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Google lanza 'Helpouts', un servicio inspirado en los bancos de tiempo, de pago y en inglés

  • Es una plataforma en la que especialistas ofrecen sus servicios
  • Los usuarios eligen la hora y si pagan por horas o minutos, también hay opción gratuita
  • En España abundan los bancos de tiempo presenciales y gratuitos

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Dos personas en una videoconferencia.
Dos personas en una videoconferencia.

Google acaba de lanzar una plataforma de intercambio de servicios. Se llama Helpouts y consiste en una web en la que personas con conocimientos en diversos campos ofrecen sus servicios para ayudar o enseñar a otros a cambio de dinero, en la mayoría de los casos, aunque también puede ser gratis.

Un usuario, ganador de concursos de cocina a los 16, se ofrece para resolver "catástrofes culinarias" gratis. Un atleta da consejos y trucos de fitness por 25 dólares la hora (unos 18,5 euros) y también existe la posibilidad de recibir ayuda por minuto, pagando desde 50 centavos, como la de un programador que se ofrece a arreglar problemas de Flash Action Script 3.

Las ofertas de servicios, de momento, son de usuarios que se anuncian en inglés y en contadas especialidades, como arte y música, informática, cocina, educación, moda y belleza, fitness y nutrición, salud y casa y jardín.

Así funciona Helpouts

Las personas que opten por recibir ayuda o una clase pueden contactar con los expertos previamente y después decidir si optan a su servicio o no, para lo que es obligatorio usar la pasarela de pago de GoogleWallet, a la que el usuario asocia una tarjeta de crédito. Una vez usado se puede valorar el servicio recibido y dejar comentarios.

Asimismo, Google ofrece la posibilidad de grabar el intercambio si ambas partes están de acuerdo, en caso de necesitar la grabación por una asistencia incorrecta o insatisfactoria, por ejemplo. Aunque la compañía de San Francisco no se hace responsable de la legalidad, calidad o integridad de los servicios ofrecidos por terceras personas, permite reclamar la devolución del pago.

Aunque no funciona exactamente como los bancos de tiempo que conocemos, en los que la unidad de intercambio no es el dinero sino el tiempo, sí toma la idea de ofrecer servicios especializados a cualquier persona que los necesite con la particularidad de que todo el proceso se produce por Internet.

Así, las personas que ofertan sus servicios suelen incluir unos horarios de atención elegidos por ellos mismos a los que los interesados se apuntan. El encuentro se produce por videoconferencia, a través del servicio Hangout de Google.

De momento, la compañía de EE. UU. no permite que cualquier persona se apunte a Helpouts, ya que primero hacen una entrevista por vídeo y comprueban en vivo las credenciales del proveedor de servicios. En el caso de los servicios médicos de la plataforma (salud o nutrición) se comprueba el certificado o licenciatura. Para usar Helpouts es necesario aceptar los términos de servicio de Google, su política de privacidad y las políticas de los producto de la plataforma.

Bancos de tiempo: redes de ayuda

Sin embargo, Helpouts presenta ciertas limitaciones, ya que hay servicios que es imposible ofrecer online, como cambiar un enchufe o ayudar en una mudanza, y existen habilidades que tal vez sea más fácil aprender cara a cara, como puede ser aprender ganchillo, por poner un ejemplo.

Las personas que no pueden -o no quieren- pagar por determinados servicios, cuentan con la posibilidad de recurrir a un banco de tiempo. En España, según el blog Vivir sin empleo existen cerca de 300 colectivos que facilitan los intercambios de servicios. Muchos son asociaciones sin ánimo de lucro pero también hay instituciones que cuentan con sus bancos de tiempo. Están recopilados en el siguiente mapa:

Ver Bancos de Tiempo y Monedas Sociales en España en un mapa más grande

La responsable de la secretaría del Banco de tiempo de Zaragoza, Eva Peña, ha explicado a RTVE.es que los bancos de tiempo son una "herramienta bastante útil para satisfacer las pequeñas necesidades" diarias y dar y recibir ayuda mutua entre los vecinos.

Como otros bancos de tiempo, en el de Zaragoza, que oferta 596 actividades, los usuarios no cobran por sus servicios, a no ser que haya que pagar materiales o gasolina, por ejemplo, de cuyos costes se hace cargo el que recibe el favor. En Zaragoza se hace una pequeña entrevista a los 'proveedores' de servicios y se les inscribe en su registro.

Los socios, cuyo único requisito es que sean mayores de 18 años, tienen un 'talonario de horas' que empieza con vales de diez horas. "No hay un mínimo o un máximo de horas, ni existe la obligación de dar los servicios cuando se  solicitan", ha indicado Peña, quien ha manifestado que los usuarios quedan por teléfono o por mail y normalmente el que solicita más favores es el que más da

Asimismo, aconsejan a los usuarios que les informen en caso de que una persona no sea muy ducha en el servicio que oferta.

Hay cosas que tiene que cubrir el Estado, no queremos sustituirlo

Eva Peña ha apuntado que en una ciudad como Zaragoza, "relativamente" pequeña, los socios demandan actividades y talleres presenciales y les gusta más conocer en persona a gente que tiene intereses comunes, aunque manifiesta que se puede aprender por videoconferencia, "si no tienes otra manera". 

La responsable del Banco de tiempo de Zaragoza también ha indicado que cuidan que no haya intrusismo y que las asistencias no se solapen con los servicios sociales. "Hay cosas que tiene que cubrir el Estado, no queremos sustituirlo porque es un derecho de las personas", ha rematado.