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Tobruk anuncia la muerte del líder yihadista Mokhtar Belmokhtar en un ataque de EE.UU.

  • Apodado el "inatrapable", es uno de los más buscados del norte de África
  • Su muerte solo ha sido notificada por el gobierno reconocido de Libia
  • El Pentágono ha informado sobre el ataque pero pide cautela

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El Gobierno libio anuncia la muerte del líder yihadista Mokhtar Belmokhtar en un ataque de EE.UU.

El gobierno reconocido de Libia ha comunicado este domingo la muerte del militante yihadista argelino Mokhtar Belmokhtar tras un ataque de la coalición estadounidense en el interior del país.

"El gobierno (del este) libio confirma que aviones de EE.UU. llevaron a cabo anoche una operación cuyo consecuencia fue la muerte de Belmokhtar", ha explicado un portavoz del Ejecutivo establecido en Tobruk.

Horas antes, el Departamento de Defensa de Estados Unidos ha informado de dicha ofensiva antiterrorista y ha confirmado que Belmokhtar era uno de los objetivos de al menos uno de los aviones que han intervenido. Sin embargo, el Pentágono ha pedido cautela sobre lo sucedido y ha expresado la necesidad de pruebas forenses para poder declarar su muerte con certeza.

Asimismo, hasta el momento, ninguna web vinculada al yihadismo ha emitido comunicado alguno sobre su muerte.

Belmokhtar fue dirigente de la fracción de Al Qaeda en Argelia (integrada en Al Qaeda en el Magreb Islámico) que en 2010 secuestró a los españoles Alicia Gámez, Roque Pascual y Albert Vilalta durante 268 días.

Uno de los más buscados en el norte de África

Un veterano de la lucha yihadista que al parecer hizo primero fortuna como traficante de tabaco, cobró notoriedad en enero de 2013 por planear el mortal asalto al yacimiento argelino de gas de In-Amenas, en el este del país.

Tuerto, y conocido con el sobrenombre del "inatrapable", es uno de los hombres más buscados del norte de África y su muerte ha sido ya anunciada en numerosas ocasiones, sin que haya sido cierto.

Se le atribuyen dos atentados suicidas perpetrados en Níger, uno contra una base militar en la localidad de Agadez y otro contra una explotación minera francesa de uranio en Arlit, que causaron la muerte a 25 personas.

Desde que la guerra civil estallara en Libia, se había convertido en una de las piezas claves de la serpiente yihadista que se extiende a través del Sahel, pero se había resistido a declarar su obediencia al grupo autodenominado Estado Islámico (EI).