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Ascienden a más de 540 los muertos por el derrumbe en Bangladesh

  • Cierran otra fábrica cercana porque el inmueble tiene grietas
  • En las últimas horas se han recuperado 55 cadáveres

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Familiares Bangladesh
Familiares lloran la muerte de sus muertos en el derrumbe de Bangladesh

El trágico derrumbe la semana pasada de un complejo textil en Bangladesh en el que se producía ropa para marcas internacionales ha causado al menos 543 muertos, según el último recuento difundido este viernes por las autoridades, que han cerrado otra fábrica cercana porque el inmueble presentaba grietas.

En declaraciones a la prensa local, el portavoz del Ejército bangladeshí, Shahinul Islam, ha confirmado el número de víctimas mortales tras asegurar que los equipos de rescate han recuperado en las últimas horas 55 cadáveres.

El siniestro, la mayor tragedia industrial de la historia del país asiático, también causó heridas de diversa consideración a 2.437 personas que se encontraban en el inmueble, de nueve plantas ubicado en la localidad vecina a Dacca de Savar.

Un número indeterminado de trabajadores continúan en paradero desconocido, probablemente sepultados bajo la enorme masa escombros, que el Ejército y otros servicios públicos se afanan en retirar desde hace días.

El edificio se colapsó el pasado 24 de abril con unas 3.000 personas en su interior que fueron obligadas a trabajar pese a que la policía había advertido un día antes de la existencia de grietas en las paredes.

Una decena de arrestados

El Gobierno destituyó el pasado jueves por "negligencia" e "inacción" al alcalde de Savar, Mohamed Refatulá, y la policía ha arrestado por el momento a casi una decena de personas.

Entre los detenidos figuran el dueño del inmueble -vinculado al partido gobernante en Bangladesh-, varios propietarios de talleres textiles e ingenieros municipales, mientras que un empresario español, David Mayor, está bajo orden de búsqueda y captura.

Las autoridades han ordenado, además, el cierre de una fábrica del mismo sector situada a unos 1,5 kilómetros del complejo siniestrado en la que trabajan varios miles de empleados debido a que la estructura de la misma presenta varias grietas.

"El edificio debe ser examinado por los técnicos. Ha habido una queja y se ha tomado la precaución", explicó a Efe el superintendente de la policía metropolitana de Dacca, Habibulá Rehmán.

El desastre de Savar ha puesto de manifiesto las malas condiciones laborales y de seguridad en que trabajan los empleados de las fábricas textiles en el país asiático que abastecen a multinacionales occidentales.

Las compañías internacionales Primark, El Corte Inglés, Bon Marché y Joe Fresh han confirmado abastecerse de alguna de las empresas locales implicadas en el siniestro y otras como Mango habían hecho pedidos de prueba a los talleres.