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El Parlament aprueba el penúltimo trámite de la ley de consultas con el rechazo del PP y C's

  • La Cámara catalana aprueba el dictamen de la ley en comisión
  • Es el paso previo a su aprovación definitiva en el pleno
  • CiU, ERC, PSC, ICV-EUiA y CUP han votado a favor del dictamen
  • Cataluña intentará con este ley celebrar la consulta del 9 de noviembre

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El Parlament aprueba el penúltimo trámite de la ley de consultas

La Comisión de Asuntos Institucionales del Parlament ha aprobado este miércoles el dictamen de la ley de consultas, paso previo a su aprobación en pleno, para convocar una consulta soberanista el próximo 9 de noviembre. Todos los grupos han votado a favor del dictamen, salvo el Partido Popular de Cataluña y Ciutadans, que han advertido que es un "engaño" para convocar el referéndum.

El dictamen ha sido aprobado por 17 votos a favor (CiU, ERC, PSC, ICV-EUiA y CUP) y 4 en contra (PPC y Ciutadans), mientras que se han rechazado las enmiendas del PPC, Ciutadans, PSC e ICV-EUiA.

Al ser rechazadas todas las enmiendas presentadas por PSC, PPC, ICV-EUiA y C's, estos grupos se han "reservado" la posibilidad de volverlas a defender ante el pleno.

Tras este trámite, la ley, que está inicialmente pensada para convocar la consulta del 9 de noviembre y otros mecanismos de participación ciudadana, deberá pasar ahora por el Consejo de Garantías Estatutarias, para que dictamine si es constitucional, y, posteriormente, se someterá a su aprobación definitiva en el pleno del Parlament en septiembre.

Adecuación de la ley a la Constitución y el Estatut

Además, CiU, ERC, ICV-EUiA y CUP han acordado llevar conjuntamente el texto aprobado este miércoles al Consell de Garanties Estatutàries con el objetivo de que el órgano consultivo de la Generalitat avale la adecuación de la norma a la Constitución y el Estatut, mientras que PSC, PP y C's no descartan hacer lo propio por su cuenta.

Estos cuatro grupos son partidarios de que esta norma sirva para celebrar la consulta de autodeterminación prevista para el 9 de noviembre después de que el Congreso rechazase traspasar a la Generalitat la competencia para convocar referéndums, un extremo que PSC, PP y C's rechazan.

ICV-EUiA y PSC se han apoyado mutuamente algunas de las enmiendas "vivas", por ejemplo las referentes al tiempo mínimo de arraigo de extranjeros comunitarios y no-comunitarios que se exige para poder votar, y también las del apartado que regula las firmas necesarias para una consulta promovida por la ciudadanía.

El PSC respalda la ley, pero no para la consulta

En la comisión, el diputado de CiU Josep Rull ha asegurado que esta "no es una ley sólo para el 9 de noviembre, pero también lo es", y ha resaltado el "consenso parlamentario amplio" que la avala.

Gemma Calvet, diputada por ERC, han mostrado su satisfacción por una ley que ha catalogado como "propia de una democracia moderna".

Por su parte, el diputado por el PSC Ferran Pedret ha defendido que es "una buena herramienta para complementar la democracia participativa", aunque ha precisado que su grupo "mantendrá sus enmiendas" para "que la ley no sirva para hacer la consulta del 9N".

El diputado de la CUP Quim Arrufat, por su parte, ha dicho, en alusión a los diputados del PPC contrarios a esta ley, que ha tenido la sensación de "estar compartiendo la ponencia con fiscales del Estado e informadores privilegiados del Gobierno".

La líder ecosocialista, Dolors Camats, ha defendido que la nueva ley servirá para que los ciudadanos "incidan en las políticas que les afectan", aunque ha discrepado sobre el tiempo de arraigo mínimo de los inmigrantes para poder votar.

El PP de Cataluña denuncia "un engaño masivo"

Santi Rodríguez, diputado del PPC, ha advertido de que "esta es la herramienta de unos grupos para la consulta" soberanista y ha argumentado que "no" quieren ser partícipes "de un engaño masivo" ya que, ha apuntado, "esta ley no sirve para hacer un referéndum camuflado" como consulta.

Carina Mejías, portavoz de Ciutadans -único grupo que no ha participado en la ponencia redactora-, ha denunciado que la ley es una "trampa" y "una coartada política para celebrar un referendo sobre el que la Generalitat no tiene competencias".

En la exposición de motivos, se remarca que la ley establece el régimen jurídico y procedimiento para celebrar consultas sobre "cualquier aspecto de la vida pública en el ámbito de Cataluña y en el competencial de la Generalitat y los entes locales", en base a la competencia "exclusiva" que le otorga el Estatut en esta materia.

Ley de consultas

La normativa, en cuyo redactado no se hace referencia al 9N, está diseñada para consultas populares no refrendarias -no vinculantes jurídicamente-, salvando así la petición de autorización al Estado, que tiene competencias exclusivas en referendos.

La nueva ley fija un plazo de entre 30 y 60 días entre la convocatoria de una consulta y su fecha de celebración, por lo que el presidente catalán, Artur Mas, debería firmar el decreto como muy tarde el 9 de octubre.

Establece que podrán participar los catalanes mayores de 16 años que residen en Cataluña y los que están en el extranjero, pero no los que viven en otras autonomías, mientras que, por lo que respecta a los inmigrantes, podrán votar aquellos que tengan un arraigo de un año, en el caso de comunitarios, y de tres para los extracomunitarios.

Las consultas pueden ser convocadas por el Govern, el Parlament, un ayuntamiento o una institución supramunicipal, y utilizarán el Registro de Población de Cataluña, del Instituto de Estadística de Cataluña, para establecer el censo.