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En Australia las llaman siguen acechando e impiden rescatar a los cadáveres

  • La policía impide el acceso porque sigue habiendo muertos en coches y casas
  • Dos grandes focos amenazan con unirse y crear una gigantesca masa de fuego

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Las víctimas en Australia aumentan a 181 mientras los bomberos luchan contra 25 fuegos activos

Dos enormes incendios forestales amenazan con unirse y crear una enorme masa de fuego descontrolada que puede acabar con las poblaciones que resisten entre ellos. En Marysville, una de las localidades más afectadas, la policía impide el paso porque sigue habiendo cadáveres en los coches y las viviendas.

El líder del Gobierno de Victoria, John Brumby, ha dicho que "a pesar de la gran presencia de policías, bomberos y el Ejército, no se han podido identificar y mover todos los cuerpos". Hasta el momento, sólo se han identificado quince víctimas mortales en Marysville, situado a unos noventa kilómetros al nordeste de Melbourne, pero "se pueden haber perdido entre cincuenta y cien vidas", es decir, uno de cada cinco habitantes.

Un equipo de 150 detectives ha sido desplegado para identificar a las víctimas y determinar si el fuego fue provocado.

El asistente jefe de la Policía de Victoria, Steve Fontana, explicó que "las condiciones de los restos humanos, el estado de los cuerpos y el daño es tal que, en algunos casos, es difícil determinar si hay más de un cadáver en el mismo lugar".

Brumby ha explicado que es necesario preparar al pueblo para el retorno de los evacuados, que de momento no pueden acceder a la zona, porque "el trauma y el impacto serán catastróficos".

Dimensiones descomunales

Por otro lado, la caída de relámpagos en las últimas horas pueden provocar que dos grandes focos, separados por 18 kilómetros y que arden alrededor de Healsville (al noroeste de Melbourne), y Bunyip Park (al oeste de la capital del estado), se conviertan en uno sólo de un tamaño descomunal.

Los bomberos construyen en estos momentos líneas de contención entre ellos, pero un cambio de dirección del viento daría al traste con sus esfuerzos. según uno de los portavoces del cuerpo.

La cifra de víctimas mortales del mayor desastre natural vivido nunca en Australia se disparó este martes hasta las 181 personas, aunque otras cincuenta se encuentran desaparecidas y se teme que engorden la cifra de muertos por encima de los 220.

El portavoz de la Comisión de Servicios de Emergencia de Victoria, Bruce Esplín, indicó al periódico local 'The Age' que el verano austral no ha terminado y que la situación de emergencia será larga.

Además, las consecuencias de los incendios serán mucho más duras de lo que los ciudadanos puedan imaginar ahora. Por ejemplo, pondrán en peligro el suministro de agua de Melbourne los próximos meses.