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La estimulación cerebral profunda alivia los síntomas del párkinson

  • Ha sido probada con éxito en más de 150.000 pacientes
  • Se implanta un aparato que envía impulsos eléctricos a puntos del cerebro

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Representación gráfica de las neuronas del cerebro
Representación gráfica de las neuronas del cerebro.

La estimulación cerebral profunda alivia los síntomas de la enfermedad de Parkinson, según un estudio elaborado por un equipo internacional de científicos que ha descrito los mecanismos funcionales de esta estimulación (Deep Brain Stimulation o DBS por sus siglas en inglés) a través de modelos computacionales.

Aunque la DBS, que consiste en implantar un aparato médico que envía impulsos eléctricos a puntos específicos del cerebro, ya ha sido probada con éxito en más de 150.000 pacientes que padecen párkinson, hasta ahora no se habían aclarado por completo los mecanismos funcionales de este tratamiento, que el trabajo, publicado este mes en la revista Scientific Reports, ha desvelado.

La investigación ha sido diseñada y llevada a cabo por Víctor Saenger y Gustavo Deco, miembros del Centro de Cognición y Cerebro de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona, y Morten Kringelbach, de la Universidad de Oxford (Reino Unido).

Los resultados demuestran que el tratamiento para DBS en el núcleo subtalámico en pacientes con párkinson equilibra las dinámicas cerebrales globales.

En el estudio, los investigadores han medido la actividad cerebral usando la técnica de Resonancia Magnética Funcional en diez pacientes con párkinson antes y durante el tratamiento DBS. A través de modelos matemáticos cerebrales a gran escala han sido capaces de mostrar los efectos globales que esta estimulación crea. Los investigadores también han aplicado estimulación artificial en un cerebro simulado exponiendo aquellas regiones cerebrales que muestran una mayor eficacia del tratamiento.

Intervenciones personalizadas para un beneficio individualizado

"Este método permite entender qué regiones son las encargadas de cambiar la actividad cerebral de pacientes con Parkinson al tipo de actividad encontrada en personas sanas. Se trata del primer estudio que demuestra que el tratamiento DBS, a pesar de ser localizado, crea un efecto global", ha afirmado Victor Saenger, primer autor del artículo.

"Este método nos permite también entender por qué el tratamiento DBS es tan efectivo. Ahora podremos encontrar regiones de estimulación más efectivas sin la necesidad de hacer intervenciones clínicas", ha añadido el investigador.

Según Morten Kringelbach, "la perspectiva de este estudio demuestra que ahora somos capaces de usar modelos computacionales de actividad cerebral para simular los efectos de estímulos cerebrales y así predecir el resultado".

"A largo plazo, esperamos utilizar estos métodos para hacer intervenciones personalizadas para un beneficio individualizado", aunque ha advertido de que "es muy importante considerar los riesgos y los aspectos éticos de usar algo tan invasivo como el método DBS".

El párkinson afecta a diez millones de personas en todo el mundo

La enfermedad de Parkinson es neurodegenerativa y afecta a unos diez millones de personas en todo el mundo. Hasta ahora no se conoce ninguna cura definitiva, aunque se ha demostrado que el método DBS en el núcleo subtalámico (NST) ha aliviado los síntomas de más de 150.000 pacientes.

La eficacia de esta región se descubrió hace casi tres décadas, en 1989, por el neurocirujano y profesor Tipu Aziz de la Universidad de Oxford, uno de los coautores de este trabajo. Junto con el profesor Alan Crossman, de la Universidad de Manchester, descubrieron que lesionar el NST en primates aliviaba los síntomas de la enfermedad.

A pesar de la alta eficacia clínica, los mecanismos funcionales habían permanecido ocultos hasta ahora, pero el uso de modelos computacionales cerebrales a gran escala y los grandes avances tecnológicos de los últimos años han permitido modelar cuidadosamente la actividad cerebral humana de manera global.

Estos modelos utilizan información de la estructura y función cerebral medida con resonancia magnética para replicar y simular esta actividad en un ordenador.