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Valérie Trierweiler, una periodista en el Elíseo

  • Es la primera dama de Francia no casada con el jefe del Estado
  • Seguirá trabajando para mantener a sus tres hijos adolescentes
  • Discreta y elegante, es una gran conocedora de la vida política gala

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Valérie Trierweiler y François Hollande celebran la victoria del candidato socialista en la plaza de la Bastilla en París.
Valérie Trierweiler y François Hollande celebran la victoria del candidato socialista en la plaza de la Bastilla en París.

Si François Hollande es conocido como el "socialista tranquilo", Valérie Trierweiler es la "primera dama discreta". La nueva inquilina del Elíseo no tiene pretensiones de competir con el legado -tan glamuroso como insulso- de su predecesora Carla Bruni. No necesita modelos esta periodista de 47 años para revolucionar el palacio.

Trierweiler ya ha roto algunas tradiciones de la V República francesa. Es la primera dama de Francia no casada, un reto para el protocolo que podría privarle de realizar algunas visitas al extranjero o de acudir a algunas recepciones oficiales en Francia.

"No queremos casarnos por obligación, es un tema que concierne a nuestra vida privada", aseguró la novia del nuevo presidente de Francia en una de las pocas entrevistas que ha concedido. Divorciada en dos ocasiones, mantiene el apellido de su segundo marido, Denis Trierweiler, su compañero de la revista Paris Match, con quien tuvo tres hijos, hoy adolescentes.

Si mantiene su palabra, Trierweiler será también la primera consorte de un presidente francés en conservar su trabajo y un salario. Durante la campaña, ha declarado que continuará trabajando para mantener a sus hijos y que no quiere cobrar del Estado. "No he escogido tener una vida pública, he escogido a François, pero me adaptaré”, ha afirmado.

Nadie como ella sabe mejor a lo que se expone. Su carrera como periodista política en Paris Match y en la cadena de televisión Direct 8 la han convertido en una gran conocedera de los entresijos de la vida política francesa. Desde que Hollande se convirtió en el candidato socialista a la Presidencia, ha pasado a ocuparse de temas de cultura para evitar incurrir en un conflicto de intereses, lo que le ha permitido apoyar a su pareja sin tapujos.

"Me encanta escuchar a François. Por supuesto, aplaudir al hombre que amo y seguir siendo periodista no me supone un problema. Ya no. Le aclamo con los brazos en alto, como la mujer de un futbolista", ha comentado en las páginas Femme Actuelle.

Fiel al estilo Cecilia Sarkozy

Su carrera profesional le da garantías de que sabrá relacionarse con los medios de comunicación como pez en el agua, una cualidad de la que ya ha sacado partido el propio Hollande. A ella se le atribuye el cambio de imagen del candidato socialista en el último año: más delgado, más moderno y más sobrio, con un estilo más "presidencial". Esta labor de asesora recuerda al papel que desempeñó Cecilia Sarkozy en la carrera de su marido al Elíseo desde 2002 hasta 2007. Ella fue una de las artífices de su victoria, pero se divorció de él antes de poner un pie en palacio.

Bruni, por el contrario, ha mantenido un discreto segundo plano con declaraciones poco afortunadas que han llevado a que algunos hayan calificado a la cantante y top-model como "mujer florero". Trierweiler ya ha sufrido en sus propias carnes las vilezas de la política y ha tenido que ver cómo el diputado Lionnel Luca se dirigía a ella con el cariñoso apelativo de "Rottwailer". Es curioso el apego de los políticos franceses por las metáforas caninas. La derecha se ha referido siempre a Hollande como "el perro de Miterrand".

La octava primera dama de la V República francesa se perfila como una francesa de raza, con talento y elegante. Nacida en la ciudad occidental de Anger en 1965 en el seno de una familia humilde con orígenes en la banca, Valérie Massonneau, según su nombre de soltera, se crió en una familia de seis hermanos y hermanas al lado de un padre inválido de guerra y ferviente lector y una madre que trabajó algunos años como cajera en una pista de patinaje.

"No eran burgueses, pero tampoco gente de un medio popular", contaba recientemente un vecino de la familia a un periódico local, según informa la agencia Efe.

Deportista y asidua a Twitter

Estudió Historia y Ciencias Políticas en La Sorbone de París y con 23 años, conoció a Hollande por primera vez. Él tenía 34 años, estaba ya absorbido por la polítca como consejero de François Mitterrand y diputado en la Asamblea Nacional, y mantenía una relación con Segoléne Royal, quien ha sido su pareja durante tres décadas y con la que ha tenido cuatro hijos.

Como periodista especializada en la información del Partido Socialista, coincidió con Hollande años después y entonces sí surgió el amor. Fue un romance secreto que se gestó en 2006, cuando Royal se convirtió en la candidata del partido a las presidenciales de 2007 a pesar de las pretensiones de su entonces pareja. Su liderazgo fue una suerte de revancha por el 'affair' que Hollande mantenía por aquel entonces con Valérie y que se hizo público tras los comicios y oficial en 2010, cuando el político anunció en la revista Gala que había encontrado a "la mujer de su vida".

Asidua las piscinas, la bicicleta y los gimnasios y pendiente siempre del último boletín de noticias y fan de Twitter, desde la victoria de Hollande este domingo, su vida ya volverá a ser la misma, aunque ella insista en que seguirá yendo a comprar fruta al mercado si "la nevera está vacía".

Una encuesta del Instituto Francés de Opinión Pública señala a la pareja socialista como la más popular del país, con un 40% de aceptación, en comparación con el 26% de Sarkozy-Bruni.