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Bielorrusia cierra la oficina de la OSCE tras criticar la falta de transparencia de las elecciones

  • Dice que no hay razones objetivas para mantener la sede
  • La OSCE criticó el recuento y la represión a la oposición

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Un detenido bielorruso arrestado en las protestas hace gestos desde su celda.
Un detenido bielorruso arrestado en las protestas hace gestos desde su celda.

Bielorrusia ha ordenado el cierre de la oficina de la Organización para la Seguridad y la Cooperación de Europa (OSCE) después de las críticas formuladas por esta institución sobre la reciente y controvertida elección presidencial.

"Bielorrusia ha tomado la decisión de no prolongar la autorización acordada para la oficina de la OSCE en Minsk", ha precisado un portavoz del Ministerio de Exteriores, Andrei Savinij, en un comunicado, donde se añade que "no hay razón objetiva para mantener la misión de la OSCE".

Savanij ha agregado que esta postura Ehabía sido manifestada durante muchos años en las declaraciones oficiales de la parte bielorrusa", según informa desde Minsk la agencia rusa Interfax.

También ha subrayado que "la decisión de la República de Bielorrusia de poner fin al funcionamiento de la oficina en Minsk no conllevará una disminución del nivel de cooperación" entre Minsk y la OSCE.

"Al contrario, estamos dispuestos a fortalecer y elevar la eficacia de la cooperación práctica con las instituciones de la OSCE en todas las áreas de actividad programática de la organización", ha puntualizado.

Críticas de los observadores

La OSCE había criticado la falta de transparencia del escrutinio presidencial del 19 de diciembre, paralizado con casi del 80% de los sufragios por el presidente del país, el autoritario Alexandre Lukashenko.

"La noche electoral fue enturbiada por la detención de la mayoría de candidatos a la presidencia y de centenares de activistas y periodistas", señalaron la Oficina para Instituciones Democráticas y Derechos Humanos (ODIHR) y la Asamblea Parlamentaria de la OSCE en su informe presentado en Minsk.

Los observadores occidentales destacaron algunas mejoras en relación a los anteriores comicios presidenciales de marzo de 2006, pero criticaron la falta de transparencia durante el proceso de escrutinio.

"Las elecciones presidenciales demuestran que Bielorrusia tiene un largo camino por recorrer a la hora de cumplir con los compromisos con la OSCE, aunque se registraron algunas mejoras", apuntó la organización internacional en su página web.

Más acusaciones contra la oposición

Mientras, las autoridades bielorrusas siguen con la persecución de la oposición y ha acusado a 22 activistas de organizar los desórdenes masivos que se produjeron como protesta ante el posible fraude electoral druante la noche de las elecciones presidenciales.

Entre los 22 acusados figuran cinco candidatos presidenciales que ya habían sido acusados de desórnemes. El Ministerio de Interior también ha precisado que dos de los detenidos son rusos.

Minsk ha vivido protestas a gran escala por la forma en la que se condujo la votación, que le dió a Lukashenko -al que Occidente acusa de dirigir el país con mano de acero y capitanear una persecución de los medios independientes- un cuarto mandato.

La oposición y los observadores internacionales han subrayado que hubo una fañta de transparencia en el recuento y malos tratos a los opositores del presidente.

Cerca de 700 manifestantes y periodistas fueron arrestados durante la noche de protestas que fueron dispersadas violentamente por la Policía.

Mientras la UE y Estados Unidos han condenado el proceso electoral y los arrestos, Rusia ha apoyado a Lukashenko y el embajador ruso ha asegurado que Moscú napoya las acciones legales contra los líderes de las protestas.