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Ministros de Finanzas europeos vuelven a analizar la crisis fiscal en Grecia

  • Todos los ministros de la zona euro se reunen este lunes
  • Definirán entre otras cosas el apoyo financiero a Grecia
  • Tendrán que elegir al candidato a la vicepresidencia del Banco Europeo

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La mayoría de los griegos se prepara para el ajuste económico

Grecia volverá a centrar las reuniones de los ministros de Finanzas europeos que se celebran esta semana en Bruselas, después de que los líderes acordaran el jueves apoyar a este país de la zona euro, que vive una grave crisis de credibilidad debido a la mala situación de sus cuentas públicas.

Tanto los ministros de la zona euro, que se reunirán el lunes en el marco del Eurogrupo, como los de la Unión Europea (UE), que el martes participarán en el Consejo Ecofin, van a concentrar sus trabajos en el análisis del drástico plan de ajuste y las reformas estructurales que Grecia necesita para evitar la quiebra, cuyos efectos amenazan a toda la Eurozona.

Está previsto que los ministros hagan el "seguimiento" de las decisiones de la reciente cumbre durante el desayuno de trabajo que ha convocado para el martes la ministra española de Economía y Hacienda, Elena Salgado, presidenta del Ecofin este semestre.

Pero los miembros de la zona euro, bajo la presidencia del luxemburgués Jean-Claude Juncker, podrían intentar avanzar mañana en la definición de un verdadero plan de rescate para Grecia, sobre cuyos detalles nada ha trascendido.

Los gobernantes europeos expresaron su apoyo político al Gobierno griego mediante una declaración en la que los dirigentes de la Eurozona prometieron que tomarán "medidas decididas y coordinadas, si fuera necesario, para preservar la estabilidad de la zona euro en su conjunto".

No concretaron sin embargo qué tipo de medidas serían ésas, si llegara el caso de que el Estado griego no pudiera financiar su endeudamiento por la vía normal del mercado.

Un mecanismo de vigilancia reforzada

El Gobierno alemán se resiste, según algunas fuentes, por razones tanto políticas como jurídicas, a lo que en Atenas -y en otras capitales poco dadas al rigor- podría interpretarse como un cheque en blanco.

Esta semana, en espera de la reacción de los mercados, los socios europeos volverán a dirigir toda la presión sobre el Gobierno del griego George Papandreu, para que se tome en serio a pesar de las protestas populares la urgencia del ajuste y acepte incluso sacrificios adicionales.

El Ecofin adoptará, por un lado, el programa actualizado de estabilidad de Grecia, en el que figura el compromiso del Gobierno de reducir en 4 puntos porcentuales, del 12,75 al 8,7% del producto interior bruto (PIB), el déficit público en 2010, acompañado de una larga lista de recomendaciones.

Los europeos instarán a las autoridades griegas a tomar drásticas medidas en lo que respecta a los salarios y emprender reformas estructurales en las pensiones, el sistema sanitario, la administración pública, el mercado de bienes, el uso de los fondos europeos y el sector bancario, entre otras.

En segundo lugar, seguirán adelante con el procedimiento sancionador por déficit excesivo, tras haber constatado que Atenas no sólo no cumplió lo que se le recomendó en abril, sino que volvió a manipular las estadísticas de déficit que envió a Bruselas.

El Ecofin pondrá en marcha un mecanismo de vigilancia reforzada previsto en los tratados para casos de incumplimientos graves, lo que supone poner bajo tutela las cuentas del Estado miembro afectado.

La Comisión Europea (CE) hará en marzo su primera evaluación del impacto de todas las recomendaciones y será entonces cuando proponga, si es necesario, "medidas adicionales", ha anunciado el nuevo comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, el finlandés Olli Rehn.

Al margen del problema griego está previsto, por otro lado, que los ministros de Finanzas de la UE discutan el martes propuestas como las anunciadas por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a fin de restringir las actividades especulativas de la banca y hacerle devolver el dinero público usado en su rescate.

En abril, en Madrid

Los responsables económicos europeos debatirán estas propuestas, relacionadas con la responsabilidad del sector financiero en la crisis, durante el desayuno del martes y las incorporarán a la agenda de la reunión informal que tendrá lugar en abril próximo en Madrid.

Antes este lunes, los ministros de Finanzas de los países de la moneda única tienen previsto elegir al candidato a la vicepresidencia del Banco Central Europeo,  para sustituir al griego Lucas Papademos, cuyo mandato finaliza el 31 de mayo de 2010.

Luxemburgo, Bélgica y Portugal optan a la vicepresidencia del BCE

La sustitución del futuro número dos de la institución fue abordada en la reunión del mes pasado, pero se retrasó debido a las dudas de los ministros sobre el sistema de votación,  que requerían la aclaración de los servicios jurídicos.

Las dudas provienen del hecho de que, por primera vez desde la creación de la unión monetaria, no existe un único aspirante al cargo sino tres.

Reparto de poder en el BCE

La terna está compuesta por Yves Mersch, gobernador del Banco Central de Luxemburgo; Vitor Constancio, responsable del regulador de Portugal; y Peter Praet, director ejecutivo de la entidad belga.

Alemania está maniobrando para colocar a Axel Weber, actual presidente del Bundesbank, al frente del BCE en 2011, un empeño en el que cuenta con el apoyo de Francia según el magazine alemán Der Spiegel.

El otro candidato potencial a ocupar el sillón de Trichet a partir de octubre del año que viene es el italiano Mario Draghi, gobernador del Banco de Italia, aunque la falta de interés de Alemania por tener un puesto en la nueva Comisión Europea ha atizado las especulaciones sobre su ambición real, es decir, la presidencia del BCE.

El semanario Wirtschaftswoche da por hecho el acuerdo franco-alemán y apunta que el vicepresidente elegido será el portugués Constancio, de forma que se respetará el equilibrio entre los países del norte, representados por Alemania, y del sur.