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La Audiencia de Castellón devuelve el caso Fabra al juzgado de Nules al descartar el cohecho

  • La Audiencia alega no ser competente para juzgar al líder del PP en Castellón
  • El juzgado de Nules había remitido el caso para la apertura del juicio oral

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Fotografía de archivo del expresidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra (PP).
Fotografía de archivo del expresidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra (PP).

La Audiencia Provincial de Castellón ha devuelto al Juzgado de Instrucción número 1 de Nules la causa contra el expresidente de la Diputación de Castellón y líder del PP en esa provincia, Carlos Fabra, porque no se considera competente para juzgarlo.

Según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), la Sección Primera de la Audiencia Provincial alega en un auto que la Sección Segunda estimó recientemente un recurso de Fabra descartando el delito de cohecho, lo que aleja la causa de este ámbito jurisdiccional.

El juzgado de Nules había remitido el caso a la Audiencia para que procediera a la apertura del juicio oral, pero sin el delito de cohecho, "el caso le corresponde a un juzgado de lo penal, no a una sala de la Audiencia", subrayan las citadas fuentes.

El pasado 20 de enero, el juzgado de Instrucción número 1 de Nules acordó la apertura del juicio oral contra Carlos Fabra, al que impuso una fianza de 4,2 millones de euros por supuestos delitos de cohecho, tráfico de influencias y contra la hacienda pública.

Fabra presentó un recurso de apelación contra esta decisión por entender que no debía ser imputado por cohecho, y la Sección Segunda de la Audiencia estimó su petición el pasado 4 de mayo, manteniendo, no obstante, que podría haber existido tráfico de influencias.

El Juzgado número 1 de Nules, que ha tenido nueve titulares en los últimos ocho años, dio por concluida el pasado mes de diciembre la instrucción de esta investigación, abierta en diciembre de 2003 tras dos querellas presentadas contra Fabra por el empresario Vicente Vilar, titular de Naranjax, una mercantil de productos fitosanitarios.

Indicios de que Fabra medió para agilizar autorizaciones

Naranjax tenía pendientes de aprobación varios productos por parte de los ministerios de Agricultura y de Sanidad, y Vilar trató de contactar con Fabra a través de sus respectivas esposas, Monserrat Vives y Amparo Fernández, que eran amigas.

Según el auto, existen indicios de que Fabra medió con las autoridades y funcionarios públicos para agilizar la tramitación y obtención de las autorizaciones haciendo valer su condición de presidente de la Diputación.

La denuncia que originó estas diligencias fue presentada en diciembre de 2003 por Vilar y, a raíz de la misma, Hacienda denunció a Fabra por supuestas irregularidades en la declaración de la renta de 1999, tras lo cual el juez ordenó investigar sus cuentas desde ese año hasta 2004.

Fabra y su mujer, durante los ejercicios fiscales entre 1999 y 2004, obtuvieron ingresos que ocultaron a la Hacienda Pública y que no se correspondían con el patrimonio ni con la renta por ellos declarados, según ese auto.

Las cantidades defraudadas en ese periodo suman más de 880.000 euros por parte del expresidente y más de 580.000 por parte de su esposa.