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La OTAN y Francia desmienten que dejasen morir a inmigrantes procedentes de Libia a la deriva

  • El diario The Guardian ha denunciado un delito de denegación de auxilio
  • Asegura que se abandonó una embarcación con inmigrantes a su suerte
  • La OTAN afirma que sus barcos "ni vieron ni oyeron" ninguna señal

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La OTAN desmiente que dejara morir a 61 inmigrantes a la deriva en el Mediterráneo

La OTAN y Francia han desmentido la información del rotativo británico The Guardian de que buques de la Alianza no dieron auxilio a un barco a la deriva con inmigrantes indocumentados procedentes de Libia, lo que llevó a la muerte de 62 de ellos de hambre y sed.

"Esa información es totalmente infundada.  El único portaaviones que se encontraba en la zona era el italiano "Garibaldi" y estaba a más de 100 millas, a unos 180 kilómetros. Es incorrecto que la embarcación fuera detectada e ignorada por la Alianza", ha explicado la portavoz de la OTAN, Carmen Romero, en declaraciones a TVE.

No había barcos de la Alianza

Sin embargo, la información del diario británico menciona que un portaaviones vio al buque, sin auxiliarlo, y que podría ser el francés "Charles de Gaulle",  la única unidad militar de ese tipo en el Mediterráneo occidental en esos momentos.

El portavoz del ejército francés, Thierry Burkhard, ha negado que algún barco francés se negase a prestar auxilio.

"El Charles de Gaulle nunca ha tenido contacto con este tipo de barco, ni tampoco ningún otro barco francés, debido a su posición", ha recalcado.

Por su parte, Romero ha asegurado que todos los buques militares, incluyendo los de la OTAN, están sujetos al derecho marítimo internacional,  una de cuyas bases es la obligación de todos los barcos de atender las llamadas de socorro de los que se encuentran en las proximidades y a prestar auxilio.

En este sentido, ha recordado que unidades navales de la Alianza Atlántica salvaron a finales de marzo a dos embarcaciones en apuros con inmigrantes procedentes de Libia.

El primero de ellos ocurrió a 50 millas náuticas al norte-noreste de Trípoli, en el que cerca de 300 personas fueron rescatadas y, el segundo, en el que se vio envuelto un buque con 210 personas a abordo, sucedió en una posición similar, ha apuntado. En ambos casos, los rescatados fueron transferidos a Italias con la asistencia de las autoridades de ese país.

"Ni vieron ni oyeron ninguna señal"

La portavoz ha recalcado que las unidades militares de la Alianza que participaron en esos rescates "ni vieron ni oyeron ninguna señal de otras embarcaciones en el área" cuya seguridad estuviese amenazada.

Según el diario británico, el barco con 72 personas,  incluidos mujeres, niños y refugiados políticos, quedó a la deriva a finales de marzo tras partir desde Trípoli y pese a que pidió ayuda a los guardacostas italianos y contactó con un helicóptero militar y un buque de guerra de la OTAN, no se llevó a cabo ninguna operación de rescate.

Al parecer, el destino final de la embarcación era la isla italiana de Lampedusa, donde han llegado 30.000 inmigrantes en los últimos cuatro meses desde el norte de África, pero tan solo 18 horas después de salir el pasado 25 de marzo, el bote comenzó a sufrir problemas y a perder combustible. Entonces, los inmigrantes utilizaron el teléfono vía satélite para llamar a un religioso al frente de una ONG en Roma, quien a su vez contactó con los guardacostas italianos.

Los guardacostas avisaron a Malta

Estos aseguraron al religioso que se había dado la alarma a las utoridades competentes y se había determinado que el barco estaba a unas 60 millas de Trípoli. A continuación un helicóptero militar sobrevoló el barco e hizo llegar botellas de agua y paquetes de galletas a los pasajeros, a los que se pidió que permanecieran a la espera de que otro barco viniera a rescatarles. 

Sin embargo, según lo relatado por los supervivientes y por las personas que hablaron con los inmigrantes mientras estuvieron en el mar,  ningún barco vino en su ayuda. 

Según el diario británico, ningún país ha reconocido haber enviado el helicóptero. Un portavoz de los guardacostas italianos ha indicado que se avisó a Malta de que "el barco se dirigía a su zona de búsqueda y rescate y emitimos una alerta para que los barcos buscaran el bote, obligándoles a intentar un rescate". Desde Malta se niega ninguna implicación en el caso. 

Como la ayuda no llegaba y apenas quedaba combustible, el capitán del barco, un ghanés, intentó llegar hasta Lampedusa, pero el 27 de marzo la embarcación había perdido el rumbo, se había quedado sin combustible y estaba a la deriva. 

En un momento dado, hacia el 29 o el 30 de marzo, el barco fue llevado a las proximidades de una embarcación de la OTAN. Según los supervivientes, dos cazas despegaron del buque y sobrevolaron el barco mientras los inmigrantes les mostraban a los dos niños. Tampoco entonces recibieron ayuda. A partir de ese momento, sin alimentos ni agua, los inmigrantes comenzaron a morir uno a uno.