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Una funcionaria se declara culpable de ayudar a escapar en Nueva York a dos presos por asesinato

  • Impartía clases de costura en el presidio de Clinton
  • La mujer introdujo herramientas dentro de carne congelada para hamburguesas
  • Los presos perforaron las paredes y huyeron por las tuberías

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Joyce Mitchell adeclara en el juicio, junto con su abogada, mientras reconocía su culpabilidad  en el Tribunal de Clinton, en Plattsburgh, Nueva York
Joyce Mitchell adeclara en el juicio, junto con su abogada, mientras reconocía su culpabilidad en el Tribunal de Clinton, en Plattsburgh, Nueva York

La funcionaria de prisiones Joyce Mitchell se ha declarado culpable este martes, ante un tribunal del estado de Nueva York, de haber prestado ayuda a los convictos por asesinato Richard Matt y David Sweat en la fuga que tuvo lugar el pasado mes de junio.

Mitchell, de 51 años, impartía clases de costura en el presidio de Clinton, en el norte del estado de Nueva York, y se enfrenta a una pena de cárcel de entre 28 meses y 7 años, aunque en la vista no se ha precisado la fecha de la sentencia.

La funcionaria había sido detenida el 12 de junio por haber facilitado teléfonos móviles y herramientas para la escapada a los presos. Este martes las autoridades han confirmado que, tal como había informado la prensa local, las herramientas fueron introducidas en la cárcel dentro de piezas de carne congelada para hamburguesas.

Planeaba asesinar a su marido

También han asegurado que Mitchell acordó con los presos llevarlos en coche tras la escapada e incluso habló con ellos sobre la posibilidad de asesinar a su marido, pero se echó atrás en el último momento, lo que hizo que la huida tuviera que llevarse a cabo a pie.

En la vista de este martes, otro de los funcionarios implicados en el caso, Gene Palmer, ha sido puesto en libertad bajo fianza después de ser haber sido arrestado con cargos por haber promovido el contrabando de materiales dentro del presidio.

Sin embargo, las autoridades no consideran que Palmer fuera consciente del plan de fuga de los presos, que requirió meses para perforar las paredes de sus celdas y transitar túneles y alcantarillado para salir al exterior.

Matt y Sweat, los fugitivos, fueron hallados por las autoridades veinte días después de su fuga cerca de la frontera canadiense.

Matt tenía una condena de 25 años por matar y descuartizar a su jefe en 2007, mientras que Sweat cumplía cadena perpetua por el asesinato en 2002 de un alguacil.

La Policía acabó con la vida del primero de ellos, de 49 años, el 26 de junio, mientras que el segundo, de 35, fue herido, capturado y devuelto a prisión el 28 de junio