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No éramos únicos. Ahora lo somos

  • Nuevos datos aseguran que los humanos son definitivamente especiales y únicos
  • Michael Gazzaniga nos muestra las diferencias más llamativas con el resto de animales
  • Redes, emitido el domingo, 19 de febrero, en La 2

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Redes - No éramos únicos. Ahora lo somos

RedesEduardo Punset y su equipo han logrado demostrar que ciencia y entretenimiento se pueden unir para que en este tercer milenio la ciencia, por fin, irrumpa en la cultura popular.

El programa se emite en La 2, todos los domingos, a las 21:30 horas; y se repite los domingos, a las 3:15 horas, y los jueves, a las 13:00 horas.

y en el Canal 24 horas, según el siguiente horario:

  • Los jueves, a las 15:00 horas
  • Los viernes, a las 21:00 horas
  • Los sábados, a las 10:30 horas

Antes de aceptar que todos los seres vivos venimos del mismo antepasado común, el ser humano se creía único entre las criaturas del planeta, alentado sobre todo por la influencia de dogmas y religiones.

Y hoy, cuando parecía ya acabada la época de creerse el centro del mundo, varios científicos, con nuevos datos sobre nuestro cerebro y sobre nuestro comportamiento aseguran que los humanos son definitivamente especiales y únicos.

Michael Gazzaniga, abanderado de estas ideas, nos hace un recorrido en este programa de Redes por las diferencias más llamativas con el resto de animales.

Lo que cambiará y está cambiandoes nuestra idea sobre quiénes somos.

Michael Gazzaniga

Eduard Punset:

Yo no digo que he pasado una década, es que he pasado dos décadas, o a lo mejor hasta tres décadas, oyendo a mis amigos científicos decirme una y otra vez que la condición humana era una cuestión de grado, o sea que, con relación al resto de los animales, es verdad que nos habíamos diferenciado, pero que nos habíamos diferenciado algo, por algo.

Y decían: «pues a lo mejor es el tamaño del cerebro»… luego, cuando se vio que eso no era verdad, dijeron: «bueno, pues a lo mejor ha sido gracias al lenguaje, luego se dice: «bueno, no, no, tampoco, porque hay otros animales que hacen algo parecido…»

se iban desmoronando una tras otra las barreras que nos separaban del resto de los animales

Total, que se iban desmoronando una tras otra las barreras que nos separaban del resto de los animales.

Pero resulta que el gran neurólogo Gazzaniga nos dice ahora, nos dices que somos únicos, y que realmente no es una cuestión de grado (me refiero a nuestra diferencia con el resto de animales).

En primer lugar, ¿es verdad? ¿Sigues creyéndolo, aunque la mitad de la comunidad científica todavía no lo acepte?

Y luego, si suponemos que es cierto, que tienes razón, ¿cuáles son los motivos que lo explican?

Somos únicos

Michael Gazzaniga:

Sí que somos únicos. Nunca verás a una rata disfrutando de un partido de béisbol, ni a un par de chimpancés pilotando un avión.

hay muchas cosas que se pueden apuntar para ayudar a entender esta diferencia

Las diferencias me parecen evidentes y, en cuanto a los motivos, para saber por qué suceden estas cosas se han estudiado las razones estructurales (porque tal vez los cerebros sean distintos de algún modo) y efectivamente hay diferencias, tanto en las pautas de los circuitos cerebrales, como en los tipos de neuronas y en algunas zonas concretas del cerebro… así pues, hay muchas cosas que se pueden mencionar, y nadie sabe cuál es la más importante en este momento del análisis, pero hay muchas cosas que se pueden apuntar para ayudar a entender esta diferencia.

Eduard Punset:

¿Y qué hay de la primera cosa que dijeron los científicos, es decir, el tamaño del cerebro? Al parecer tenemos un cerebro mucho más grande en relación con nuestro peso… Mucho más grande que el resto. ¿Qué hay de eso? ¿Sigue siendo un argumento válido, o podemos desecharlo?

