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Los rebeldes ucranianos se comprometen a retomar el diálogo este viernes

  • El martes fracasó un intento de negociación por videoconferencia
  • Cientos de personas huyen de la región de Donetsk

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Labores de desescombro este miércoles en un edificio bombardeado en Slaviansk.
Labores de desescombro este miércoles en un edificio bombardeado en Slaviansk.

Tras un intento fallido el martes, los insurgentes prorrusos han anunciado este miércoles que el viernes participarán en una nueva ronda de consultas para el arreglo del conflicto en el este de Ucrania.

"Nuestro viceprimer ministro, Andréi Purguin, acaba de regresar de [la reunión con] la delegación de la OSCE. Allí se ha alcanzado ese acuerdo" para retomar el diálogo, ha dicho Alexandr Borodái, primer ministro de la autoproclamada república popular de Donetsk, en una rueda de prensa recogida por Efe.

Los rebeldes participarán en formato de vídeo-conferencia en dichas negociaciones junto a representantes de Ucrania, Rusia y la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), que integran el conocido como Grupo de Contacto.

Las cuatro partes celebraron en junio varias reuniones, en coincidencia con un frágil y breve alto el fuego, sin que se lograran avances en la solución del conflicto, tras lo que los combates se han recrudecido, en particular en la frontera ruso-ucraniana.

La OSCE, que informó sobre el envío de tres observadores a la frontera a invitación de Rusia, había criticado en las últimas horas a los rebeldes por su “falta de disposición” a retomar el diálogo con Kiev.

Máxima tensión en Donetsk

Mientras, los insurgentes ucranianos han declarado este miércoles la ley marcial y el toque de queda en la ciudad de Donetsk, región en la que las fuerzas gubernamentales han reconquistado en las últimas semanas varios bastiones rebeldes como Slaviansk y Kramatorsk.

Los combates se han encarnizado en los últimos días en la frontera con Rusia, a la que Ucrania acusa de permitir la libre circulación a través de milicianos rebeldes equipados con armamento pesado, entre los que figurarían numerosos mercenarios rusos.

Más de 600 personas han muerto en tres meses de conflicto en el este del país, muchas de ellas civiles, mientras que decenas de miles se han visto forzadas a desplazarse.

No es posible vivir aquí. Nos bombardean

Este mismo miércoles, cientos de habitantes de Donetsk se subían a autobuses fletados por los separatistas rumbo a Rusia, informa AFP.

"Espero volver algún día a mi casa, pero ahora no es posible vivir aquí. Nos bombardean”, ha explicado a esa agencia Viktor Gontcharov, de 67 años y vecino de Krasnogorivka, localidad situado unos 30 kilómetros al oeste de Donetsk.

Al contrario, hacia esa zona partían este mismo días desde Kiev un grupo de nuevos reclutas voluntarios de las fuerzas especial de seguridad ucranianas para combatir a los rebeldes.