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FC Barcelona | Laporta

Laporta: "Tutumlu es un oportunista que se dedicaba a enredar"

  • El expresidente culé niega haber pactado comisiones millonarias
  • Bayram Tutumlu le reclama tres millones por el 'caso Uzbekistán'
  • Los jugadores del Barça citados como testigos no han comparecido

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Laporta se sienta en el banquillo

El expresidente del FC Barcelona, Joan Laporta, ha negado este lunes que acordara pagar comisiones millonarias al agente FIFA Bayram Tutumlu, aunque ha reconocido haber cobrado 10,15 millones de euros a través de su despacho de abogados por asesorar al magnate uzbeko Miradil Djalalov mientras era el máximo mandatario de la entidad azulgrana.

Según Laporta, facturó dicha cantidad "por la prestación de servicios de consultoría empresarial durante tres años".

Por su parte, Bayram Tutumlu le reclama tres millones de euros por la organización de dos partidos entre el Barça y el club del empresario Djalalov, FC Bunyodkor, y por facilitarle negocios privados en dicho territorio.

Aunque Laporta ha confirmado las relaciones comerciales con dicho país, ha negado que pactara una comisión con el intermediario.

Era un oportunista que se dedicaba a enredar

"Nunca he pactado nada con el señor Tutumlu. Yo le recibí por cortesía. Era un oportunista que se dedicaba a enredar a todos. Siempre hay oportunistas que se dedican a ver qué pillan alrededor del fútbol", ha declarado el exdirectivo azulgrana.

Tutumlu asegura que fue él quién organizó y pagó (cerca de 1.200 euros) la cena del Via Veneto en la que Laporta y Djalalov se conocieron en mayo de 2008, y que el expresidente del club catalán le prometió un comisión por los negocios que hicieran juntos.

Solo me reuní con él dos veces, por cortesía

"Solo me reuní con él dos veces, por cortesía y ante su insistencia, y no le prometí absolutamente nada", ha indicado Laporta, alegando que el agente se puso muy pesado porque quería conocerle para contarle "unas cosas sobre el rey de los kurdos y que quería producir una película".

Beneficios para el Barça

Además de los 10,15 millones que el despacho de Laporta se llevó por los trabajos de consultoría, el Barça cobró otros 3 millones de pesetas por alquilar cuatro días su instalaciones y jugar un partido de entrenamiento contra el Budyonkor, el equipo de Djalalov.

Laporta se atribuye todo el mérito de esta segunda operación. "Logré convencer a los de Zeromax para que firmaran un contrato de 5 millones por jugar dos amistosos y hacer un 'stage' en Barcelona. Conseguimos un contrato buenísimo, ya que cobramos 3 millones en el momento de la firma y pactamos otros 2 por un segundo amistoso que finalmente no se llegó a celebrar", ha destacado.

Djalalov tenía cierta admiración por quién era yo

El expresidente del club azulgrana ha declarado que fue el marido de su secretaria, George Mikazde, quien insistió en que debía conocer al magnate uzbeko y organizó aquella cena en el Via Veneto. Y que, de ahí, surgió una relación comercial entre ambos. "Djalalov tenía cierta admiración por quién era yo y me pidió que trabajara para su grupo de empresas", ha apuntado.

Sin embargo, el propio Mikazde ha testificado que no sabe quién organizó la cena y que él solo acudió a la misma en calidad de traductor -es de origen georgiano y habla ruso- por lo que supone que fue Tutumlu el que medió para que se produjera el encuentro.

Los jugadores no acuden a testificar

El agente FIFA también acusa a Laporta de embolsarse parte del dinero que debía ir a parar a lo jugadores Lionel Messi, Carles Puyol, Andrés Iniesta, Samuel Eto'o y Cesc Fàbregas, que por aquel entonces aún jugaba en el Arsenal, por asistir a un 'clinic' (cursillo) que se celebró en Uzbekistán.

De hecho, estos futbolistas debían asistir esta mañana al juicio en calidad de testigos, pero solo Lionel Messi ha excusado su incomparecencia alegando que se encuentra fuera de España, concretamente concentrado con la selección argentina. Puyol, Iniesta y Cesc han aportado las facturas emitidas por sus respectivas sociedades a Zeromax (300.000 euros por futbolista) por participar en la exhibición.

A este respecto, Laporta ha insistido que los jugadores cobraron directamente del empresario uzbeko y que su despacho "no intervino en absoluto", en este caso a través del periodista e intermediario Joan Patsy.

Según Joan Laporta, su despacho contrató a Patsy para que hiciese "un 'coaching sport' (instrucción deportiva) para el grupo de empresas de Zeromax" y su intermediación en el clínic -contactando con los agentes de los jugadores- fue a título personal, por su amistad con el expresidente y sin cobrar un euro por ello, extremo que ha confirmado el propio Patsy en el juicio.