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Argelia pondrá fin al estado de emergencia en los próximos días

  • El estado de emergencia permanece en vigor desde 1992
  • Los disturbios en Argelia tendrían consecuencias en la economía mundial

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El ministro de Asuntos Exteriores de Argelia, Murad Medelci, ha anunciado que el estado de emergencia, en vigor en el país desde hace 19 años, finalizará en los próximos días, ante el temor de que las recientes protestas puedan aumentar como en Túnez y Egipto.

El estado de emergencia fue impuesto por la fuerza en Argelia en 1992 y la oposición, inspirada por las revueltas de Egipto y Túnez, ha presionado al Gobierno para que acabe con las leyes de emergencia. Ya hace unos días anunció que se suprimiría.

Varios manifestantes tomaron las calles de la capital Argel el sábado y los grupos de la oposición aseguraron que se manifestarían cada fin de semana hasta que el Gobierno cambiara.

"En los próximos días, hablaremos sobre el estado de emergencia como si fuera una cosa del pasado", aseguró Medelci en una entrevista en la radio francesa Europe 1. "Esto significa que Argelia volverá a un estado de ley que permita una completa libertad de expresión, sin mitaciones", ha asegurado.

Según el ministro, las últimas protestas habían sido organizadas por grupos minoritarios con limitado apoyo, por lo que creía que no había riesgo de un derrocamiento del Gobierno como en en el vecino Túnez.

Sin embargo, ha sugerido que el Gobierno podría estar dispuesto a hacer concesiones. "La decisión de cambiar el Gobierno recae en el presidente quien valorará, como lo ha hecho en el pasado, hacer ajustes", ha añadido. "Argelia no es Túnez ni Egipto", ha insistido.

Preocupación por más revueltas en el mundo árabe

La renuncia el pasado viernes del presidente egipcio, Hosni Mubarak, y el mes anterior, la caída del líder tunecino, ha llevado a muchos a preguntarse que qué país en el mundo árabe será el próximo.

Los generalizados disturbios en Argelia podrían tener consecuencias en la economía mundial ya que es el mayor exportador de gas y gasoil, aunque muchos analistas han dicho que una revuelta al estilo egipcio es improbable porque el Gobierno puede usar su energía para aplacar a los manifestantes.

El descontento con el paro, las malas condiciones de vivienda y la subida de los precios desataron a principios de enero una serie de manifestaciones por todo el país, pero no hay signos de que se conviertan en un movimiento político.

Enfrentamientos entre desempleados y policía

Varios heridos se registraron el domingo en enfrentamientos entre las fuerzas policiales argelinas y cerca de 7.000 jóvenes desempleados que reclamaban trabajo ante la sede del Gobierno provincial de la ciudad de Anaba, en el extremo oriental de Argelia, y que gritaban consignas contra el primer ministro, Ahmed Uyahia, han informado este lunes los medios locales.

El Gobierno provincial se encontraba rodeado por un fuerte cordón policial lo que ocasionó la cólera de los manifestantes, que comenzaron a lanzar piedras contra los agentes, lo que les infligió heridas a varios de ellos, afirmó el diario "El Watan".

Los policías cargaron entonces con porras contra los desempleados y causaron igualmente al menos una decena de heridos entre los manifestantes, según la misma fuente. Varias entidades financieras y locales comerciales de Anaba permanecieron cerrados por temor a los disturbios.

Los parados son uno de los colectivos que han llevado a cabo un mayor número de protestas en Argelia en las últimas semanas en demanda de una mejora de su precaria situación económica y social. En varias regiones del país han cortado carreteras o se han concentrado ante las sedes gubernativas exigiendo puestos de trabajo.