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Rajoy defiende analizar caso por caso que un imputado esté en una lista electoral

  • Muestra su acuerdo con Felipe González: "Hay imputaciones e imputaciones"
  • "Sigo mandando SMS porque no me quiero quedar aislado del mundo"
  • Afirma que en un año en Cataluña "las cosas" estarán "más tranquilas"
  • No cierra la puerta a ningún pacto pero no cederá en su política económica

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Rajoy defiende analizar caso por caso que un imputado esté en una lista electoral

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha reconocido que la corrupción es lo que más daño ha hecho en esta legislatura a su partido y ha defendido analizar caso por caso que un imputado pueda estar en una lista electoral.

En una entrevista en Onda Cero, Rajoy ha respondido así al ser preguntado si está de acuerdo con las palabras del expresidente del Gobierno Felipe González, que dijo este domingo en El País que "es un error excluir a todos los imputados de las listas electorales".

"Pues depende. Hay imputaciones e imputaciones. La imputación no significa condena", ha asegurado el presidente del Gobierno, antes de recordar que hay muchos casos y que, de hecho, hace pocas fechas el Tribunal Supremo ha archivado acusaciones que se han producido contra dirigentes políticos importantes.

Para Rajoy, "el gran problema que tiene la imputación y hacer que una persona no pueda presentarse a las elecciones es que se está haciendo un juicio antes de que proceda". "Todos los casos son distintos, en cada caso concreto habrá que tomar una decisión concreta", ha añadido.

Decisión sobre Ignacio González

Asimismo, el presidente del Gobierno y del PP ha aseverado que en su decisión de prescindir de Ignacio González en las listas electorales a la Comunidad de Madrid "en absoluto" ha pesado la acción policial en la operación Púnica y ha ensalzado al todavía presidente de la región, porque ha tenido que gobernar "en unos momentos de extrema dificultad" y "no ha sido fácil".

Rajoy ha reivindicado su "responsabilidad" a la hora de tomar la decisión que estima más oportuna al elegir a los candidatos para las elecciones municipales y autonómicas de mayo, si bien ha admitido que elaborar las listas es "una de las cosas más difíciles que tiene que hacer un dirigente político". "Nunca sabes si aciertas y tu convicción no es plena y total", confesó. "Puedes equivocarte y no ser justo".

Niega una contabilidad B en el PP

El jefe del Gobierno ha vuelto a negar que en el PP existiera una contabilidad B. "La contabilidad B no es del PP, sería de la persona que hizo contabilidad B, el señor Bárcenas, que es quien la entregó a los medios", ha enfatizado y, a partir de ahí, ha asegurado que hay que "someterse a lo que digan los jueces".

Respecto al juicio del caso Gürtel, ha dicho que espera que se haga pronto y que se haga justicia. "Acataré lo que diga la justicia", ha destacado, y ha señalado que "cuanto antes se cierre y se delimiten las personas culpables y las inocentes, mejor", ha agregado, antes de alabar que la justicia y la Fiscalía "están actuando con independencia".

"Sigo mandando SMS porque no me quiero quedar aislado del mundo"

Rajoy ha remarcado que las personas involucradas en casos de corrupción ya no están en el PP, y ha subrayado que está dispuesto a adoptar cualquier tipo de decisión encaminada a ser "más eficaces contra la corrupción, que no se debe repetir más en España".

Sobre el SMS que envió en su momento al extesorero del PP Luis Bárcenas -en el que le decía "sé fuerte"-, Rajoy ha apuntado que seguirá mandando mensajes por teléfono porque "confía en la gente".

"No voy a condicionar mi vida a acontecimientos que me hayan podido ocurrir. Confío en la gente, sigo mandando SMS porque no me quiero quedar aislado del mundo", ha añadido.

"Las cosas estarán más tranquilas" en Cataluña

Mariano Rajoy se ha mostrado partidario de dar "tiempo al tiempo" ante el reto soberanista en Cataluña, pues en este momento "las cosas están más tranquilas que hace un año y dentro de un año estarán más tranquilas que hoy".

Ante la posibilidad de que Cataluña termine eventualmente autoproclamando su independencia tras las elecciones del 27 de septiembre, Rajoy no ha querido adelantar acontecimientos, pero ha expresado su convicción de que "afortunadamente" las aspiraciones de los partidarios de la independencia no van a llegar "a ninguna parte", porque no tienen "ningún sentido".

Ha dejado claro el presidente del Gobierno, "cualquiera que sea", no va a negociar sobre la unidad de España, sobre la soberanía nacional, sobre la igualdad de los españoles y sobre los derechos fundamentales.

Por ello, tras reiterar su disposición al diálogo, ha aseverado que no habrá ninguna conversación sobre esos asuntos, pues a él le parece "muy bien" el derecho a decidir, pero "lo que es España" lo deciden todos los españoles y no solo una parte. En todo caso, ha defendido la actuación del Gobierno, que siempre ha de conjugar la "firmeza" y la "proporcionalidad".

Pactos sí, pero sin condicionar su política económica

El presidente del Gobierno ha afirmado también que no descarta ningún pacto postelectoral si fuese necesario en la próxima legislatura, pero ya ha avisado de que para ello no cederá en su política económica.

Rajoy, sobre pactos postelectorales: "En este momento no contemplo nada y lo contemplo todo"

"Se puede ceder en otras cosas y siempre que se llega a entendimiento se hace, pero lo único que no se debería hacer en España es cambiar una política económica que está funcionando".

Rajoy ha respondido así a la pregunta de si se plantea un acuerdo de estabilidad con el PSOE, siguiendo el modelo alemán. "Yo en este momento no contemplo nada y lo contemplo todo", ha dicho Rajoy, pero ha advertido de que lo que más le preocupa es que se cambie la política económica.

A su juicio, tras una legislatura en la que España ha superado riesgos "terribles" -primero la quiebra y luego el rescate-, hoy en día "la mayor amenaza" sería un cambio de la política económica, mientras que si esta se mantiene se pueden crear 500.000 empleos al año.

El presidente ha distinguido los acuerdos de gobernabilidad de los "grandes acuerdos de Estado", un capítulo donde enmarca todo lo relativo a la unidad nacional, la Constitución, la política exterior y la de defensa, y que cree que debe acordarse "con el otro gran partido de España", el PSOE.