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Un jurado popular juzgará al principal sospechoso del doble crimen de Cuenca

  • El jurado lo compondrán ciudadanos residentes en la provincia de Cuenca
  • El fiscal de Castilla-La Mancha asegura que el juicio se celebrará "lo antes posible"

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Un jurado popular juzgará a Sergio Morate, sospechoso de asesinar a las dos jóvenes de Cuenca

Un jurado popular conformado por ciudadanos residentes en la provincia de Cuenca será el encargado de juzgar a Sergio Morate, el principal sospechoso de los asesinatos de Marina Okarinska y Laura del Hoyo, según ha informado este jueves el fiscal jefe de Castilla-La Mancha, José Martínez.

En declaraciones a los periodistas durante su participación en la inauguración de un curso de verano en Cuenca, el fiscal jefe ha confirmado que "lógicamente el procedimiento es un juicio de jurado", que se celebrará "lo antes posible", porque tanto los delitos de homicidio como de asesinato "son materia de jurado".

"La hipótesis principal que contemplamos, en función de cómo evolucionen las investigaciones, es que se celebre por un juicio popular, un jurado popular de ciudadanos residentes en la provincia de Cuenca, en los términos en que se desarrolla cualquier juicio de jurado, es decir, nueve titulares y dos suplentes", ha explicado.

El fiscal jefe ha indicado que las investigaciones sobre el doble crimen de Cuenca "van por buen camino" y ha avanzado que el próximo paso previsto es "una audiencia a las partes para lo que la ley llama concreción de la imputación" y, una vez que se celebre, "las partes dirán, a la vista del estado de la investigación, cuáles son las imputaciones concretas y cuáles son las personas concretamente imputadas por los hechos".

Prisión provisional

Martínez ha recordado que Sergio Morate se encuentra en prisión provisional que podrá prolongarse aproximadamente dos años y si fuera necesario, a la vista de la gravedad de los hechos, dos años más, aunque ha dicho, no obstante, que el escenario que contemplan es "que mucho antes la causa esté resuelta y pueda celebrase el juicio lo antes posible".

Respecto al secreto de sumario decretado por el caso, ha explicado que "el secreto en términos generales tiene una duración de un mes y el juez tiene que levantarlo como mínimo diez días antes de la terminación de las investigaciones que esté llevando a cabo".

A este respecto, ha dicho que no tiene datos que le "permitan aventurar una fecha probable de alzamiento del secreto" y ha añadido que "el juez puede prorrogar esa duración cuando lo considere necesario".

Martínez también ha apuntado que el escrito de calificación estará listo "una vez que estén culminadas las investigaciones" y ha señalado que ahora el proceso está "en los comienzos y todavía tiene que transcurrir todo el desarrollo de la causa".

No obstante, ha señalado que su intención es que los medios de comunicación "estén perfectamente informados y cuando se produzca algún acontecimiento importante a nivel de Fiscalía, como puede ser la formulación del escrito de calificación, si fuera necesario", informarán a través de una rueda de prensa.

La reconstrucción de los hechos

El fiscal jefe de Castilla-La Mancha no ha adelantado cuándo tendrá lugar la reconstrucción de los hechos, si bien, a preguntas de los periodistas, ha aclarado que "en absoluto" Morate el que se haya negado a prestar declaración le impide participar en la misma.

"Todo imputado tiene derecho a no declarar, por tanto, Morate lo que ha hecho es acogerse a este derecho, esta circunstancia ni le favorece ni le perjudica, el ejercicio de un derecho no puede perjudicar a una persona", ha aseverado.

En este sentido, ha considerado que "lo que sí está claro es que si hubiera una coartada o una circunstancia relevante" que Morate "supiera y evidenciara su inocencia, lo normal es que la hubiera expresado".

"Si no lo ha hecho hay que pensar que no la tiene, en todo caso, no es el inculpado el que tiene que probar su inocencia", ha afirmado Martínez, quien ha apuntado que es "el Ministerio Fiscal con la colaboración policial el que tiene que hacer acopio de las pruebas que permitan destruir la presunción de inocencia".

Así, ha añadido que "la policía ya sabe que cuando tiene que buscar pruebas no espera que se las proporcione el propio inculpado".