Enlaces accesibilidad

L'Aquila: Tres años después solo una ciudad fantasma

  • El 95% de los cascotes siguen esparcidos por las calles
  • La crisis se suma a la inoperancia de las autoridades
  • El terremoto del 6 de abril de 2009 dejó 309 muertos en Italia

Por
L'AQUILA, TRES AÑOS DESPUÉS
Un policía mira la zona cero de L'Aquila cerrada al público desde hace tres años

Tres años después todo está, casi, como al minuto siguiente del terremoto. Han pasado  más de mil días y el  95 por ciento de los cascotes siguen esparcidos por las calles. L’Aquila es la ciudad fantasma sobre la que planean las ideas que no se materializa. Se recuerda hoy, 6 de abril, a los 309 muertos del seísmo. Pero la efeméride  es también  un monumento a la inoperancia de las autoridades

Las piedras ocupan las calles como cascotes tras un bombardeo

Edificios  apuntalados esperan una rehabilitación que nunca llega. Los trámites son enemigos de la eficacia. La crisis se ha sumado a la ineptitud. L’Aquila  de hoy es la foto de L’ Aquila de hace 3 años. Una ciudad fantasma que ha visto abrir algún bar como punto de encuentro de operarios que tienen poco que hacer.

Las obras deben esperar. Sigue sin determinarse donde depositar todos los cascotes. Por eso las piedras ocupan las calles como cascotes tras un bombardeo. Quizás la capital de los Abruzzos nunca llegará a  tener la imagen que esgrimía en 2009: una ciudad histórica que no vivía solo de la atracción  que provocaban  sus construcciones centenarias, sino que palpitaba al ritmo de los miles de estudiantes que acudían a ella  llamados por el reclamo de su universidad.

Los habitantes de L’Aquila siguen dispersos en concentraciones urbanísticas  edificadas contrarreloj en la periferia de la ciudad. Mientras, entre las callejuelas, solo se escucha el soplido del frío aire que llega de las nevadas cumbres apenínicas y  el aullido de algún perro vagabundo asentado en algún recodo de la ciudad apresuradamente abandonada en la madrugada del 6 de abril de 2009.