Enlaces accesibilidad

La Policía china reprime las manifestaciones en Wukan, la "aldea rebelde"

  • Hay al menos 83 detenidos y un número indeterminado de heridos
  • La Policía ha utilizado balas de goma y gases lacrimógenos
  • En 2011 les garantizaron elecciones locales

Por
Manifestantes muestran fotografías de la protesta en Wukan durante un acto de apoyo en Hong Kong, el 14 de septiembre de 2016. REUTERS/Bobby Yip
Manifestantes muestran fotografías de la protesta en Wukan durante un acto de apoyo en Hong Kong, el 14 de septiembre de 2016. REUTERS/Bobby Yip

La policía china ha entrado en la localidad de Wukan, al sur del país y ha detenido a decenas de personas en una operación contra las protestas ciudadanas.

Los agentes han entrado en el pueblo durante la noche y han detenido al menos a 70 personas, informa Reuters.

El martes, los agentes arrestaron a otros 13 vecinos. La Policía del condado de Lufeng, al que pertenece Wukan, les ha acusado, a través de su página en Internet, de "perturbar el orden social" y "forzar" a otras personas a acudir a las manifestaciones, según Reuters.

El pequeño pueblo pesquero de Wukan (10.000 habitantes) se dio a conocer en 2011 cuando sus vecinos protagonizaron una serie de protestas contra la confiscación de tierras y Pekín acabó reconociéndoles el derecho a elegir a sus representantes locales.

Allanamientos, gases lacrimógenos y balas de goma

Según el diario hongkonés South China Morning Post (SCMP), el pueblo está tomado por la Policía.

En la operación, los agentes utilizaron balas de goma y gases lacrimógenos. Los manifestantespor su parte, les han arrojado piedras, ladrillos y todo tipo de objetos.

"Muchos de nosotros no sabíamos lo que estaba ocurriendo y corrimos para salvar nuestras vidas, ya que nos estaban arrojando gases lacrimógenos y balas de goma", ha declarado un vecino al SCMP.

Ha sido un asalto salvaje. Han ido detrás de todo el mundo, persiguiéndoles hasta sus casas

"La mayoría de la gente está muy asustada", ha declarado a Reuters otra vecina, llamado Chen. "Esta vez ha sido un asalto salvaje. Han ido detrás de todo el mundo, persiguiéndoles hasta sus casas", ha añadido.

Imagen de una vecina de Wukan que asegura haber resultado herida en las manifestaciones. REUTERS/Damir Sagolj

Imagen de una vecina de Wukan que asegura haber resultado herida en las manifestaciones. REUTERS/Damir Sagolj DS/FL/KV

Los habitantes aseguran que Wukan se ha convertido en una "zona de guerra", con heridos que no abandonan sus hogares por miedo a ser arrestados. Los agentes buscan también a los periodistas que se han acercado al pueblo, según explica Reuters.

"No hemos hecho nada ilegal, sólo queremos que Lin salga y que nos devuelvan nuestra tierra"- ha explicado Zhang, otro de los habiantes. "Pero a ellos no les importa si somos culpables o no, sólo nos golpean".

No hemos hecho nada ilegal, sólo queremos que Lin salga y que nos devuelvan nuestra tierra

Ni el gobierno central chino ni el regional de Cantón han hecho de momento ningún comentario.

En Hong Kong, un pequeño grupo de diputados opositores y activistas se han concentrado ante la oficina del gobierno de Pekín como muestra de solidaridad.

Protesta ante la oficina del gobierno central chino en Hong Kong

Protesta ante la oficina del gobierno central chino en Hong Kong. JF jak ACR

La "aldea de la protesta"

Los vecinos de Wukan, situado en la provincia de Cantón (sur) y no lejos de Hong Kong, protestan desde junio por la detención de su alcalde, Lin Zuluan, de 70 años, quien encabeza las reivindicaciones por la distribución de la tierra.

Zuluan ha sido condenado a 37 meses de prisión por cargos de soborno, que los vecinos niegan.

Hace cinco años, la noticia de las protestas en Wukan logró traspasar las fronteras de China. La indignación de los vecinos alcanzó su punto culminante tras la muerte bajo arresto de Xue Jinbo, un carnicero que había sido elegido como representante para negociar con las autoridades.

En un hecho sin precedentes, el Gobierno provincial acabó permitiendo que Wukan celebrara elecciones, de las que salió vencedor Lin.

Nadie había oído hablar de Wukan, una localidad china de apenas 15.000 habitantes, hasta que hace unos meses sus vecinos decidieron plantarse ante las autoridades que, arbitrariamente, expropiaban sus tierras. Comenzaron las primeras revueltas y los episodios de dura represión, incluida la muerte en circunstancias no aclaradas, del que fuera uno de sus líderes Xue Jinbó. Los habitantes de Wukan han ganado este pulso a la burocracia y a sus dirigentes locales corruptos y han celebrado elecciones municipales libres. Son una isla dentro de la inmensa China pero también, al menos es lo que piensan algunos analistas, un ejemplo de lo que puede pasar en un país tan grande como su déficit democrático.