La resaca de los ganadores de los Goya

• Los triunfadores de la noche celebran sus 'cabezones' en las redes sociales

Imagen subida en la cuenta de twitter de Daniel Guzmán.

"Madre mía, que es verdad! Gracias". Así amanecía (en las redes sociales) Daniel Guzmán. No era un sueño: se había acostado con un Goya a la mejor dirección novel por A cambio de Nada. El actor y cineasta protagonizó el momento más emotivo de la gala con su declaración de amor hacia su abuela, Antonia Guzmán.

Tras finalizar la ceremonia, los ganadores atendieron a los medios hasta las 03:00 h. de la mañana. Y, después, comenzaron las fiestas tanto en el propio Hotel Marriott Auditorium como en el centro de Madrid. Así que muchos de los ganadores de la 30 edición de los Goya se despertaban a la hora de comer. El propio Guzmán bromeaba sobra las contagiosas lágrimas de su intervención.

No menos emotiva fue el discurso de Natalia de Molina. La flamante Goya a la mejor interpretación femenina no ha querido dejar pasar la oportunidad de completar lo que quedó a medias: "No me dejaron acabar y decir lo que quería decir, así que lo grito por aquí: ¡Techo, comida y dignidad para todos!".

Lucas Vidal, el otro triunfador individual de la noche con sus Goyas a mejor canción y mejor banda sonora, prometía fiesta.

Y por la mañana, dedicaba y agradecía el premio: "A todos los jóvenes! Fuerza y sacrificio! No es una cuestión de talento. Gracias a todos :)". Por su parte, Irene Escolar, Goya a mejor actriz revelación, compartía su alegría con compañeros como María Valverde o Álvaro Cervantes.

Isabel Coixet, con la alegría de los cuatro Goyas para Nadie quiere la noche (Banda sonora, Dirección de producción, Diseño de vestuario y Maquillaje y peluquería), colgaba en Instagram una fotografía con Juliette Binoche y un recado: "Juliette: No sé cuándo ni cómo, pero vamos a hacer cosas juntas otra vez!".

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