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El papa hace un llamamiento para que cese el derramamiento de sangre en Siria

  • Benedicto XVI ha oficiado este domingo la misa de Resurrección
  • También ha tenido palabras para Mali y el Cuerno de África

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Mensaje Pascual del Papa

En este mundo, la esperanza no puede ceder a la dureza del mal. No es la muerte el gran obstáculo, sino más aún las puntas afiladas de la envidia y el orgullo, de la mentira y de la violencia, asegura el Papa en su mensaje a la ciudad y al mundo.

Ante casi 100.000 fieles presentes, el pontífice asegura que las señales de la resurrección testimonia la victoria de la vida sobre la muerte, del amor sobre el odio, de la misericordia sobre la venganza. Cristo resucitado es el presente; es esperanza y consuelo y está presente como fuerza de esperanza a través de su Iglesia, cercano a cada situación humana de sufrimiento e injusticia, asegura Joseph Ratzinger.

Todo cristiano revive la experiencia de María Magdalena en el domingo de resurrección, fecha de un encuentro que cambia la vida

Palabras para los países en conflicto

Después y como es habitual en las celebraciones más importantes, el pontífice se ha referido también a algunos de los puntos calientes del planeta: que Cristo resucitado otorgue esperanza a Oriente Próximo, para que todos los componentes étnicos, culturales y religiosos de esa Región colaboren en favor del bien común y el respeto de los derechos humanos.

En particular, continúa el pontífice, que en Siria cese el derramamiento de sangre y se emprenda sin demora la vía del respeto, del diálogo y de la reconciliación, como auspicia también la comunidad internacional. Y que los numerosos prófugos provenientes de ese país y necesitados de asistencia humanitaria, encuentren la acogida y solidaridad que alivien sus penosos sufrimientos.

Que la victoria pascual aliente al pueblo iraquí a no escatimar ningún esfuerzo para avanzar en el camino de la estabilidad y del desarrollo. Y, en Tierra Santa, que israelíes y palestinos reemprendan el proceso de paz- ha concluido el pontífice. Que el Señor, vencedor del mal y de la muerte, sustente a las comunidades cristianas del Continente africano, las dé esperanza para afrontar las dificultades y las haga agentes de paz y artífices del desarrollo de las sociedades a las que pertenecen.

Que Jesús resucitado reconforte a las poblaciones del Cuerno de África y favorezca su reconciliación; que ayude a la Región de los Grandes Lagos, a Sudán y Sudán del Sur, concediendo a sus respectivos habitantes la fuerza del perdón. Y que a Mali, que atraviesa un momento político delicado, Cristo glorioso le dé paz y estabilidad. Que a Nigeria, teatro en los últimos tiempos de sangrientos atentados terroristas, la alegría pascual le infunda las energías necesarias para recomenzar a construir una sociedad pacífica y respetuosa de la libertad religiosa de sus ciudadanos.

Viaje al Líbano

Mientras se celebraba la misa del domingo de resurrección, la santa Sede ha hecho público el próximo viaje del santo padre.  Será a Líbano entre el 14 y 16 de septiembre de este año.  Entre los actos previstos en ese viaje está la celebración de una misa en Beirut.

Como es tradicional desde 1985 la plaza esta ornamentada por floristas holandeses. 42.000 flores y plantas ornamentan el recinto central de la cristiandad. Lirios, rosas y ramos de cerezas traídas de Japón componen el grueso de la decoración floral.

Tras la culminación de los actos de Semana santa, el papa se irá a descansar a su residencia de Castelgandolfo. Pero el domingo que viene estará de nuevo en Vaticano. El 15 de abril, Joseph Ratzinger cumple 85 años.