A mediados de 2012, Google presentó Nexus Q, un rompedor gadget esférico concebido como reproductor multimedia doméstico y el soporte para canalizar e impulsar el uso de Google Music, el servicio de streaming musical de la multinacional. Fue la primera vez que Google se aventuró a fabricar por sí solo un dispositivo hardware como este, pero se arriesgó al dejar fuera a otros servicios en auge como Spotify o Netflix. Enseguida vio que su recepción no fue buena y canceló el lanzamiento antes de llegar a ponerlo en venta. Para la gran mayoría, Nexus Q es el fracaso más desconocido de la compañía, pero también sirvió como precursor tecnológico del gran triunfador en el hardware multimedia de Google, Chromecast.
Las Google Glass se anunciaron como una revolución tecnológica: un nuevo dispositivo en el que ver y conocer el mundo, un prototipo de la realidad aumentada, una disrupción como lo fue el Smartphone. Sin embargo, y pese a la grandísima expectación, el público no le dio su confianza. Surgieron dudas y críticas sobre la privacidad, la seguridad pública, y además eran incómodas, poco estéticas y la batería duraba poco. Pese a los intentos de mejora, al año de salir a la venta para el gran público, Google las retiró en 2015 para seguir trabajando en su desarrollo y en pos de una segunda oportunidad.
Otra red social fallida de Google. Spaces era una web y también aplicación para conversaciones en grupo, mensajería y compartir contenido. Esta versión de Whatsapp o de Slack que pretendía alimentar con su navegador, su buscador y con contenidos de YouTube, terminó siendo una mala idea entre otras razones porque competía con servicios propios de la compañía, como Google Allo y Google+. Como apenas tuvo promoción interna, no pasó de ser un experimento.