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Carles Puente, inventor de las antenas fractales: "Móviles de todo el mundo llevan esta tecnología"

  • Es uno de los tres nominados al Premio al Inventor Europeo 2014
  • Inventó las antenas fractales que llevan casi todos los móviles del mundo
  • Su empresa tiene más de 150 patentes de tecnología de antenas

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El inventor de la antena fractal es español y es candidato al Premio Inventor Europeo del año

El ingeniero, inventor y profesor de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), Carles Puente, es uno de los tres candidatos al Premio al Inventor Europeo 2014 de la Oficina Europea de Patentes (EPO).

Con su empresa ubicada en Barcelona, Fractus, que empezó como una spin-off de la UPC y ahora tiene 20 trabajadores, ha acumulado más de 150 patentes. Y es que Carles Puente es el inventor de la antena fractal.

Se trata de una antena diminuta que va dentro de la carcasa y permite numerosas tecnologías inalámbricas, incluyendo entre otras GPS, WLAN o Bluetooth. La primera antena se patentó en 1995 y desde entonces la tecnología se ha ido adaptando a las necesidades creadas con los nuevos dispositivos.

El 17 de junio se conocerá si recibe el galardón -un reconocimiento que no está acompañado de un premio monetario-. Compite con dos inventoras de Suecia que crearon un airbag para los cascos de ciclistas y una empresa danesa, Aquaporin, que ha desarrollado un sistema de purificación de agua que usa métodos de filtrado por ósmosis.

Puente ha charlado por teléfono con RTVE.es para explicar qué supone su invento, como ha ido evolucionando y su visión sobre el sistema de patentes.

Pregunta. ¿En qué consiste una antena fractal y cómo llegaste a crearla?

Carles Puente. A mediados de los 90 la telefonía móvil empezó a extenderse en todo el mundo y se empezaron a desarrollar móviles para una primera red GSM 2G que solo funcionaba en una sola banda frecuencial [a través de las antenas que sobresalían del móvil, antiguamente]. Eso suponía un cuello de botella para el crecimiento de las redes y el número de usuarios.

A finales de los 90 los operadores quisieron dar cabida a nuevos usuarios y proporcionar servicios de conexión de datos, Internet más rápidos, pero faltaban más bandas y una mayor capacidad de las redes.

En esa época estuvimos investigando en la UPC cómo podía funcionar una antena simultáneamente en múltiples bandas de comunicación y reducir su tamaño y lo conseguimos. Una antena fractal es una pieza metálica geométrica [en inglés, multilevel space filling antennas] y en función de la geometría del metal puede tener unas propiedades u otras en el funcionamiento.

Con la tecnología fractal, la antena desaparece de la superficie del teléfono

Tiene un tamaño reducido y puede integrarse en el móvil con un mínimo impacto ergonómico y visual, además de dar cobertura a esa multiplicidad de bandas secuenciales que dan servicio a los usuarios y proporcionan servicios de datos. En cuanto al alcance de la antena, va desde decenas de metros a unos pocos kilómetros.

Esta tecnología permite que las antenas desaparezcan de la superficie del teléfono. Si no existieran, tendríamos móviles con cuatro o cinco antenas, como si fuera un erizo.

P. ¿Por qué patentes estás nominado exactamente?

C. P.  La nominación se debe a tres patentes de antenas multinivel: las antenas fractales, las de banda dual y por las tecnologías de antenas de teléfonos móviles y estaciones base para los operadores.

Respecto a esta última, en Fractus también hemos desarrollado tecnología para las antenas de los tejados y operamos a través de un modelo exclusivo de licencia. Hemos conseguido que las antenas sean más pequeñas y tengan un menor impacto visual y medioambiental.

La antena es el elemento central del sistema de comunicaciones

La antena es el elemento central del sistema de comunicaciones, ya que cualquier comunicación tiene que pasar por la antena, y esta da el soporte para que el tráfico de información pase del teléfono a las redes y de las redes al teléfono.

P. ¿Cómo surgió la idea de montar una empresa?

C.P. Fuimos los pioneros en inventar las antenas fractales y así nació Fractus [una sociedad anónima], en 1999, con el objetivo de introducir tecnología en la telefonía móvil.