Michael Gazzaniga:

En mi opinión, el tamaño del cerebro humano es un argumento limitado, porque sabemos, gracias a estudios en los que he participado, estudios del cerebro, que podemos estudiar un cerebro humano de tamaño completo (de unos 1.350 gramos) y desconectar los dos hemisferios para que no se comuniquen entre sí…

Eduard Punset:

Has trabajado en este tema concreto…

La clave está en el circuito

Michael Gazzaniga:

Sí, le he consagrado la mayor parte de mi vida. Pues bien, si hacemos lo anterior, y analizamos lo inteligente que es el hemisferio desconectado, que ahora ya no puede recurrir a otro hemisferio completo para solucionar problemas, resulta que no hay cambios, apenas hay cambios significativos en la capacidad de un hemisferio para resolver un problema que está en su dominio resolver, por lo que uno empieza a pensar que el tamaño cerebral no es la clave: la clave tiene que estar en el circuito, en las diferentes interconexiones, en la organización de los circuitos dentro de un hemisferio y dentro del cerebro; eso es lo fundamental, y no solamente el peso del cerebro.

la clave tiene que estar en el circuito, en las diferentes interconexiones

Eduard Punset:

Pasemos a otro argumento que se ha utilizado también, y es que no solamente nosotros podemos hablar y comunicarnos, porque los animales también tienen una especie de lenguaje. ¿Crees que ya no podemos utilizar el lenguaje como un rasgo que nos diferencie del resto?

Michael Gazzaniga:

Los animales tienen habilidades comunicativas que se conocen bien y se han estudiado: tienen maneras de advertir a otros animales de un grupo social sobre qué hay que hacer en determinada circunstancia; pero la complejidad del lenguaje humano no tiene parangón, ni siquiera entre los chimpancés.

la complejidad del lenguaje humano no tiene parangón, ni siquiera entre los chimpancés

Nuestra capacidad de habla completa, que implica la posibilidad de subordinar frases y utilizar metáforas no se asemeja a nada existente en el mundo animal. Sin embargo, no creo que sea el rasgo que nos diferencie.

Una manera de constatarlo es estudiar un enfermo de Alzheimer, un paciente con Alzheimer, con demencia: veremos que hablan bien, pero que si luego ponemos a prueba su capacidad cognitiva ahí sí que tienen carencias.

Por tanto, los sistemas cerebrales que permiten una cognición fácil y fluida (y que todos los humanos tenemos) parecen tener lugar en otros sistemas independientes del lenguaje, porque el Alzheimer parece atacar estas operaciones cognitivas, pero no…

Eduard Punset:

No el lenguaje en sí mismo.

Michael Gazzaniga:

¡No el lenguaje en sí mismo!

los chimpancés pueden utilizar una especie de zapatos o paraguas para protegerse

Eduard Punset:

Otra cosa, otro pilar que se ha desmoronado y que ya no tenemos es el siguiente: durante muchos años, muchas décadas, se decía que éramos diferentes porque podíamos construir cosas. ¿Sabes? Se suponía que ésa era la diferencia, pero luego observé con mis propios ojos cómo un primatólogo (un científico amigo mío) me mostraba que los chimpancés pueden utilizar una especie de zapatos o paraguas para protegerse.

Y me dijo: «¿Ves? ¡Ellos también pueden construir herramientas!»

Las diferencias entre especies

Michael Gazzaniga:

Siempre podemos encontrar ejemplos en los que un animal que es capaz de hacer algo o de usar una herramienta, y luego nosotros, al mirarlo, generalizamos: «¡claro! ¡Eso significa que utilizan herramientas para todo!

El chimpancé puede cascar una nuez, eso lo sabemos, se ha estudiado y se ha observado; pero generalizar esas habilidades a otros dominios en los que resultan útiles las herramientas ya es otra cosa.

¿Por qué no se generaliza a otros dominios? Otro ejemplo reseñable es el del célebre psicólogo David Premack, que ha demostrado que un chimpancé puede abrir una nuez con una roca, ¿sí?

Eduard Punset:

Sí.

¡Otra diferencia entre nosotros y los chimpancés parece ser que ellos no lo enseñan!

Michael Gazzaniga:

Pero ahí tenemos a una hembra haciéndolo, y su cría está sentada ante ella, ¿sí? Pues la madre no hará ningún intento de enseñárselo a la cría. ¡Otra diferencia entre nosotros y los chimpancés parece ser que ellos no lo enseñan!

No hay ningún instinto de enseñárselo a las crías para que lo aprendan.

Eduard Punset:

Es increíble.

Michael Gazzaniga:

Sí. Es otra gran diferencia. Lo que pasa es que es muy fácil entrar en Google y ver un montón de ejemplos en animales que parecen emparentados con nosotros, pero… ¡bingo!

En los seres humanos la cosa se dispara, porque nosotros tomamos esas características y las aplicamos a todo tipo de situaciones.

Eduard Punset:

Claro… vayamos ahora un paso más allá, hacia la socialización del ser humano, donde puede que se halle parte de la respuesta a la pregunta sobre si somos únicos o no. Se han estudiado los grupos humanos, y al parecer nos sentimos cómodos y podemos gestionar unas 150 personas a nuestro alrededor.

