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Los sandinistas ganan 134 de 153 municipios en Nicaragua con el 98,7% de las actas

  • El gobernante sandinista asume el control de 16 de las 17 capitales de provincia
  • Un organismo nicaragüense tilda de "fraude" y "farsa" estos comicios
  • Denuncian, por un lado, el doble voto y, por otro, los impedimentos para votar

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El gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) ha ganado en 134 de los 153 ayuntamientos disputados en los comicios municipales del domingo en Nicaragua, incluida Managua, ha informado este lunes el Consejo Supremo Electoral (CSE).

Los otros 19 municipios se repartirían entre el Partido Liberal Independiente (PLI), que habría ganado 12 municipios, el Partido Liberal Constitucionalista (dos), Alianza Liberal Nicaragüense (uno) y el partido indígena Yatama, aliado del oficialismo en el Congreso (tres). Solamente quedaría por definir el ganador en el municipio La Cruz de Río Grande, disputada entre el PLI y el PLC.

De esta manera, el gobernante FSLN obtiene el control de 16 de las 17 capitales de provincia del país, incluida Managua, y el partido indígena Yatama, aliado del oficialismo en el Congreso, la otra capital de provincia.

"Sin duda hay un fortalecimiento de los gobiernos populares, de los gobiernos de izquierda" en América Latina, se ha felicitado el mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, quién ha destacado que este tipo de ejecutivos afincan su "pensar" y "hacer" en función de los "intereses de nuestro pueblo".

Acusaciones de "fraude"

Unas declaraciones que chocan con las acusaciones de “fraude” y “farsa” lanzadas por Ética y Transparencia, un organismo nicaragüense crítico con el Gobierno que vigiló los comicios desde afuera de los recintos de votación.

Esta organización ha denunciado el funcionamiento de “una estructura paraestatal” del partido sandinista, encargado de tramitar todos los documentos de votación sin ningún control.

Revelan que en algunos casos se permitió el doble voto y hasta el sufragio de extranjeros y menores de edad mientras que, por otro lado, se impedía el voto de aquellos que no estaban en el padrón activo, en la mayoría de los casos por razones de su filiación opositora.

Por otro lado, critican el “favoritismo” del Consejo Supremo Electoral (CSE)  “hacia el partido de Gobierno", al aceptar que las boletas no llevaran la fotografía de los candidatos a alcaldes, ni el nombre de los concejales.

Del mismo modo, consideran injusto que la figura de coordinador de centro de votación siempre estuviera a cargo de un sandinista, y por otro lado, se impidiera la acreditación y funcionamiento de fiscales de oposición.