Buscamos inversores y la desarrollamos desde Barcelona, pero con la vista puesta con clientes en todo el mundo, ya que la tecnología está globalizada. Desde los inicios fabricamos antenas basadas en la tecnología que íbamos patentando. Este año cerraremos ventas acumuladas desde que empezamos de unos 40 millones de antenas en todo el mundo.

En 2014 Fractus cerrará 40 millones de ventas acumuladas de antenas

También vimos que la tecnología empezaba a ser usada por fabricantes, y decidimos abrirla mediante un programa de licencias de tecnología y patentes. En 2004, además de fabricar y proveer físicamente de antenas, en algunos casos se licenció para que, a cambio de una compensación económica, los fabricantes pudieran crear las antenas con sus propios medios.

P. Ganásteis un juicio contra grandes fabricantes...

C.P. Tuvimos que presentar una demanda contra diez fabricantes en 2009. Tras el juicio obtuvimos un veredicto favorable en su momento y llegamos a acuerdos con todas y cada una de las empresas demandadas.

P. ¿Cómo ha cambiado la antena fractal y el resto de tecnología que habéis desarrollado?

C.P.  Nuestra misión es estar en el frente de la evolución tecnológica de los dispositivos inalámbricos: tablets, smartphones, auriculares inalámbricos y otros dispositivos que va incorporando la telefonía inalámbrica.

Van surgiendo más servicios, como el 4G y se empieza a hablar de 5G. Cada vez es más necesario contar con antenas multibanda en miniatura, ya que los teléfonos son más finos. Fractus avanza en nuevos productos asociados a nuevas generaciones tecnológicas. Estamos a punto de lanzar siguiente generación y esperamos que en los próximos dos años los fabricantes adopten la cuarta generación.

P. Durante nueve años has sido director técnico de Fractus y ahora tienes el rol de director científico, ¿has vuelto a la investigación?

C.P.  Regresé a la UPC y colaboro con la empresa como director científico desde la universidad. Soy socio cofundador y miembro del consejo de administración. Durante muchos años, como director tecnológico, me encargué de la cartera de patentes de la empresa.

Cuando regresé a la universidad, decidí que mi experiencia en la gestión de patentes fuese útil a otros científicos y estoy impartiendo clases de posgrado en el área de gestión tecnológica y de patentes y asesorando otras empresas. Asimismo he preferido centrarme en aspectos científicos y dejar que la gestión recaiga en el equipo.

P. ¿Qué opinas del sistema de patentes, por el que las empresas tienen que pagar licencias de uso de una invención?

C.P. Considero que la patente es una herramienta que tiene tres patas: tecnológica, legal y de negocio y los tres componentes deben desarrollarse simultáneamente. Se necesitan equipos multidisciplinares, incluyendo una parte de negocio, ya que al final son una herramienta de negocio.

Fuimos pioneros en el 99 cuando se fundó la empresa, que fuera una spin-off de la UPC. Compartir el conocimiento es muy necesario, con las empresas y con los usuarios. Precisamente el sistema de patentes y licencias permiten abrir esa tecnología a muchos actores en el mercado, el error es pensar que compartir es gratis.

Al final las empresas y los centros de investigación invierten en innovación y si tiene éxito en el mercado se genera un valor económico que es justo que retorne a sus creadores y a aquellos que han invertido.

Se trata de recompensar a aquellos que han invertido en años de esfuerzo, investigación y en emprender. Las patentes están para eso, para que parte del beneficio económico que genera la innovación a unos u otros parte de ese valor económico retorne a los que han contribuido a ese desarrollo.

España tiene que hacer una apuesta decidida por el sistema de patentes

Las empresas pequeñas necesitan protección para que sus inversiones sean debidamente recompensadas. Fractus, que tiene unos 20 trabajadores, es la empresa española que más patentes tiene concedidas en Estados Unidos en los últimos cinco años, compitiendo con multinacionales de miles de empleados.

Me parece muy importante que nuestro país se haga una apuesta decidida por el sistema de patentes, y no quedarse fuera de la patente unitaria. Si no se hace es por desconocimiento y refleja una desconfianza a utilizar mecanismos legales para proteger.