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Los verificadores dicen que ahora hay que definir cómo se lleva a cabo el desarme de ETA

  • Aseguran que hay una "oportunidad genuina" de que dejen las armas
  • Lamentan la "polémica" en torno al "primer paso" dado por la banda terrorista
  • El ministro del Interior: "Es un proceso de disolución de la banda terrorista"

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Los verificadores de la banda terrorista molestos por tener que declarar en la Audiencia Nacional

El portavoz de la denominada Comisión Internacional de Verificación (CIV), Ram Manikkalingam, ha insistido este lunes en su convencimiento del compromiso de ETA en el proceso de dejar fuera de uso todo su armamento y ha afirmado que ahora corresponde a partidos y ciudadanos "definir cómo" debe realizarse y comprobarse ese proceso.

En un comunicado, Manikkalingam ha lamentado la polémica en torno al primer paso dado por ETA para inutilizar su armamento y ha censurado que "en ningún lugar del mundo" ha ocurrido que, cuando una organización terrorista inicia unilateralmente un proceso de ese tipo, no contara con el respaldo de las instituciones.

Los denominados "verificadores" han reiterado su convencimiento de que "existe una oportunidad genuina para asegurarse de que ETA pondrá todas sus armas fuera de uso de manera verificable".

Un hecho "sin precedentes" para los verificadores

A su juicio, "los debates y las discusiones sobre cómo se llevó a cabo la primera puesta fuera de uso y sobre la cantidad de armas y material inutilizados olvidan el objetivo de fondo".

"Por primera vez en 50 años, ETA se ha comprometido a poner sus armas fuera de uso de manera verificable", ha señalado, y este es un primer paso en un proceso unilateral de poner fuera de uso operativo a la totalidad de sus armas, municiones y explosivos, ha sentenciado Manikkalingam.

Según ha indicado, "como han demostrado los acontecimientos de esta semana, entre ellos la citación a miembros de la comisión a declarar ante el juez, es extremadamente difícil, si no imposible, ayudar para asegurar que ETA lleve a cabo la intención que nos expresó".

Por ello, ha añadido Manikkalingam, "a los gobiernos, líderes políticos y ciudadanos les corresponde decidir si se deben definir maneras en que se pueda asegurar que ETA continúa de forma unilateral un proceso irreversible de poner fuera de uso operativo la totalidad de sus armas, municiones y explosivos de manera verificable".

Según ha reprochado Ram Manikkalingam,  "no existe precedente alguno, ni otro ejemplo, en ningún lugar del mundo, en que un movimiento armado como ETA, con un historial de 50 años a sus espaldas, se haya ofrecido a emprender un proceso de poner sus armas, municiones y explosivos fuera de uso y eso no recibe el aval positivo de las instituciones formales".

Interior: "Es un proceso de disolución de la banda"

Mientras, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha mantenido su posicionamiento del pasado viernes, cuando consideró a las fuerzas de seguridad como las mejores verificadoras posibles de cualquier avance en la disolución de ETA.

Fernández Díaz ha advertido este lunes que serán las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado quienes acaben con la banda terrorista mientras ésta no entregue sus armas y decida desaparecer, ya que "no estamos ante un proceso de paz, sino ante un proceso de disolución de la banda terrorista".

Fernández Díaz se ha referido a ETA en su discurso durante el acto de entrega de diplomas de la XV promoción de comisarios principales del Cuerpo Nacional de Policía. El ministro ha considerado la unidad de los demócratas, la eficacia de las fuerzas de seguridad y la fortaleza del Estado de Derecho como los pilares que han permitido que la banda terrorista haya sido "absolutamente" derrotada policialmente.

"Que entreguen las armas y se disuelvan y mientras no lo hagan es evidente que ETA es una organización terrorista", ha añadido el ministro antes de subrayar que el Estado de Derecho no está en suspenso y, por tanto, la Policía y la Guardia Civil "siguen actuando, localizando, deteniendo y poniendo a disposición de la Justicia".

Además, ha insistido en que el Gobierno no se va a prestar a "escenificaciones ni teatralizaciones", como las que protagonizaron el viernes los verificadores internacionales, de lo que debe ser "un proceso de disolución y no de paz, porque no ha habido una guerra".

"Que quede claro que si nos dan la geolocalización y las coordenadas de sus zulos y de sus arsenales, que no se preocupen, que la Policía y la Guardia Civil van efectivamente a comprobar si entregan sus armas", ha añadido el ministro tras señalar que los terroristas "no necesitaron de verificadores" cuando adquirieron las armas y tampoco fueron los verificadores los que derrotaron a ETA.