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La República Centroafricana cumple un año de choques con un recrudecimiento de la violencia

  • Al menos 30 personas han muerto en ataques durante la última semana
  • La ONU pide más compromiso militar y humanitario a la comunidad internacional

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Un pequeño mercado en el campamento de refugiados del aeropuerto de Bangui, donde viven unas 100.000 personas.
Un pequeño mercado en el campamento de refugiados del aeropuerto de Bangui, donde viven unas 100.000 personas.

La República Centroafricana (RCA) sufre un recrudecimiento de la violencia cuando se cumple un año desde la rebelión que provocó un cambio de régimen ante la impotencia de las fuerzas internacionales para restablecer el orden en el país.

Numerosas agencias internacionales han alertado en los últimos días de las graves violaciones de derechos humanos que se suceden en el país, mientras la UE sigue sin concretar su despliegue de una misión militar.

Desde el pasado fin de semana, al menos 30 personas han muerto en distintos ataques en la capital Bangui, según France Presse. El último ocurrió la madrugada del jueves al viernes con el lanzamiento de granadas contra un barrio de la capital. Según testigos citados por esa agencia, las víctimas —entre 11 y 20, según las fuentes— estaban en un velatorio y los vecinos, en su mayoría cristianos, han culpado a los musulmanes, minoría aquí y en el conjunto de la república.

En los días anteriores, los ataques habían sido atribuidos a las milicias cristianas y tuvieron como objetivo a musulmanes, que en las últimas semanas son quienes sufren la mayor parte de la violencia.

Así, en estos tres últimos meses, casi un millón de personas ha huido, de las cuales más de 650.000 son desplazados internos y cerca de 300.000 se refugian en países vecinos, especialmente en Chad y Camerún, la gran mayoría musulmanes.

La violencia sectaria ha sido la constante en todo el conflicto, que si bien tiene sus orígenes en viejos enfrentamientos de esta excolonia francesa, tuvo un momento destacado con el derrocamiento del presidente François Bozizé el 24 de marzo de 2013 a manos de los rebeldes musulmanes de la Seleka.

"Una nueva Bosnia"

Tras meses de enfrentamientos de intensidad variable, se pasó a un escenario de conflicto abierto y asesinatos masivos en diciembre. En enero, bajo presión internacional, el líder de la Seleka, Michel Djotodia, dimitió y el Parlamento eligió a una figura de consenso, la hasta entonces alcaldesa de Bangui Catherine Samba-Panza.

Sin embargo, el Gobierno interino está "totalmente sobrepasado por los acontecimientos" y apenas hay estructura estatales más allá de la capital, según ha explicado el director de protección internacional del ACNUR, Volker Turk, a su vuelta de Bangui, informa Efe. E incluso las tropas regulares participaron en linchamientos.

Ahora, las milicias cristianas buscan venganza por los abusos cometidos por el grupo Séléka mientras estuvo en el Gobierno del país, y están presentes en casi todas las comunidades porque se crearon como grupos de autodefensa.

"Los musulmanes temen ser masacrados, el miedo impera y los Anti-Balaka (milicias cristianas) lo usan para atemorizar más a las comunidades y para imponerse ante la falta de otra autoridad", ha añadido el funcionario de la agencia de refugiados de la ONU, quien teme que el país se convierta en "una nueva Bosnia", el país europeo en el que, durante la guerra de los años 90, se llevaron a cabo diversas limpiezas étnicas, en especial de bosnios musulmanes. Amnistía Internacional ya ha calificado lo ocurrido en las últimas semanas en la RCA como limpieza étnica.

Se necesitan más cascos azules

En este contexto, la representante para la RCA del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Marie Thérèse Keita Bocoum, ha dicho que es necesario desplegar lo ante posible “una misión capaz de devolver y garantizar la paz en todo el territorio nacional”.

El secretario general de la ONU ha solicitado el despliegue de 12.000 cascos azules, pero sobre el terreno de momento solo hay 6.000 militares provenientes de las fuerzas proporcionadas por la Unión Africana y por el Ejército francés (que lidera el despliegue con 2.000 efectivo.

La UE anunció hace semanas una misión de hasta 1.000 efectivos, pero se ha retrasado su puesta en marcha y todavía este viernes se esperaba que los países reforzaran sus compromisos con la misión. España enviará hasta 85 soldados, mientras Alemania ha anunciado en las últimas horas que aporta dos aviones de transporte, pero ha insistido en que no ve necesario el despliegue de tropas, informa AFP.

Para desatascar la misión, el presidente francés, François Hollande, ha convocado el próximo miércoles una minicumbre de líderes europeos y africanos, según la misma agencia.

Mientras, también las agencias humanitarias han pedido un mayor compromiso de los donantes internacionales para atender las necesidades más básicas ante la llegada de la temporada de lluvias y carestía, “cuando los alimentos de las últimas cosechas”,  ha advertido en un comunicado el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas.