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Las tropas francesas y malienses continúan con su ofensiva por el control del norte del país. Su objetivo es llegar a Tombuctú, bastión de los islamistas, que según las autoridades militares podría caer antes de un mes. Naciones Unidas ha advertido de que el número de desplazados y refugiados puede superar el millón en los próximos días.

El presidente francés, Fraçois Hollande, ha recordado que el peso de la misión contra los islamistas radicales en Mali lo llevará la coalición de países africanos, no Francia. En la ofensiva de estos días, las tropas africanas son las que aseguran el control de las poblaciones recuperadas a los yihadistas.

Las últimas noticias sobre el secuestro de las instalaciones de gas de Inamenas, en Argelia, llegan este martes sobre todo desde fuera del país. Muchos de los supervivientes liberados han vuelto a sus países y sus testimonios son estremecedores. En el ataque y la operación del ejército argelino para liberar la planta, murieron 38 trabajadores y 29 terroristas. Se incrementa también estos días la seguridad en todas las centrales de gas gestionadas por empresas extranjeras en Argelia ante nuevas amenazas del grupo que reivindicó el secuestro. Mientras el país hace balance y la opinión pública aplaude, casi sin fisuras, el papel de su ejército.

En Argelia parece que hay cifra oficial de muertos en la planta de gas de Inamenas. Serían 37 rehenes extranjeros y 29 yihadistas aunque pueden ser más porque todavía hay aún desaparecidos. Los datos los ha ofrecido dado este lunes el primer ministro argelino en su primera comparecencia ante la prensa.

El ejército de Mali y el ejército francés recuperan la ciudad de Diabali tomada por los yihadistas. La localidad que hace una semana tomaron los yihadistas, a 400 kilómetros de Bamako, la capital. Es el último éxito de la ofensiva aliada contra los militantes integristas.

LUIS MIGUEL ÚBEDA (Corresponsal de RNE en París).- El ministro de Defensa francés, Jean Yves Le Drian, ha confirmado que el objetivo de Francia en Mali es la reconquista total, no dejar bolsas. El ministro confirmaba, al término de una entrevista con sus familiares en el Elíseo, que los siete secuestrados franceses en Mali se encontraban bien.

Una columna de vehículos de transporte de tropas y avituallamiento franceses y malienses han entrado en la ciudad de Diabali este lunes, después de que los islamistas que la controlaban hayan huido.

El Ejército nacional y el contingente francés que le apoya parecen tomar así la iniciativa terrestre frente a los grupos armados que controlan el país desde junio de 2012.

Diabali, 350km al norte de la capital, Bamako, albergaba el grupo más numeroso de combatientes islamistas al sur de las ciudades de Mopti y Sevare, consideradas la línea del frente, hasta que los bombardeos franceses les obligaran a huir.

El enviado especial de TVE a Mali, Óscar Mijallo, informa de que los portavoces franceses y malienses aseguran ya que su objetivo es expulsar a todos los islamistas del norte del país y de las ciudades que controlan

Los combatientes que huyen se estarían refugiando en las zonas fronterizas con Mauritania y Argelia, donde se concentran los bombardeos de la aviación gala.

El número de rehenes muertos en el secuestro y posterior ataque a una planta de gas en Argelia se eleva ya a 48, según una fuente de seguridad argelina citada por Reuters.

Este domingo se encontraron los cuerpos de 25 personas y ahora se ha confirmado que todos eran rehenes.

El primer ministro argelino, Abdelmalek Sellal, comparecerá este lunes ante la prensa para dar explicaciones sobre la peor crisis de rehenes en décadas.

Según las cifras oficiales, 685 rehenes argelinos y 107 de diferentes naciones fueron liberados.

El ejército francés consolida sus posiciones en Mali. Y mientras tanto, llegan noticias de que un grupo separatista tuareg se ha declarado dispuesto a luchar junto a las tropas internacionales contra los islamistas. Apoyo popular masivo a la intervención extranjera y rechazo a los islamistas. Tranquilidad tras varios días de tensión y miedo.

Los camiones militares regresan a su base. Detrás de ellos quedan las incógnitas sobre lo que ocurrió durante casi cuatro días en la planta de gas de In Amenas, una de las más estratégicas de Argelia. A pocos kilómetros vemos las primeras muestras de la masacre, coches de guardias de seguridad tiroteados en un enfrentamiento con los terroristas. Llevaban un auténtico arsenal. Muchos de los que no pudieron huir murieron. Según fuentes militares, los últimos rehenes fueron asesinados por los secuestrados. Aunque el gobierno argelino no ha dado detalles de la operación militar, el ministro de asuntos exteriores ha dicho que la crisis de los rehenes se ha resuelto de forma responsable y que la experiencia de las fuerzas especiales ha evitado una tragedia.

"La opinión popular es de tranquilidad, gracias a los franceses, y sobre todo esperando más apoyos, porque esta gente está muy preparada", asegura Teresa, una española en Mali.

En Argelia, el balance de muertos en el complejo de gas ha tenido que ser revisado. Al día siguiente del ataque final del ejército argelino, se han encontrado en la planta de In Amenas 25 cuerpos. El Gobierno de Argel habló ayer de 23 rehenes y 32 terroristas muertos.

El secuestro en la planta de gas de In Amenas se ha cobrado las vidas de 23 rehenes y de todos los secuestradores. El gobierno argelino ha hecho público el balance. Con el asalto del ejército a la planta de gas de In Amenas, Argelia ha mantenido su política de no negociar con los terroristas, aún a costa de un elevado número de víctimas. Estas imágenes de la televisión argelina, muestran varios cadáveres tras los enfrentamientos con los asaltantes.