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Cómic

Un cómic celebra el centenario de 'R.U.R.', la obra teatral que acuñó el término "Robot"

  • Hablamos con su joven autora, la checa Katerina Cupovâ
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Detalle de la portada de 'R.U.R.'
Detalle de la portada de 'R.U.R.'

En 2021 se cumplió el centenario de la primera representación de R.U.R. (1920), la famosa obra teatral de ciencia ficción escrita por el checo Karel Čapek. Una de las obras más influyentes del género y que acuñó el término “robot”. Y para celebrar este centenario, la joven dibujante Katerina Cupovâ (Ostrava, Chequia, 1992) ha realizado una fantástica adaptación de la obra original al cómic: R.U.R. (La Cúpula). Una obra por la que ha sido nominada a los premios Muriel del cómic de su país.

La novela está ambientada en una empresa que construye humanos artificiales orgánicos (desde la perspectiva actual serían más androides que robots). El objetivo de estos robots es aligerar el trabajo de los seres humanos. Pero estos hombres artificiales tienen el don de pensar y acabarán rebelándose contra la humanidad.

Katerina nos comenta por qué ha querido adaptar esa obra cumbre de la ciencia ficción: “Creo que la novela trata un tema muy actual y por eso he querido acercarla a los lectores de hoy en día. Y además coincide con ese centenario de la primera representación de la obra”.

Portada de 'R.U.R.'

“Una comedia sobre la verdad, que es muy actual”

Más allá de ser una de las obras fundacionales de la actual ciencia ficción, Katerina destaca que: “Para mí R.U.R. es una comedia sobre la verdad. Así la definía el propio autor. En la obra los robots aparecen como la solución a los problemas de la humanidad, pero acaban yéndoseles de las manos y convirtiéndose en un problema en sí mismos”.

“Lo que más me gusta es que en la obra hay opiniones muy diversas sobre esos robots –añade-, ya que hay gente que los ve como grandes avances tecnológicos y los percibe como una cosa buena, mientras que otros los señalan como un castigo de dios, porque son religiosos…. Hay opiniones muy variopintas y eso podríamos extrapolarlo a cualquier problema actual en el que haya distintas opiniones y acabe yéndose de las manos a la gente”.

La lucha de clases también es otro de los grandes temas de R.U.R. “Su audaz tratamiento de ese tema y de otros como el comunismo, hicieron que tuviera un enorme éxito –asegura la autora-. La lucha de clases es el catalizador de la historia y los protagonistas, que son de clase alta y viven en una especie de burbuja, no ven lo que ocurre en el mundo real. Están como aislados del resto del mundo. Como sigue sucediendo en la actualidad”.

Página de 'R.U.R.'

Más androides que robots

El título de la obra (R.U.R. ), hace referencia a Rossumovi univerzální roboti (Robots Universales Rossum), el nombre de la compañía que fabrica las máquinas en la obra. Y la palabra robot la inventó el hermano del autor, Josef Čapek (1887-1945), a partir de la palabra checa "robota", que significa "esclavo". El término robot sustituiría al de “automat”, que había empleado el propio Josef en el relato corto de 1917 Opilec (El borracho).

La gran aportación de R.U.R. es que esos robots estaban construidos a partir de tejido humano –afirma Katerina-, por lo que no son creados a partir de materiales inertes, como entendemos ahora a los robots, sino que su esencia es biológica y que, a pesar de haber sido creados para trabajar y obedecer, acaban desarrollando sentimientos”.

Página de 'R.U.R.'

Una adaptación muy fiel al original

En cuanto a su adaptación, Katerina confiesa que: “He sido muy fiel al texto original, aunque he tenido que recortar algunas cosas para que fuera más corta y más fácil de llevar a las viñetas. Lo que ha sido un reto ha sido la parte visual, llevar esa obra de teatro, que transcurría en un escenario, a diferentes planos y lugares”.

En cuanto a cómo le ha influido la obra de teatro, Katerina confiesa: “No existen fotografías ni ningún material de la representación original, pero si he revisado todas las adaptaciones posteriores que he encontrado, tanto las checas como las alemanas. Y algunas de sus puestas en escena si me han inspirado en el cómic”.

También confiesa la influencia del expresionismo alemán y otros movimientos artísticos de principios del Siglo XXI: “Si, sobre todo, me han influido mucho los carteles de la Bauhaus. Pero también me he inspirado en el cubismo checo de autores como Josef Čapek. En realidad es una mezcla de muchas cosas en la que no podían faltar dos de mis fuentes de inspiración habituales: el manga y la animación checa” (ella misma compagina sus novelas gráficas con la animación).

“Además –añade-, trabajo como profesora en la ciudad checa de Zlín, que destaca por su arquitectura funcionalista. Y esa arquitectura también está muy presente en el cómic”.

Página de 'R.U.R.'

“Uno de los motivos que me llevó a adaptar la obra es que R.U.R. me inspiraba numerosas imágenes –continúa-. En cuanto la leí me imaginaba ese universo y pensé que me encantaría adaptarlo a las viñetas. Además, los personajes se prestan a la comicidad y dan mucho juego, por lo que me he divertido mucho haciendo el cómic”.

Katerina imagina un mundo industrializado pero lleno de color, muy lejos de obras de la época como Metrópolis de Fritz Lang. “En un principio barajé hacerlo en blanco y negro –confiesa-, pero al final me di cuenta de que el color funcionaba mejor, sobre todo para el contraste entre la fábrica y la naturaleza, que va ganando protagonismo al final de la obra con una explosión de color, lo que funciona muy bien”.

Viñeta de 'R.U.R.'

La obra alertaba sobre los fascismos

Una de las lecturas más habituales de R.U.R. es la de que alertaba sobre los fascismos de los años 30, un tema que actualmente vuelve a estar de moda. “En aquella época había diferentes opiniones sobre los fascismos –asegura Katerina-. Todo el mundo hablaba sobre su auge, pero nadie daba una solución. No había una comunicación entre la gente como la que podemos tener ahora, sino diferentes opiniones. Es un poco, como en la obra, que los hombres no quieren entender a los robots, ni los robots a los humanos”.

Y esa incomprensión entre los humanos llevaba a la extinción de la humanidad –añade-. Un mensaje muy potente y que siempre será actual. Si no intentamos comunicarnos y comprendernos, estamos abocados a la extinción. Por eso creo que R.U.R. es tan actual, porque a veces parecemos incapaces de ponernos de acuerdo y al final no somos capaces de solucionar los problemas”.

Una obra que llega en un buen momento por el actual debate sobre el uso de las energías limpias: “Es un tema que también estaba presente ya en la obra de Karel Čapek -confiesa la autora-. Pero, como digo, para mí el gran tema es ese de la imposibilidad de la humanidad para ponernos de acuerdo ante los grandes problemas. Incluido ese uso de las energías limpias”.

Katerina Cupovâ

Sus influencias son el manga y Tintín

Katerina empezó a dibujar desde muy joven y nos confiesa que: “Mis mayores influencias son el manga, sobre todo el de los años 60 y 70, Disney y el cómic franco-belga como Astérix y Tintín”.

Y en cuanto a sus proyectos, la joven autora asegura que: “Voy a publicar un cómic infantil un poco autobiográfico. Y luego, tras este proyecto tan largo de R.U.R. , me quiero dedicar a hacer historias cortas que me permitan navegar entre distintos géneros y estilos y descubrir de lo que soy capaz”.

Portada de 'R.U.R.'