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Un libro para los que fuimos niños en los 70

  • Guillem Medina publica ¡Qué modernos fuimos en los 70!
  • Un repaso a la moda, la música, los juguetes y otros elementos de una década inolvidable

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Fragmento de la portada de '¡Qué modernos fuimos en los 70!'
Fragmento de la portada de '¡Qué modernos fuimos en los 70!'

Si fuiste niño o adolescente en los 70 te fascinará ¡Qué modernos fuimos en los 70! (Diábolo Ediciones), del fotógrafo y experto en cultura popular Guillem Medina. Un repaso nostálgico y muy divertido a la moda, la música, los juguetes y otros muchos elementos de esa década que fue tan importante en la historia de España. Destacar, como en todos los libros de esta editorial, la estupenda maquetación, con cientos de fotografías que os devolverán a vuestra infancia.

Guillem Medina nos comenta cómo surgió el libro: “Tuvo una concepción un tanto compleja porque, en un principio, no se parecía en nada al producto final. Lo cierto es que con Núria Simón habíamos pensado hacer un repaso de la moda de los 70 a partir de los modelitos de la muñeca Nancy, que fue un icono para las niñas en esa década y nos daba mucho juego. Pero Lorenzo Pascual, el editor, pensó que después de la Nancyclopedia el público estaría un poco saturado de la muñeca, así que le dimos la vuelta a la idea y, aunque sigue saliendo apareciendo Nancy y otras muñecas maniquís, en el libro se han tratado muchos otros e interesantes temas que se escapan del ámbito muñequil”

“Núria se apeó del proyecto por motivos laborales, pero pudo escribir algunos capítulos que eran perfectos para ella. El libro está pues pensado para todos aquellos que fueron niños en los 70, así que no solo encontrarán juguetes, sino también cómo vestíamos, los programas de la tele que nos marcaron, las películas que marcaron tendencia, etc... ”.

Páginas de '¡Qué modernos fuimos en los 70!'

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¿Fue moderna la España de los 70?

Pero… ¿podemos afirmar que España fue moderna en los 70? “Lo cierto –asegura Guillem- es que eso de modernos nos los creíamos nosotros porque de alguna forma habíamos pasado una postguerra gris y desde los estamentos oficiales se propició el llamado desarrollismo económico. Y parecía que todo era alegría y buen rollismo”.

“Pero los 70 –continúa- fueron dos momentos radicalmente opuestos entre ellos. Muy grises hasta la muerte del dictador en 1975 y después, en que llegó la llamada democracia, la reinstauración de la monarquía, el fin de la censura, el destape etc… Si eso lo entiende alguien como modernidad entonces fuimos muy modernos a finales de la década”.

“Pero realmente –concluye- cuando veías la moda, las revistas extranjeras, la tecnología mundial (o incluso los cómics) te dabas cuenta que aquí estábamos todavía a años luz. Digamos que fuimos modernos dentro de los límites que se nos permitió.

Páginas de '¡Qué modernos fuimos en los 70!'

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Un libro muy visual

Destacar, como decíamos, los cientos de fotografías que incluye el libro. “Aunque centrado en la década de los 70, el libro se inicia un poco antes y acaba un poco después –asegura Guillem-. Primero porque no se entienden algunos movimientos sociales o fenómenos de la moda sino se mira los antecedentes de unos años antes y, porque los 70 de alguna forma, fueron una década de transición hacia lo que luego se vio en los 80. Así que se le ha dedicado un capítulo al Swinging London y su estética, para continuar con los hippies, la blaxplotaition, la moda disco o el punk por poner algunos ejemplos”.

“También –continúa- he querido destacar algunos iconos como Twiggy, Cher, Las Grecas, Farrah Fawcett, Diana Ross, Leif Garrett, el grupo Abba o las Baccara que con su estilo fueron la imagen de la época. Seguramente faltan muchos detalles, pero en el libro se habla de zapatos, de peinados, de patas de elefante o de tejanos made in spain, y como es “marca de fábrica”, con numeroso material gráfico”.

Páginas de '¡Qué modernos fuimos en los 70!'

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Redescubriendo los 70

Guillem confiesa que este ejercicio de memoria también le ha deparado alguna que otra sorpresa: “Creo que aunque yo haya vivido la época en mi niñez, cuando miras como fueron esos años realmente desde una cierta distancia ves que fue una década estéticamente fea, donde se combinaban, cuadros con rayas, con flores o con estampados psicodélicos, y todo en una especie de mejunje extraño que encima combinaba con el papel de las paredes en los hogares. Además, cada vez que inicio un nuevo libro tengo una maqueta mental de los temas que trataré, pero al ir investigando te acaban saliendo nuevos temas que en un principio no habías pensado, pero que son muy interesantes para entender el momento”.

“Este libro -continúa- me ha servido para recordar algunos momentos concretos de mi niñez, como cuando acompañaba a mi madre a la tienda de lanas donde se daban clases para hacer punto, o cuando venía la vendedora de Avon a casa con aquellas botellitas de perfume con forma de muñeca o los veranos que pasaba junto a la piscina escuchando las listas de la canción del verano. Y lo cierto es que cuando hice la presentación del libro vi que muchos de estos recuerdos eran compartidos por muchos lectores”.

Páginas de '¡Qué modernos fuimos en los 70!'

