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40 años sin Félix Rodríguez de la Fuente

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Félix Rodríguez de la Fuente con un lobezno durante la grabación de 'El hombre y la Tierra'.
Félix Rodríguez de la Fuente con un lobezno durante la grabación de 'El hombre y la Tierra'.

La influencia de Félix Rodríguez de la Fuente, considerado ampliamente como el más importante divulgador ambientalista español, perdura con fuerza 40 años después de su trágico accidente mortal en Alaska. Pionero en la defensa de la naturaleza en nuestro país, realizó documentales para RTVE que forman parte de lo mejor de la historia de nuestra radio y televisión: su serie más ambiciosa y conocida fue El hombre y la Tierra.

Aullando con lobos

Licenciado en Medicina y autodidacta en Biología, Rodríguez de la Fuente fue un personaje polifacético de gran carisma con intereses intelectuales y aficiones muy diversas, desde la cetrería hasta el deporte pasando por la Antropología y la Etología (en este ámbito se destacó como un gran estudioso del comportamiento de los lobos ibéricos, a los que llegó a conocer muy bien).

Félix nació el 14 de marzo de 1928 en la pequeña localidad de Poza de la Sal, al norte de Burgos. Su padre fue su propio profesor hasta que cumplió los diez años, cuando comenzó su enseñanza reglada en un colegio de la cercana Vitoria. Ello le permitió dedicar muchas horas del día a aventurarse por el campo y familiarizarse con su flora y fauna desde bien pequeño.

De odontólogo a ambientalista

En 1957 terminó sus estudios de Estomatología en Madrid. Llegó a ejercer de odontólogo un tiempo en la capital de España, sin descuidar su gran pasión por la cetrería (nacida al ver de niño a un halcón capturando a un pato). Ya a principios de los 60 abandonó la profesión médica para entregarse de lleno a la cetrería y la divulgación científica.

En 1967 comenzó a colaborar con la revista Blanco y Negro, donde publicó interesantes artículos sobre fauna. Entre 1968 y 1974 realizó la primera de sus grandes series, que le darían reconocimiento mundial especialmente en la comunidad hispanoparlante: El planeta azul. Rodada en blanco y negro, se llamó en una primera etapa Fauna y, luego, Vida salvaje.

En 1973 inició su colaboración en RNE con el programa La aventura de la vida, que se emitiría semanalmente cada jueves, durante los siguientes siete años, hasta alcanzar más de 350 ediciones. Para RNE también colaboraría con programas como Planeta agua (puedes verlo también a la carta dentro de La aventura de la vida) y Objetivo: salvar la naturaleza.

Muere Félix Rodríguez de la Fuente (1980)

Entre 1975 y 1980 realizó su producción más famosa, El hombre y la Tierra, dividida en tres partes: la sudamericana, la ibérica y la norteamericana. La serie sudamericana se filmó en Venezuela, el Orinoco y el Amazonas; aunque en principio solo se iban a rodar ocho capítulos, se ampliaron finalmente a 18.

La serie ibérica constó de tres partes y una cuarta inconclusa. Por último, de la serie norteamericana solo se pudo filmar la parte canadiense y dos capítulos en Alaska. Su rodaje supuso todo un reto: se grababa en el formato de cine de 35 milímetros, para lo que había que transportar pesados equipos de filmación. La sintonía, compuesta por Antón García Abril, se ha convertido en todo un clásico.

Esta es la mítica y famosa sintonía de la serie 'El Hombre y la Tierra' creada por Antón García Abril. Cada vez que esta sintonía sonaba en TVE, todas las cabezas se giraban para ver el comienzo de la mejor obra de Félix Rodríguez de la Fuente

La serie se convirtió en un referente mundial y se consiguieron imágenes impactantes que dieron la vuelta al mundo. Quizás la más espectacular y recordada sea la caza de un muflón por un águila real (véase a partir del min. 17:03). La serie se emitió en numerosos países, con gran éxito de audiencia, y cosechó premios tanto en España (Ondas, Antena de Oro) como en el extranjero (Festival de Televisión de Montecarlo).

Félix Rodríguez de la Fuente, la vida de un naturalista

Su vida, en imágenes

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Félix Rodríguez de la Fuente perdió la vida el 14 de marzo de 1980 en Alaska, junto a otros dos compañeros de equipo (Teodoro Roa y Alberto Mariano Huesca), tras estrellarse la avioneta con la que se dirigían a filmar una célebre carrera de perros. Era precisamente el día en que cumplía 52 años. Moría el hombre, pero su huella sigue luminosa en nuestro Archivo y en la memoria de millones de españoles.