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Antecedentes

El "Nuevo Colón"

El mundo mágico del Teatro Colón (por Ángel Fumagalli)

Un paseo por el exterior y el interior

El Salón Dorado

Otros datos

Un paseo por el exterior y el interior.

El exterior es imponente pero no grandioso. No podría darse síntesis más acabada del eclecticismo con que fue encarada la arquitectura del Teatro, en la que se ensamblan de manera tan natural, tan coherente y tan armoniosa estilos diversos, incluyendo en la fachada rasgos del neogriego. El gran hall de entrada, con su magnífico mármol de Verona, sus notables estucos símil mármol, los vitrales de la cúpula y la escalinata que conduce al foyer de plateas; el foyer de los bustos y el llamado Salón Dorado, en el piso noble, son dechados de lujo y refinamiento. La sala en forma de herradura cumple con las normas más severas del teatro clásico italiano y francés.

La excelencia de la acústica ha sido objeto de internacional reconocimiento. El confort es quizá el mayor que pueda ofrecer sala alguna entre las más relevantes del mundo entero. El recinto cuenta con veintidós filas de platea (632 asientos) y siete niveles que se elevan a 28 metros de altura, con un total de 120 palcos, cazuelas y tertulias. El sexto y séptimo niveles, corresponden a localidades generales incluyendo las de pie.

La capacidad total de la sala es de cerca de 2.500 espectadores sentados y unos novecientos de pie. En el curso de los últimos treinta años se han realizado en el edificio obras de ampliación y remodelación (luminotecnia de última generación, aire acondicionado, escenotecnia) como camerinos, construcción de un subsuelo de tres plantas, la más baja a catorce metros de profundidad desde el nivel de la calle... Allí están reunidas las salas de ensayo de orquesta, coro y ballet. Un escenario que repite las proporciones y el diseño del escenario de la sala, uno de los más grandes entre los teatros de primer orden (35 metros de ancho por 34,50 de profundidad).