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Científicos deciden en Barcelona la ubicación del telescopio de neutrinos más grande del mundo

  • Servirá para estudiar el Universo desde el fondo marino
  • Será 50 veces más grande que su predecesor, ANTARES
  • La UPC contribuirá con tecnología para estudiar los organismos marinos

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Ilustración del telescopio de neutrinos ANTARES ubicado frente a la costa de la Provenza.
Ilustración del telescopio de neutrinos ANTARES ubicado frente a la costa de la Provenza.

La decisión sobre la futura ubicación del telescopio de neutrinos más grande del mundo se toma estos días en una reunión en Vilanova i la Geltrú (Barcelona). Será en una reunión con más de un centenar de científicos de todo el mundo auspiciada por la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC).

Este telescopio, denominado proyecto KM3NeT y en cuya construcción participará la UPC, servirá para estudiar el Universo desde el fondo marino, ver el impacto de la contaminación acústica en el mar, así como fenómenos astronómicos y de física de partículas.

Los científicos, que permanecen en Vilanova hasta el próximo viernes, tienen previsto analizar cual será la mejor ubicación para este gran telescopio, que será la segunda infraestructura más grande realizada hasta ahora después de la gran muralla china, y superará en altura el Burj Khalifa de Dubai -el edificio más alto del mundo-, pero sumergido centenares de metros en el fondo del mar.

Captación de neutrinos

Según ha explicado la UPC, este tipo de telescopios permiten capturar neutrinos, unas partículas subatómicas que no tienen prácticamente masa, eléctricamente neutrales.

Los neutrinos se emiten durante una desintegración radiactiva y pueden aportar valiosa información de los fenómenos astrofísicos donde se producen, como las explosiones de estrellas o supernovas, los agujeros negros, los centros activos de galaxias y otros fenómenos extremos del Universo.

El objetivo de estos instrumentos es localizar neutrinos y descifrar sus características y para ello hay que detectar la llamada radiación de Cerenkov, que es el rastro que dejan las partículas cargadas de neutrinos cuando entran en la atmósfera terrestre.

Este hecho se puede ver mejor desde el fondo del mar, donde no hay contaminación lumínica y para detectarlo se disponen tubos fotomultiplicadores que captan las pequeños señales de luz y la transforman en una señal eléctrica.

Estos tubos y sus fotodetectores son los verdaderos "ojos" del KM3NeT, que miran hacia el fondo del mar para estudiar los fenómenos astronómicos.

El telescopio antecesor, el ANTARES

El futuro KM3NeT (siglas procedentes de Km3 Neutrino Telescope) será de un tamaño cincuenta veces superior al de su predecesor, el ANTARES (Astronomy with a Neutrino Telescope and Abyss Environmental Research).

Durante los últimos 15 años, el antecesor del KM3NeT ha recogido datos astronómicos desde 2.500 metros de profundidad del Mediterráneo, cerca de la costa de la Provenza (Francia). Precisamente, en el encuentro científico que se ha iniciado en Barcelona también se evaluarán los resultados obtenidos por este telescopio.

Siguiendo el modelo del ANTARES, el KM3NeT estará formado por una rejilla tridimensional de fotodetectores de alta sensibilidad fijados en cables, que, desde el fondo del mar, se elevarán cientos de metros en dirección a la superficie, formando un gran cilindro.

La UPC proporcionará la tecnología para revelar el comportamiento diario de los organismos marinos de las aguas más profundas y la influencia del ruido y contribuirá a detectar la pequeña carga acústica que produce el neutrino al impactar en el agua del mar.

De España, además del LAB de la UPC, también participa el Instituto de Física Corpuscular (IFIC), un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC y de la Universidad de Valencia), que coordina la participación científica española. También participa un grupo de investigación de la Universidad Politécnica de Valencia.