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La dimisión del ministro de Exteriores australiano reabre la lucha interna en el Gobierno laborista

  • Rudd anuncia su salida por televisión por pérdida de confianza de Gillard
  • La ahora primera ministra le quitó el liderazgó del partido en 2010
  • Los laboristas, con una exigua mayoría, están divididos entre ambos líderes

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Imagen de la comparecencia televisiva de Rudd en la que ha anunciado su dimisión.
Imagen de la comparecencia televisiva de Rudd en la que ha anunciado su dimisión.

El ministro de Asuntos Exteriores de Australia, Kevin Rudd, ha anunciado este miércoles su renuncia al cargo en medio de una crisis por el liderazgo del partido gobernante, el Laborista, que le enfrenta directamente a la primera ministra, Julia Gillard.

Este enfrentamiento no es nuevo, ya que Gillard desbancó a Rudd del puesto de primer ministro en una elección interna del partido, aunque luego lo recuperó como ministro de Exteriores.

Sin embargo, ahora Rudd ha explicado que no puede continuar en sus funciones tras haber perdido la confianza de Gillard y por los ataques sufridos por miembros de su formación.

"En los últimos días, (Simon) Crean y ciertas personas anónimas han puesto en tela de juicio públicamente mi credibilidad", ha desmentido Rudd, y ha lamentado que Gillard no saliese en su defensa, de acuerdo con la televisión ABC.

El domingo pasado, el exlíder laborista Simon Crean acusó a Rudd de conspirar para recobrar la jefatura del partido y opinó que si el ministro de Exteriores "no puede ser parte del equipo, entonces debería marcharse".

Rudd descartó la teoría conspirativa para recuperar el liderazgo de los laboristas que le arrebató Gillard en junio de 2010.

Apoyos repartidos

Según la cadena de televisión ABC, ambos políticos cuentan cada uno en la actualidad con un tercio de los 103 diputados y senadores laboristas del Parlamento, mientras que el resto permanece indeciso.

"Nunca participaría en una ataque encubierto a un primer ministro en activo que ha sido elegido en las urnas", ha asegurado Rudd, y ha pedido que se acabe de una vez la "telenovela" de la conspiración.

El ministro de Exteriores saliente también se ha disculpado por anunciar su dimisión desde Washington, adonde viajó tras participar en la reunión ministerial del G20 en México, en vez de en Australia, pero ha explicado que no le habían dejado otra opción.

Rudd, primer ministro desde 2007 hasta 2010, adelantó que regresará el jueves a Brisbane, en el noreste de Australia, y que decidirá con la familia su futuro político.

Gillard de momento no se ha pronunciado sobre la dimisión de Rudd y el mercado bursátil tampoco parece haberlo notado, porque cerró una ligera subida del 0,04%.

El mandato de tres años de Gillard, que gobierna con el apoyo del Partido Verde y de varios diputados independientes porque tiene los mismos parlamentarios que los conservadores, concluye en 2013.

El líder de los conservadores, Tony Abbott, comentó a los periodistas que Rudd ha confirmado que el laborismo está dirigido por individuos en la sombra y que existe una crisis en el Gobierno que daña el país.