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Unas piernas para Robonaut 2, el tripulante robot de la Estación Espacial Internacional

  • Han viajado a bordo de la cápsula de carga Dragon 3
  • El cohete Falcon 9 se ha lanzado con éxito desde Cabo Cañaveral
  • Le permitirán moverse por si mismo dentro y fuera de la Estación
  • Son similares a unos brazos con manos prensiles en sus extremos

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El juego de piernas para Robonaut 2, uno de los dos robots que hay a bordo de la EEI.
El juego de piernas para Robonaut 2, uno de los dos robots que hay a bordo de la EEI.

La tercera cápsula de carga Dragon se ha lanzado con éxito a las 21.25 hora peninsular española de este viernes hacia la Estación Espacial Internacional, después de que el lunes la NASA suspendiera su lanzamiento por un escape de helio durante la primera fase de la operación.

Uno de los elementos más curiosos de la carga que va a bordo de cápsula de carga Dragon es un juego de piernas para Robonaut 2.

Robonaut 2 fue diseñado en un primer momento para ser utilizado solo en tierra como plataforma de pruebas para el diseño de un robot que pudiera ayudar a los astronautas en una futura misión espacial a realizar tareas de forma semi autónoma.

Así, usando los más de 350 sensores que incorpora, Robonaut 2 es capaz de ir activando interruptores gracias a sus manos, bastante similares a las de un ser humano, mover cosas de sitio, etc, sin necesidad de supervisión constante.

La idea es, por ejemplo, que pueda ejecutar tareas como las de cambiar algún tipo de consumible en alguno de los sistemas de una nave espacial, llevar a cabo procedimientos de mantenimiento repetitivas como limpiar filtros, o trabajar en el exterior de una nave espacial sin que un astronauta tenga que asumir los riesgos inherentes a un paseo espacial si la tarea a realizar es lo suficientemente sencilla.

Así, los astronautas quedarían liberados para tareas más importantes y complicadas como por ejemplo llevar a cabo experimentos.

Un robot en el espacio

Los resultados obtenidos en tierra por Robonaut 2 fueron tan buenos que aunque no estaba prevista tal cosa, la NASA tomó finalmente la decisión de enviarlo a la Estación Espacial Internacional, donde lleva desde febrero de 2011.

Ya ha llevado a cabo unas cuantas pruebas, y con la Dragon 3 va a ganar una nueva habilidad, que es la de desplazarse por sí mismo, ya que hasta ahora no era más que un torso con brazos y cabeza que permanecía fijo en una especie de pedestal.

De paseo por el exterior de la EEI

Las piernas que van a bordo de la Dragon 3 -aunque más bien son como otro par de brazos con una especie de manos prensiles en los extremos- le permitirán desplazarse por sí mismo tanto por el interior como por el exterior de la Estación.

Cada una dispone de siete articulaciones y de sensores que les permiten un cierto grado de funcionamiento autónomo, aunque habrá que actualizar el software del torso para poder usarlas.

Alcanzan una separación máxima de tres metros y Robonaut 2 será capaz de mantenerse anclado tanto en el exterior como en el interior de la Estación usando solo una de ellas si es necesario.

Gracias a sus nuevas piernas podría, por ejemplo, sujetar piezas o herramientas para alcanzarle a un astronauta durante un paseo espacial, o llevarlas de un lado a otro sin que el astronauta tenga que hacer este trabajo.

Las baterías de Robonaut 2

Por ahora, Robonaut 2 tiene que estar enchufado al suministro eléctrico de la Estación para funcionar, pero está previsto que a finales de este año se envíe a la Estación una mochila-batería que le permitirá funcionar sin necesidad de estar enchufado a nada.

Falta todavía mucho -si es que alguna vez llegamos a verlo- para que veamos un robot que funcione de forma autónoma como los de las películas de ciencia ficción, pero mientras tanto, la NASA tiene la esperanza no solo de poder desarrollar robots que ayuden a los astronautas, sino que creen que lo que se aprenda con Robonaut 2 y sus sucesores podrá ser utilizado en la creación de exoesqueletos para personas con problemas de movilidad.