser muy difícil que se abra en un plazo corto. Hay otros mecanismos que se pueden poner en marcha (03/02/12).
La Patronal Bancaria asegura que los bancos están en situación de cumplir con los nuevos requerimientos de la reforma. Antes de conocerla el presidente del BBVA decía que la reforma es necesaria, y en Televisión Española Cándido Méndez opinaba que no aliviará la situación de las familias y las empresas.
Un año para sanearse y 4 meses para fusionarse. Son los plazos de la reforma financiera que hoy ha presentado el ministro de Economía, Luis de Guindos, y mañana aprobará el Consejo de ministros. Bancos y Cajas tendrán que reforzar sus cuentas con 50 mil millones de euros extra. El objetivo de la reforma es que fluya el crédito a la sociedad.
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha advertido de que la nueva reforma financiera del Gobierno puede provocar más despidos por impulsarse las fusiones entre entidades y que sigan desapareciendo las cajas, de las que ha dicho que son las que más créditos dan a las pymes.
El ministro de Economía, Luis De Guindos, ha explicado que con la reforma financiera que va a aprobar el Gobierno se ajustará la valoración de los activos inmobiliarios al precio de los mercados, lo que "debe facilitar la salida de estos activos" que ahora tienen las entidades y al mismo tiempo permite que "los ciudadanos se beneficien de unos precios más reducidos".
La reforma del sistema financiero del nuevo Gobierno del Partido Popular obligará a las entidades financieras a aumentar sus provisiones en 50.000 millones de euros, antes del 31 de diciembre de 2012, para cubrir la pérdida de valor de los activos inmobiliarios, lo que supone casi doblar las provisiones actuales que son de 66.000 millones de euros. El Gobierno, según lo avanzado este jueves por el ministro de Economía y Competitividad, quiere "incrementar de forma muy clara el saneamiento de los activos inmobiliarios". De Guindos ha avanzado que será un "proceso transparente" y habrá un tratamiento distinto por cada tipo de activo y "sin aportación de recursos públicos", ha matizado.
El Gobierno avanzará esta tarde las pincipales líneas de la reforma financiera que aprobara mañana el Consejo de Ministros. Un plan que obligará a la banca a aumentar sus provisiones para cubrir pérdidas de valor de los inmuebles y el suelo que están en sus balances, lo que se conoce como activos tóxicos. Habrá ayudas públicas pero no le costará dinero a los contribuyentes.