Michael Gazzaniga:

Exacto.

El grupo social

Eduard Punset:

Veamos pues las diferencias, si las hay, entre los seres humanos y el resto de animales en lo referente al trabajo en grupo.

Michael Gazzaniga:

Hasta esta cifra, 150 individuos, podemos hacer un seguimiento de todas las relaciones sociales, tanto positivas como negativas, ver quién cuida a quién, etcétera.

el tamaño de nuestro cerebro está relacionado con el tamaño del grupo social que podemos gestionar y controlar… en nuestro caso, de 150 miembros. Es la unidad humana

Y la hipótesis social es que el tamaño de nuestro cerebro está relacionado con el tamaño del grupo social que podemos gestionar y controlar… en nuestro caso, de 150 miembros. Es la unidad humana. Ya se verá si habrá o ha habido algún…

Eduard Punset:

¿Factor decisivo?

Michael Gazzaniga:

Algún cambio… no, si está cambiando como consecuencia de los nuevos medios sociales… Ya veremos si la manera en la que la gente se une para formar un grupo social se ha revolucionado tanto que puede haber cierta repercusión en el tamaño de los grupos sociales humanos… la verdad es que todavía no lo sé.

Eduard Punset:

Pasemos ahora a lo que tal vez nos diferencie en realidad.

Algunos científicos lo han afirmado, y tú has dicho algo parecido… me refiero a que nuestro intelecto superior surgió cuando nos volvimos realmente sociales, y que estar en contacto con los demás (tal vez por vivir tan cerca) ha sido lo que nos ha hecho diferentes. ¿Qué crees? ¿Es cierto que basta con eso?

Michael Gazzaniga:

Solamente te pido una reflexión: piensa en las últimas 24 horas de tu vida.

Y ahora pregúntate qué porcentaje de ese tiempo has dedicado a pensar en temas sociales.

Descubrirás que ha sido alrededor del 99% del tiempo. ¿Cómo estará tu mujer? ¿Y tu hijo? ¿Y la persona que trabaja contigo? ¿Cuál es su intención? ¿Les vas a gustar? ¿Qué piensan? ¡No puedes desactivarlo!

Constantemente conjeturamos sobre el estado mental de los demás en relación con nuestro bienestar. ¡Y no dejamos de hacerlo!

Tras percatarnos del increíble poder que tiene plantearse nuestras interacciones sociales en el día a día, queda claro que el cerebro humano tiene que estar tremendamente comprometido con ese proceso.

Lo que intentamos descubrir ahora es cómo calculamos nuestra posición respecto al resto, cómo sabemos cuál es la intención de los demás… o cuál es nuestra postura moral respecto a un planteamiento que nos hacen.

Y en la actualidad podemos investigar dónde suceden estos procesos en el cerebro y qué circuitos entran en juego, si funcionan con normalidad... La capacidad de descubrir el estado de ánimo de otra persona es exclusivamente humana: hay algunas pruebas (poquísimas) de que los chimpancés pueden plantearse qué pensarán los demás chimpancés, pero es un pensamiento de muy bajo nivel, no es igual que el nuestro.

El sueño del arte

Eduard Punset:

Otro argumento que he escuchado, incluso antes de que tú explicaras tan bien por qué somos únicos, es que los humanos somos los únicos seres artísticos, que el resto de animales no siente el arte como nosotros. ¿Es verdad?

Porque a veces parecería que no… me viene a la cabeza ahora un pájaro, no recuerdo cuál, creo que era de Australia o Nueva Zelanda… era un pájaro que construía una especie de alfombra con flores, una alfombra preciosísima para recibir a su pareja, creo, y podría pensarse que tiene cierto sentido artístico.

¿Qué diferencias hay ahí?

tenemos una avidez increíble por el arte

Michael Gazzaniga:

Bueno, tal vez a nosotros nos parezca artístico, ¡pero dudo mucho que se lo parezca al pájaro! Nosotros tenemos una avidez increíble por el arte, nos atrae mucho, ya sea una historia narrativa, una historia de ficción, un cuadro o lo que sea.

En cierto modo, es como si nos preparara para lo desconocido.

¿Por qué nos gusta tanto la ficción, por qué nos atrae tanto lo ficcional?

En parte, si sucede así es porque nos prepara para lo inesperado, nos permite haber practicado mentalmente la manera de afrontar una situación nueva mediante la ficción…

Eduard Punset:

Como los sueños, en cierto modo…

Michael Gazzaniga:

Sí, exacto, como los sueños. Es una de las grandes maravillas y explica el porqué de nuestra atracción por el arte.