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Las chicas Ye-yé

En cuanto a la moda, Guillem asegura que: “Las chicas ye-yé serían lo más representativo de la década de los 60, y sobre todo como se entendió en España, pues ya me dirás qué tiene que ver Concha Velasco con Nancy Sinatra. Sin demasiadas efusiones pienso que las chicas de los 70 fueron más libres e incluso algunas marcaron estilo precisamente por apartarse de la norma”.

“Aunque –continúa el autor- me gustaría rescatar un grupo de mujeres muy concreto que aparecen hacia finales de la década y del libro, me refiero a las musas del destape, todas esas chicas que mostraron (o se vieron obligadas a mostrar) sus encantos con la excusa de una cierta libertad (que acabó convirtiéndose en libertinaje un tanto cutre) en films y portadas de revistas. Pudieron ser un grupo de mujeres representativas del momento pero algunas acabaron como juguetes rotos al servicio de una industria un tanto cutre”.

Páginas de '¡Qué modernos fuimos en los 70!'

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La banda sonora del libro

En cuanto a la posible banda sonora de este libro, Guillem nos comenta que: “En esta década dos películas marcaron poderosamente nuestra vida, Fiebre del sábado noche y Grease. La primera porque mostraba como un joven del extrarradio con un trabajo mediocre podía convertirse el fin de semana en la estrella del momento en la pista de una discoteca bajo una bola de cristales. La segunda era un revival edulcorado del American Way of Life de finales de los 50 o 60 ambientado en el mundo de los institutos. Y en ambas estaba John Travolta que fue un ídolo y ahora es un muñeco Ken recauchutado”.

“La banda sonora de este libro es pues muy variada -añade-, desde las voces aflautadas de los Bee Gees, los gorgoritos épicos de Nino Bravo o Camilo Sesto, los ritmos de la Motown, el reggae, el movimiento fan adolescentes, las canciones de Eurovisión o el inicio del punk. Todos forman parte del momento aunque aparentemente nada tengan que ver entre ellos”.

Páginas de '¡Qué modernos fuimos en los 70!'

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Los juguetes y la tele

Imposible olvidar los juguetes que marcaron nuestra infancia y de los que aparecen un montón en el libro. “Creo que los 70 –asegura Guillem- fue la época de oro para las empresas jugueteras españolas. Fue el momento en que aparecieron juguetes de calidad y tanto niños como niñas tenían una oferta enorme. De hecho, otro de los libros que hice con Núria Simón (Toyland Made in Spain) está centrado en esa época gloriosa. Ya he hablado de Nancy, pero los niños también tuvieron a Madelman, Geyperman, Playmobils, Airgamboys, Scalextric, Ibertren o los fuertes de Comansi, la lista sería interminable”.

“En cuanto a la programación televisiva –continúa- se reducía a dos canales (o uno y medio según se mire) y a pesar de todo lo recordamos como muy variada y con programas gloriosos como el Un, dos, tres, La Guagua o las series de dibujos animadas míticas de los sábados al medio día. La televisión no solo entretenía, sirvió también para mostrar iconos estéticos, ya fuesen las presentadoras de turno como Marisa Abad o Maria Luisa Seco, o para engatusarnos con las series extranjeras, ya fuesen las norteamericanas Ángeles de Charlie o los británicos personajes de Un hombre en casa o Los Ropper”.

Páginas de '¡Qué modernos fuimos en los 70!'

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Lo mejor y lo peor de los 70

Preguntamos a Guillem qué echa de menos de los 70. “A veces hablando con Núria fantaseamos con la idea de volver aunque solo fuese por un día a los 70 para volver a ver las calles, las tiendas, los lugares por donde estábamos, incluso con comprarnos algunos juguetes que ahora revenderíamos y nos haríamos de oro. El sueño se acaba cuando nos damos cuenta que no tenemos pesetas para pagar y que la tarjeta de crédito todavía no se usaba”.

“Bromas aparte –añade-, pienso que estuvo bien vivir aquella época, pero ¡ya está! Prueba superada, no vale la pena volver a pasar por ella, y si acaso siempre nos quedará Todocolección donde podemos comprar nuestro pasado a un módico precio (o quizás no tan módico)”.

En cuanto a las cosas setenteras que espera no volver a ver, Guillem confiesa que: “Uff, ¿esto es una pregunta trampa no? Todas las cosas que hablo en mi libro pueden volver a aparecer sin problemas, de hecho la moda es cíclica y de repente te encuentras que vuelven a llevarse los pantalones de pata de elefante, los zapatos con plataforma, los bikinis de ganchillo o el pelo afro y todo el mundo lo ve como algo natural. Incluso Cher está mejor ahora que entonces”.

“En cuanto a lo social –añade-, fue una época bastante triste en muchos aspectos que preferiría que no volviese, aunque al final pienso que cada uno lo recuerda a su manera y si no, que se lo digan a los guionistas de la teleserie Cuéntame

Sobre si hay material para un segundo libro, Guillem confiesa que: “Seguramente el experto en la década echará de menos muchas cosas, personajes y detalles del momento, pero creo que cada escritor escribe como recuerda el momento, y lógicamente en mis recuerdos infantiles no existía ni el tema político, ni muchos problemas sociales. Creo que antes de ponerme a pensar otro libro hablando de la misma época preferiría explorar los 80, una época en la que todavía nos creímos más modernos por diversos factores y que me daría especial morbo en desmontar, siempre de forma divertida y muy visual”.

Portada de '¡Qué modernos fuimos en los 70!' y su autor, Guillem Medina

Portada de '¡Qué modernos fuimos en los 70!' y su autor, Guillem Medina