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Una nueva muerte eleva a 28 el número de víctimas en los incendios de Australia

  • En el estado de Victoria, de donde era el fallecido, ya son cinco los muertos, dos de ellos también bomberos
  • La contaminación afectó este martes al desarrollo de la fase previa del Abierto de Australia de Tenis

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Las llamas devoran un bosque en la ciudad de Moruya
Las llamas devoran un bosque en la ciudad de Moruya.

Las autoridades del estado de Victoria han confirmado este miércoles la muerte de otra persona a causa de los incendios forestales que arden desde septiembre en Australia, lo que eleva a 28 el número de víctimas en el conjunto del país.

El fallecido ha sido David Moresi, de 69 años, un bombero contratista de Parque Naturales que murió el 30 de noviembre al volcar con la excavadora que conducía mientras combatía un fuego en el municipio de East Gippsland, la zona de Victoria más afectada. Con él, ya son cinco fallecidos en ese estado, dos de ellos también bomberos.

La lluvia y la bajada de las temperaturas de los últimos días han ayudado a los cuerpos especiales desplazados a contener las decenas de focos activos en Victoria y Nueva Gales del Sur, donde se han registrado 20 de las víctimas.

La Oficina de Meteorología de Victoria ha pronosticado intensas tormentas en gran parte del estado, lo que también contribuiría a disipar la espesa capa de humo que cubre Melbourne.

De hecho, la contaminación afectó este martes al desarrollo de la fase previa del Abierto de Australia de Tenis, forzando la retirada de la tenista serbia Dalila Jakupovic, y obligó también a cerrar piscinas al aire libre y cancelar la jornada de carreras de caballos.

Desde el septiembre pasado, los incendios han arrasado una superficie de más de 80.000 kilómetros cuadrados, mayor que la de Irlanda o Panamá, incluidas más de 2.000 viviendas.

Además, al menos 480 millones de animales están siendo víctimas de esos devastadores incendios forestales. Esa cifra se refiere solamente a las especies de una gran parte de los mamíferos, aves y reptiles que habitan en el estado de Nueva Gales del Su, el más afectado por las llamas.