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Los muertos por la avalancha de nieve en un túnel en Afganistán son ya 166

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Un total de 166 cadáveres se han recuperado en el norte de Afganistán tras una avalancha de nieve en un transitado túnel de montaña y la búsqueda de más cuerpos sigue en curso, según ha reconocido este miércoles el gobierno afgano.

El drama ha ocurrido en el paso de Salang, situado a 3.400 metros de altitud y muy transitado, ya que se trata de la principal conexión entre Kabul, la capital del país, y el norte.

"Según el último balance, al menos 166 de nuestros ciudadanos han muerto y 125 han resultado heridos", ha declarado a la prensa Suraya Dalil, ministra de Sanidad en funciones.

"Hasta ayer habíamos recuperado 160 cadáveres en total", había declarado anteriormente a AFO Abdul Basir Salangi, governador de la provincia de Parwan, donde se sitúa el paso fronterizo.

Un recuento del pasado martes decía que 68 personas habían muerto en este suceso que ocurrió en el paso de Salang, un camino muy concurrido, a alta altitud, que une la capital de Kabul con el norte del país.

Según el gobierno afgano, una tormenta de nieve inmovilizó a numerosos vehículos y sorprendió a los viajeros dentro de ellos, sin tiempo a huir. Esta ruta es estratégica para pasar el norte montañoso del país, en pleno corazón del Himalaya.

Tareas de rescate

Para el ministro de Sanidad, se trata de uno de los desastres naturales más mortíferos de la historia reciente del país, que ya ha sido azotado durante 30 años por guerras y enfrentamientos civiles, así como la batalla entre las fuerzas internacionales y los insurgentes talibanes, que duran ya ocho años.

Al menos nueve coches y dos automóviles cayeron a los impresionantes acantilados por la nieve en la carretera, según ha asegurado un periodista de AFP en la zona.

En la tarde del miércoles, los soldados afganos, la policía y los ciudadanos locales buscaban todavía cuerpos entre los montones de nieve, con palas los mejor equipados, con herramientas artesanales los demás.

De esta forma al menos 14 supervivientes fueron descubiertos en un vehículo enterrado bajo la nieve, según el gobernador Salangui. "Es un milagro que sobrevivieron 37 horas en la nieve, que había entrado en el autobús a través de las ventanas rotas", ha añadido.