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Bahréin investigará la muerte de dos manifestantes chiíes en las protestas

  • El rey ha prometido una investigación y ha lamentado las muertes
  • La oposición de Bahréin suspende su participación en el Parlamento
  • Una persona ha muerto durante el entierro del manifestante tiroteado ayer

Ver también: Especial Revueltas en Egipto

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Un manifestante rehusa retirarse de la calle mientras la Policía lanza gases lacrimógenos en Duraz, a las afueras al norte de la capital de Bahréin, Manama.
Un manifestante rehusa retirarse de la calle mientras la Policía lanza gases lacrimógenos en Duraz, a las afueras al norte de la capital de Bahréin, Manama.

Bahréin vive este martes su segundo día de manifestaciones contra el régimen.  Las protestas, que han causado dos muertos en las últimas 24 horas, han tenido ya algunas consecuencias políticas.

El rey de Bahréin, el jeque Hamad ibn Isa Al Jalifa ha lamentado en un discurso televisado la muerte de los dos manifestantes chiíes y ha anunciado la formación de una investigación ministerial. 

Por otro lado, el principal bloque opositor de Bahréin, Al Wifaq, ha anunciado que suspendía su participación en el Parlamento "en protesta por la represión de los manifestantes".

En un comunicado difundido en la pagina web oficial del grupo, que representa a la comunidad chií, Al Wifaq condena "el uso de violencia exagerada contra los manifestantes" por parte de las fuerzas de seguridad.

En declaraciones a la cadena qatarí de televisión Al Yazira, el líder de Al Wifaq, Abdul Jalil Jalid, ha asegurado que las protestas que se están desarrollando son pacíficas pero ha señalado que, en respuesta, la policía está recurriendo a la fuerza.

La gente solo quiere reformas y que el Parlamento asuma sus funciones

"La gente solo quiere reformas (...). La gente está pidiendo que el Parlamento asuma todas sus funciones", ha agregado el dirigente del Wifaq, que cuenta con 18 de los 80 escaños de la asamblea legislativa.

Choques violentos en pleno entierro

Jalid ha negado que se trate de un enfrentamiento entre chiíes (mayoritarios en el país) y suníes (la élite gobernante), y ha insistido en que se trata de una demanda "para tener una mayor participación en el proceso político".

Al menos dos personas han muerto en Bahréin en las últimas 24 horas como consecuencia de sendos impactos de bolas de goma lanzados por la policía, que también ha empleado gases lacrimógenos para intentar dispersar a los manifestantes.

Estas manifestaciones, que se han sucedido en el pasado, aunque nunca con la participación de los últimos días, están motivadas por demandas económicas, reformas políticas y la exigencia de que sea reemplazado el Gobierno.

Las protestas de este martes han estallado durante el entierro del joven Ali Abdelhadi Mushaima, de 21 años, que falleció el lunes en la ciudad de Al Dih, una de las más de 15 localidades que registraron protestas pidiendo reformas y mejoras de las condiciones de vida.

La víctima mortal de hoy, Fadl Matruk, se produjo cuando los participantes en la manifestación intentaban salir del complejo del hospital donde protestaban por la muerte de Mushaima.

Una mayoría chií en manos suníes

Bahréin es un archipiélago formado por 36 islas con una superficie de 727 kilómetros cuadrados, en el que viven poco más de un millón de personas, la mitad de las cuales no son de nacionalidad bahreiní.

La población, mayoritariamente de confesión musulmana,  está compuesta por un 70% de chiíes, una comunidad que ha protagonizado numerosas protestas para exigir una mayor reforma democrática y un papel más representativo de los chiíes en el reino.

Esta monarquía parlamentaria está encabezada por el rey Hamad ibn Isa al Jalifa de Bahrein, que desde que llegó al poder en 1999 ha introducido amplias reformas constitucionales.

Bahréin, que se liberó de la dominación británica y alcanzó la independencia en 1971, es un país rico en petróleo y gas natural, con un Producto Interior Bruto per cápita de 38.400 dólares.