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El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña admite a trámite la petición de Torra de recusar a su presidente

  • Jesús María Barrientos y Mercedes Armas deberán dejar de tramitar la causa por la no retirada de los lazos amarillos

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Torra en una escuela de Cornellà este jueves
Torra en una escuela de Cornellà este jueves.

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha admitido a trámite la petición de recusación que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, presentó contra Jesús María Barrientos, presidente del alto tribunal y de la sala que lo juzgará por no retirar los lazos amarillos en campaña electoral de los edificios públicos.

En una providencia, la sala civil y penal del TSJC acuerda dar por promovido el incidente de recusación presentado contra Barrientos y contra Mercedes Armas, otra de las magistradas designadas para juzgar a Torra, por lo que ambos deberán abstenerse de seguir tramitando la causa, que ya está pendiente de juicio.

En su resolución, un trámite habitual en las solicitudes de recusación, el TSJC acuerda abrir pieza separada y designar a un juez instructor del incidente planteado por la defensa del presidente de la Generalitat.

Faltaba la firma de Torra

El TSJC ha iniciado la tramitación de la recusación, después de que el pasado lunes el presidente de la Generalitat, subsanara algunos defectos de forma de su petición, que entre otras cuestiones no incluía la preceptiva firma de Torra.

En su petición de recusación, el presidente catalán, que afronta una pena de un año y ocho meses de inhabilitación por desoír la orden de la Junta Electoral de retirar los lazos amarillos de los edificios públicos durante la campaña, cuestiona la imparcialidad de Barrientos y Armas para juzgarle.

Torra ha solicitado la recusación de esos dos magistrados, semanas antes de su juicio, que está señalado para los próximos días 25 y 26 de septiembre y coincide con el pleno del debate de política general del Parlament. De hecho, el presidente de la Generalitat medita si acudir o no a su juicio en el TSJC, que se puede celebrar sin su presencia dado que la pena que afronta no supera los dos años de prisión.