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Barcelona se echa atrás y no aplicará la normativa sobre las distancia mínima entre prostíbulos

  • La normativa prohibía ejercer la prostitución en locales colindantes con viviendas
  • Además, no podía haber un club a 200 metros de un edificio protegido
  • La normativa suscitó fuertes críticas entre los empresarios del sector
  • Finalmente, el Ayuntamiento sólo aplicará la normativa a los nuevos locales

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El Ayuntamiento de Barcelona no aplicará la modificación de la normativa municipal sobre locales que entraba en vigor en enero y que fijaba las distancias mínimas que deben existir entre prostíbulos, porque su puesta en marcha podría haber supuesto el cierre de 275 de los cerca de 300 clubes de alterne que hay actualmente en la ciudad.

El cuarto teniente de alcalde y responsable de Urbanismo, Ramón García Bragado, ha anunciado que el consistorio modificará esta normativa para suprimir los puntos que fijan el régimen de distancias mínimas que han de existir entre los establecimientos que ya cuentan con licencia, aunque se mantendrán para aquellos clubes de nueva creación, que sí deberán mantenerlas.

La normativa que había generado una fuerte contestación por parte de los empresarios del sector prohibía ejercer la prostitución en locales colindantes con viviendas o que estuvieran a 200 metros de edificios considerados de usos protegidos (centros educativos) o de otros prostíbulos.

Esta ordenanza municipal de actividades y establecimientos de concurrencia pública se aprobó en 2003, tras un decreto de la Generalitat que regulaba este sector, y que dejaba a los propietarios de los clubes cuatro años de prórroga y otro más para ejecutar las obras, periodo que concluía el próximo enero.

En estos cinco años, de los 300 clubes que hay Barcelona, sólo 60 pidieron licencia para adaptarse a la nueva norma, aunque sólo 25 han cumplido todas las condiciones, y los restantes desistieron de hacer las obras en su mayoría por considerar que no podrían cumplir la nueva normativa.