Otro motivo es que el arte nos brinda una capacidad metafórica fabulosa, porque constantemente nos ponemos a pensar en algo siguiendo la vía lógica y nos quedamos atascados, sin saber hacia dónde tirar. Y de repente se abre otra posibilidad argumental…

Eduard Punset:

¡Exacto!

Michael Gazzaniga:

Una metáfora… y la adoptamos y aplicamos a aquello que nos ha dejado totalmente paralizados, y nos percatamos de que se puede analizar de un modo distinto, desde otro ángulo.

Por consiguiente, ambas cosas se ayudan mutuamente, y no me sorprende en absoluto que tengamos una maquinaria cognitiva tremenda, la maquinaria social, pero también el deseo de acercarnos a cosas que en realidad son una ficción… eso sí, una ficción que nos ayuda no solamente para el futuro sino también para abordar nuestra vida cognitiva actual.

El futuro

Eduard Punset:

Analicemos otra cosa sobre la que me consta que sabes mucho. Me refiero al futuro. ¿Hacia dónde nos dirigimos?

Si creemos (y creo que es el caso) lo que dijo Gordon Moore sobre el número de transistores en los circuitos integrados que, para lograr rentabilidad, van aumentando a un ritmo determinado…

Pues bien, ¿qué hay de los ciborgs? Hace poco, en Estados Unidos, conversamos con un cardiólogo sobre la medicina inalámbrica, que es realmente muy diferente del tipo de medicina que conocemos hoy en día.

Además, Kurzweil y otros científicos sugieren que en 30 ó 50 años los ordenadores serán más inteligentes que nosotros. ¿Qué opinas? ¿Seguiremos siendo únicos, o los únicos serán los ciborgs, o los ordenadores?

Lo que cambiará y está cambiando es nuestra idea sobre quiénes somos

Michael Gazzaniga:

Ya hay muchos ciborgs, si tenemos en cuenta las neuroprótesis y demás. O los pequeños dispositivos que nos ayudan.

Ahora los utilizamos muchísimo para nuestro sistema de memoria y, como resultado, si tenemos que recordar cosas sin ayuda tenemos dificultades, así que ya está sucediendo.

Sin embargo, no creo que se vaya a girar en nuestra contra; más bien me parece que seguiremos adaptándonos a todos estos cambios a nuestra propia manera inteligente y los utilizaremos para los propósitos y motivaciones de la condición humana.

En el futuro lejano quién sabe, pero en lo que concierne a la vida en los próximos cincuenta o cien años, creo que eso es todo.

Lo que cambiará y está cambiando es nuestra idea sobre quiénes somos.

Ahí sí que tenemos que estar atentos. Organizamos nuestra sociedad en función de lo que creemos…

Eduard Punset:

…que somos.

será necesario empezar a apreciar nuevas cosas sobre la condición humana

Michael Gazzaniga:

…que es el ser humano. Y a medida que eso cambie, con nuevas exigencias y varios tipos de ética, con una nueva constatación de que quizá eso es todo, que vivimos en un mundo secular y somos productos de la evolución, etcétera; a medida que estas ideas vayan cuajando, no en las generaciones más mayores, porque ellos están tan aferrados a sus convicciones que pueden rechazar los nuevos descubrimientos e ignorarlos, pero la generación que viene sí que es plenamente consciente de todo y se siente cómoda con ideas que a tus padres y a los míos les habrían horrorizado… a medida que todo esto vaya pasando, veremos que será necesario empezar a apreciar nuevas cosas sobre la condición humana, y convencerse de que eso es lo que hace que la vida merezca la pena. ¿Sabes?

La noción de otra vida desaparecerá

La noción de que estamos aquí simplemente como preámbulo de otra vida desaparecerá.

La noción de que estamos aquí simplemente como preámbulo de otra vida desaparecerá

Eso sí que se acabará en los próximos cien años. Y con esto no quiero decir que no pueda haber respuestas espirituales o cosas parecidas a la religión que ayuden a las personas en tiempos difíciles… Eso…

Eduard Punset:

Ayuda en la felicidad…

Michael Gazzaniga:

Ayuda, está bien. No tengo ningún problema con eso.

Sin embargo, si observamos a los jóvenes veremos cómo van cambiando por la acumulación de conocimiento humano, creo que es un proceso sutil pero continuo, así que…

Eduard Punset:

…hay que estar atentos.

Michael Gazzaniga:

Sí, hay que observarlo.